La diputada Dolores Padierna Luna (Morena), vicepresidenta de la Mesa Directiva, aseguró que al convertirse Oaxaca en el primer estado del país en prohibir la venta directa de alimentos “chatarra” a menores de edad, “inició un cambio de fondo en la estrategia de salud que permitirá combatir la obesidad infantil y otras enfermedades que hoy son un lastre en el Sistema de Salud Pública”.
En un comunicado, la legisladora federal destacó que, de manera histórica, el Congreso de Oaxaca, y a iniciativa del Grupo Parlamentario de Morena, aprobó una ley para prohibir la venta directa a menores de bebidas azucaradas y comida chatarra.
Padierna Luna afirmó que el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ya puso en marcha la estrategia nacional para una alimentación sana, la cual contempla el nuevo etiquetado frontal, la lactancia materna, la alimentación culturalmente apropiada, la generación de hábitos saludables y la reducción del consumo de alimentos industrializados.
Dijo que la pandemia del Covid-19 ha revelado cómo la salud deteriorada de una población tiene grandes y adversas consecuencias sobre la capacidad de resistir una enfermedad infecciosa.
Al respecto, citó que en México la fuerza de la pandemia ha colocado en el debate tanto las causas de nuestra mala alimentación como las medidas para erradicarla.
Mencionó que el 75% de los adultos presenta obesidad y sobrepeso, “mientras que México ocupa el vergonzoso primer lugar mundial en obesidad infantil. Y todo ello es consecuencia de décadas de promover el consumo de refrescos y de comida chatarra”.
“Había una clara colusión de los gobiernos anteriores con las industrias refresqueras y de productos de bajo o nulo valor nutricional. Ejemplos sobran. Baste decir que durante el gobierno de Felipe Calderón se permitió que la industria refresquera bloqueara una campaña que se llamaba “La jarra del buen beber” que recomendaba no tomar bebidas azucaradas”, acotó.
En 2010, abundó la legisladora federal, los consorcios empresariales impidieron que la comida chatarra fuera prohibida en las escuelas públicas y en el 2014 lograron un etiquetado frontal que sólo engañaba a la población.
“Por ello la responsabilidad de los exsecretarios de Salud es enorme, porque más de la mitad de la mortandad general, es decir, más de 300 mil muertes al año se derivan de una mala alimentación. Y los del viejo régimen han ocupado millones y millones de pesos en orquestar duras campañas contra el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, quien de manera reiterada ha señalado la necesidad de cambiar el modelo alimenticio que impusieron las empresas refresqueras y de comida chatarra para privilegiar el derecho a la salud de la población por encima de las ganancias de esas industrias”, concluyó.