Este martes, la virtual presidenta electa tuvo un evento con mujeres. Hizo un espacio en la agenda para reiterar un mensaje a las mujeres y a la sociedad: que ella no llega sola a la presidencia, que llega con todas las mujeres del país.
“No llego sola, llegamos todas”, reiteró hoy ante decenas de mujeres reunidas en la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Allí, recibió de manos de la senadora Olga Sánchez Cordero un bastón de mando de las mujeres, que simboliza la confianza que le tienen las mujeres, pero también lleva un encargo; que sea la voz de todas para concretar la agenda feminista que está pendiente como el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y el prevenir y combatir la violencia en todos los ámbitos: laboral, doméstica, económica, psicológica, emocional, física y sexual.
México tiene una sociedad machista, a lo largo y ancho del país se siguen reproduciendo conductas que son discriminatorias contra las mujeres. Bajo el amparo de los roles y estereotipos de lo masculino y lo femenino y que se da en todos los niveles y no solo de hombres contra mujeres, de mujeres que atacan a mujeres como le ocurrió a la propia Claudia Sheinbaum.
En su intervención la presidenta electa recordó las cantidades de vituperios, calumnias, mentiras y campaña sucia que recibió durante los meses pasados, señalamientos de parte de una sociedad machista, misógina y patriarcal que descalificó su intención de ir por la presidencia. Sin embargo, aún con toda esa andanada de infundios, la sociedad dejó claro el 02 de junio que es tiempo de mujeres, de transformación.
Y es que el hecho de que hoy tengamos a una mujer como Presidenta después de 200 años de figuras presidenciales masculinas es gracias a la lucha de mujeres y hombres. Como explicó la presidenta electa a los hombres sí se les ha dado el reconocimiento, desde la primaria nos han enseñado la vida de los héroes de la Patria, pero poco se ha dicho de las mujeres heroínas que han sido olvidadas y no reconocidas en su mayoría por el solo hecho de ser mujeres.
Y precisamente la doctora Claudia Sheinbaum recordó a estas heroínas: Leona Vicario, María Gertrudis Armendáriz, Gertrudis Bocanegra, Margarita Maza de Juárez, Ignacia Riesch, Carmen Serdán, a las hermanas Narváez, Sara Pérez, Matilde Montoya, Juana Belén, Hermila Galindo, Dolores Jiménez y Muro, Agustina Ramírez Heredia, Elvia Carrillo Puerto, Sor Juana y muchas más que murieron en la lucha y hoy permanecen en el anonimato quizá porque no pertenecían a la clase pudiente en la época que vivieron, inmersas en un sistema patriarcal que las condicionaba a quedarse en bajo perfil y que no las dejó brillar porque eran mujeres.
Claudia Sheinbaum habló también de las mujeres que abrieron camino y de quienes hay que reivindicar su lucha: ferrocarrileras, sindicalistas, maestras médicas, estudiantes, mujeres del colectivo Eureka, las costureras que lucharon por sus derechos laborales luego del sismo de 1985, de las mujeres que han luchado por otras mujeres y las que han luchado en silencio contra la violencia familiar. Todas ellas abrieron brecha aún en los momentos más difíciles.
La referencia a todas estas mujeres y colectivos no es retórica. El discurso de Claudia Sheinbaum es un preparativo a la sociedad mexicana de lo que viene porque una mujer ocupará el máximo puesto de este país. Es algo inédito y hay que decirlo, dará mucho de qué hablar porque una mujer actúa y piensa distinto a un hombre. Como lo dijo en su discurso, la tacharon de ser una “calca” del presidente López Obrador y los ataques y cuestionamientos van a seguir ¿Qué haremos las mujeres al respecto? ¿Quedarnos calladas? No lo creo, eso sería una regresión.
La doctora Sheinbaum encarna el anhelo de nuestras abuelas de tener a una mujer al mando y con ella vendrá una serie de cambios que, si los internalizamos como sociedad, pueden ser muy benéficos y pueden ayudar a superar las brechas que hay entre hombres y mujeres en diversos ámbitos, pero también a superar el machismo que ha tenido como consecuencia la pérdida del talento femenino en todas las esferas.
Preparémonos porque es tiempo de mujeres y no vamos a desperdiciar esta oportunidad.
