El amerizaje con éxito de la cápsula tripulada de SpaceX en las aguas del Golfo de México demuestra que una empresa privada puede llevar y traer astronautas al espacio, permite a la NASA dejar de depender de la Soyuz rusa para ir a la Estación Espacial Internacional (EEI) y es el primer amerizaje de una nave en 45 años.
Tras un viaje de 19 horas, se desplegaron los cuatro paracaídas que frenaron durante varios minutos la entrada a la Tierra de la cápsula Dragon Endeavour , desde 28.000 km/h a los 24 km/h a los que finalmente amerizó sin mayores problemas sobre las aguas.
Los aplausos y la alegría empezaron a notarse en el centro de control, sobre todo tras comprobar que los dos astronautas que iban dentro estaban bien, con imágenes en directo seguidas por millones de personas alrededor del mundo. “Bienvenidos a la Tierra. Gracias por haber volado con SpaceX” decía a los astronautas el director de vuelo, como si de una aerolínea se tratase.
Se cierra el círculo
SpaceX ya llevó al espacio a los dos astronautas de la NASA, Robert Behnken y Douglas Hurley, el pasado 30 de mayo. Con el éxito del primer viaje desde estadounidense y en una nave comercial hasta la EEI desde que en 2011 concluyó el programa de transbordador de la agencia espacial, se certifica la capacidad la compañía de Elon Musk para realizar viajes espaciales comerciales. Hacía nueve años que no se completaba una misión espacia saliendo y regresando a suelo estadounidense.
En total los astronautas estuvieron 62 días a bordo de la EEI, durante los cuales dieron 1.024 vueltas a la Tierra, dedicaron 114 horas a la investigación y vieron llegar y salir de la estación espacial a varios vehículos espaciales, según informó la NASA. Behnken participó en cuatro caminatas espaciales con otro astronauta de la NASA, Chris Cassidy, que se encontraba en la EEI cuando ellos llegaron.
Un hito no visto desde 1975
La última vez que se había producido un amerizaje de una nave fue el 21 de julio de 1975, cuando la tripulación de una misión Apollo-Soyuz cayó al océano Pacífico, cerca de Hawai.
En 2014 la NASA otorgó a Boeing y a SpaceX contratos por un total de 6.800 millones de dólares para desarrollar el programa comercial de transporte espacial y dejar de depender de la nave rusa Soyuz que ponía en órbita a los astronautas de la agencia estadounidense desde que está canceló su programa de transbordadores en 2011.
Con información de: Vanguardia