Las máquinas de respiración mecánica conocidas como ventiladores son una herramienta esencial en la respuesta del sistema de atención médica a la pandemia de COVID-19.
En casos severos de COVID-19, los pacientes desarrollan neumonía que puede llenar los pulmones inferiores con líquido y causar dificultad para respirar; la condición puede conducir a una deficiencia crítica de oxígeno en el cuerpo de un paciente.
Un estudio en pacientes chinos con COVID-19, publicado en el New England Journal of Medicine, reveló que el cinco por ciento de las personas con coronavirus necesitaron de cuidados intensivos, y que aproximadamente la mitad de esos pacientes requirieron intubación y ventilación mecánica.
La literatura muestra que en casos severos de COVID-19, los pacientes desarrollan Síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), que ocurre cuando se acumula líquido en los sacos de aire elásticos y diminutos (alvéolos) de los pulmones. El líquido impide que los pulmones se llenen con suficiente aire, por lo tanto, llega menos oxígeno al torrente sanguíneo. Esto priva a los órganos del oxígeno que necesitan para funcionar.
Los pacientes luchan por respirar y obtener suficiente oxígeno en la sangre. Un ventilador les proporciona la oxigenación necesaria, que salva vidas, cuando el individuo ya no puede hacerlo por sí mismo.
Un ventilador ayuda a un paciente a respirar empujando aire oxigenado hacia los pulmones y expulsando el líquido de sus bolsas de aire. Las máquinas, que pueden costar hasta $30 mil dólares, también eliminan el dióxido de carbono del cuerpo del paciente.
Un tubo de respiración conecta la máquina a un paciente a través de una intubación, cuando un extremo del tubo se alimenta a los pulmones a través de la nariz o la boca, o mediante una traqueotomía, un procedimiento en el que los médicos acceden a la tráquea a través de un pequeño orificio cortado el cuello.
A veces llamado respirador, un ventilador se considera una forma de soporte vital ya que reemplaza artificialmente la función pulmonar normal. Con los pacientes con COVID-19, se usa hasta que los pulmones del individuo sanen y pueda reanudar su papel en la respiración regular. Los pacientes con ventilador no pueden hablar ni comer, y deben ser alimentados a través de un tubo.