Intervención del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, a nombre del Gobierno de México:
Con su permiso señor presidente, muy buenos días a todas y a todos.
Me referiría a los acontecimientos del día de ayer, en primer lugar señalando que lo que se produjo lo consideramos un golpe de Estado. ¿Por qué? Como ustedes saben, se dio a conocer un reporte de la Organización de Estados Americanos (OEA), en relación al reciente proceso electoral, después de ello el presidente Evo Morales propuso que se realizaran nuevas elecciones, lo que el Gobierno de México vio muy bien, como supongo, la mayor parte de la opinión pública, a fin de resolver por vía de unas elecciones los diferendos existentes.
Posterior a ello, el ejército de Bolivia pidió la renuncia del presidente Evo Morales, quien resolvió presentar su renuncia para evitar una guerra civil. Por consiguiente, es un golpe porque el ejército pidió la renuncia del presidente y eso violenta el orden constitucional en ese país. Esos son los hechos.
En consecuencia, la postura que México ha definido es de revindicar y demandar el respeto al orden constitucional y a la democracia en Bolivia. Esa es la posición que México quiere hacer valer. Por supuesto, haremos valer el derecho de asilo que México siempre ha promovido y ha ejercido en las muy diferentes circunstancias históricas que caracterizan a nuestra política exterior.
Vamos a solicitar, en consecuencia, una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos. A pesar de la gravedad de los acontecimientos, lo que hubo ayer frente al pronunciamiento militar y las operaciones policiales fue el silencio, cuando el primer y esencial artículo que fundó la Organización de Estados Americanos es la defensa de las libertades y la democracia. ¿Cómo entonces se puede guardar silencio frente acontecimientos de esta gravedad?
Consecuentemente, vamos a proponer que haya una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos para pronunciarse sobre ello y para ejercer lo que la carta de la Organización señala: Proteger las libertades y la democracia en los Países Miembros.
Respecto a la relación con Bolivia, estaremos muy pendientes de los acontecimientos del día de hoy y de qué tipo de gobierno se configura. Porque se dieron no solo la renuncia del presidente, sino del vicepresidente, de ministros, de senadores y diputados.
No existe una previsión constitucional, hasta donde llega nuestro conocimiento, para el caso de que el ejército exija la renuncia del presidente en turno. Es decir, se entró en un terreno no previsto en la Constitución. Hay una interrupción del orden constitucional.
México, por supuesto, no vería con buenos ojos ningún tipo de gobierno que no emane de un proceso electoral legítimo.
Además, estamos muy atentos porque tenemos 10 mil connacionales que viven en Bolivia y la instrucción que tienen nuestra Embajada y su sección consular es actuar diligentemente para protegerles frente a cualquier situación de emergencia que puedan confrontar, sea hoy o en los próximos días.
Esta postura la daremos a conocer hoy también a la Organización de los Estados Americanos.
Muchas gracias.
Respuestas a principales preguntas de los medios de comunicación:
1. Lo que vimos el día de ayer, y por eso consideramos que se trata de un golpe, es que se exige por parte del ejército la renuncia de un presidente en funciones, cuyo término de periodo constitucional es enero del 2020. Es un hecho. En el caso de Venezuela se nos pedía que contradijéramos la Doctrina Estrada y que México reconociera a alguien que no fue electo para ser presidente, en contra de un gobierno establecido. Son dos cosas muy diferentes.
2. Hasta este momento no hemos tenido registro, afortunadamente, de ataques a la sede de la Embajada de México o la residencia en la ciudad de La Paz, Bolivia; sin embargo, hemos estado pidiendo la solidaridad internacional por las circunstancias que se han dado. El día de ayer hubo ataques a otras sedes diplomáticas; entonces, estamos en alerta.
3. Sí, estamos ofreciendo asilo a Evo Morales. El asilo es una tradición mexicana que data desde la política exterior que se implementó especialmente a partir de la Doctrina Estrada y después de los años 30 en el siglo pasado. Y esa tradición de respeto y de compromiso con el derecho de asilo es uno de los timbres de orgullo de la política exterior de México y la vamos a mantener contra viento y marea.
