Indígenas de la sierra de Chihuahua atraviesan una dura crisis alimentaria porque no han podido cosechar y sus reservas son insuficientes, sumado a la falta de ingresos ocasionada por el coronavirus.
La Fundación Sierra Tarahumara AC expuso que durante 2020 la sequía dejó a las distintas etnias en una mayor vulnerabilidad, pues su única fuente de ingresos se vio severamente afectada por la sequía que enfrenta el estado y la pandemia sólo ha profundizado la situación de pobreza en que se encuentran.
La asociación refiere que la misma Organización de las Naciones Unidas clasificó a la sierra Tarahumara como una de las zonas de más alta marginación en el mundo.
“Pedimos ayuda para los que vivimos en la sierra Tarahumara. No ha llovido y no se levantó todo lo que se sembró”, dijo Lorena Ramírez, medallista indígena de ultramaratón, quien fue portada en 2019 de la revista Vogue México, e inspiración para un documental realizado por Netflix sobre la atleta rarámuri que recorre el mundo con sus pies ligeros.
La joven, quien es una de las más de 67 mil mujeres indígenas del estado, habita con su familia en Sisoguichi, donde ha vivido felizmente pese a las circunstancias de pobreza a las que se ha enfrentado.
Lorena Ramírez señaló que la población de este punto de la zona serrana se encuentra sin alimento, no hay cosecha y no saben cuándo tendrán lo que en otros años.
Su hermano Silvino, quien también es maratonista, dijo que la situación económica es preocupante. “Este año es difícil porque no ha llovido suficiente y vivimos de la lluvia. La cosecha no dio ni la mitad de lo de que levantamos en otros años”.
Silvino, quien también se dedica al campo, dice que esta actividad la aprendió desde muy pequeño de su padre y que le gusta su trabajo, además de que es la única forma de sustento que tiene.
De acuerdo con los indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México, basada en la última encuesta intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la población indígena en el estado está conformada por más de 120 mil habitantes, de los cuales sólo 22 por ciento cuenta con servicio médico.
Jesús Provencio Nohemi, miembro del Colegio de Nutriólogos de Chihuahua, dijo que se habla de que más de 60 por ciento de la población indígena presenta anemia severa y/o desnutrición prolongada, lo cual los lleva a padecer tuberculosis y quienes se ven más afectados son mujeres menores de 30 años, así como niñas y niños de seis a 12 años.
El nutriólogo indicó que los municipios en los que se han detectado más casos de desnutrición prolongada son Uruachi, Guadalupe y Calvo, Bocoyna, Moris, Urique, Guazapares, Batopilas, Balleza, Guachochi, Carichí, Chínipas, Gómez Farías y Guerrero.
En los últimos años se han sumado padecimientos derivados de la mala alimentación de los que, si bien no se tiene registro oficial, han quedado a la luz por estudios e investigaciones que se llevan a cabo por agrupaciones o asociaciones como el Colegio de Nutriólogos de Chihuahua.
Provencio Nohemi explicó que estos nuevos padecimientos obedecen a un cambio cultural de la etnia rarámuri, pues no sólo aquellos que emigran a zonas urbanas han modificado su tipo de alimentación, sino también quienes permanecen en municipios serranos.
“Algunos indígenas comienzan a presentar sobrepeso, pese a tener anemia o desnutrición, por la gran cantidad de alimentos compuestos de calorías ‘vacías’, señaló el especialista en nutrición.
El cambio de hábitos alimentarios comenzó a notarse con más fuerza hace cinco años, pero fue en 2017 cuando la mala alimentación se reflejó en la salud de la etnia tarahumara, explicó el nutriólogo.
La Fundación Sierra Tarahumara trabaja en apoyo a las inmediaciones de Sisoguichi a través de la campaña Por una Tarahumara sin Hambre, que aunque en este momento se enfoca en dicho municipio, hay otros puntos enclavados en la sierra que pasan por la misma situación de emergencia alimentaria.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que a nivel nacional los problemas que afectan a los pueblos indígenas en condiciones de pobreza y exclusión social no son distintos a los de Chihuahua, donde prevalece la desnutrición crónica y la anemia.
Con información de: El Sol de México