4. Nosotros vemos lo ocurrido como un grave retroceso para la vida democrática. Los golpes militares nunca han traído nada positivo, van en contra, suspenden la vida democrática, las libertades y los derechos de las personas; por consiguiente, estamos muy preocupados. Ese es el punto número uno, digamos, o esencial de la postura de México en esta coyuntura.
5. Hay otros países que seguramente coincidirán con México en pedir una explicación de porqué el silencio de la Organización de Estados Americanos ayer frente a un pronunciamiento del ejército exigiendo la renuncia del presidente en turno, electo por cierto a un periodo que concluye en enero del año que entra. Es decir, el pronunciamiento de que renuncie el presidente en funciones, que fue electo legítimamente y no se dijo nada por parte de la Organización de Estados Americanos.
6. No se pueden dar a conocer los nombres de las personas que solicitan asilo por razones de seguridad, pero tenemos más solicitudes, que no necesariamente están en nuestra sede. Son personas que nos han hecho saber su deseo de gestionar asilo en México.
7. La conducta de México se regirá por un principio elemental: El principio de la no intervención, que significa que México mantiene relaciones con el gobierno legítimamente electo, hasta el término de su periodo. Reconocer a otro gobierno es una intervención. Por lo tanto, vamos a ser congruentes con ese principio.
8. La solución de las controversias políticas debe ser por conductos democráticos y pacíficos. Esa lección no es sólo para México, sino para todos los países de América Latina, el Caribe y en general. Por la historia de la región, todos los casos en los que ha habido una intervención por la fuerza militar, policial o combinada, han terminado en grandes tragedias para nuestros pueblos. La solución de las controversias debe ser pacífica y democrática.
9. México no vería y no aceptaría un gobierno de carácter militar y yo creo que la mayor parte de los países de América Latina tampoco.
10. Nosotros tenemos muy buena relación con todos los países de América Latina y el Caribe, con Estados Unidos y con Canadá y eso debe ser compatible con respetar la postura de cada cual. Nosotros partimos de eso, es decir, no coinciden con México en muchas ocasiones; sin embargo, nos respetamos porque tenemos unos principios que son los que estamos aplicando. Además del respeto legal, hay un respeto político y México es una democracia con mucho peso. Hay respeto a nuestro país, hay una consideración a nuestro país, no sólo por su población, no sólo por su ubicación, por su tradición, sino porque hay en este momento un gobierno emanado de un proceso democrático sin precedentes en México. Entonces, llevaremos buena relación con todos, pero vamos a ser congruentes y leales con los principios de nuestro país.
11. Respetamos las decisiones de cada pueblo, de cada país, siempre y cuando sean decisiones por la vía constitucional y democrática. La mayor parte de los países de América Latina tienen reelección. Cada país determina su proceso de reelección. México en ese sentido es uno de los pocos países en América que no tiene reelección. Hay países que tienen límites en la reelección y hay países que no los tienen, pero a eso no le corresponde a México fijarla, eso lo fija cada país. Lo que no podemos aceptar es que un ejército salga y diga: “Este presidente tiene que renunciar”, como pasó ayer. Ya había dicho el presidente Evo Morales que proponía unas nuevas elecciones. México tiene relaciones con países que tienen procesos de reelección o que han modificado sus constituciones, como Honduras, por ejemplo, de la que muchos no dijeron nada cuando se modificó su constitución. México reconoció al gobierno que resultó del proceso electoral en ese país. México no es un país que esté juzgando a los demás en función de sus procesos políticos de reelección, porque si así fuere, no podríamos tener la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La esencia, el principio fundamental de la convivencia política es el respeto a las diferentes decisiones políticas de cada país, tomadas de acuerdo a su orden interno. En este caso en lo que estamos es una interrupción de ese orden.