Francia, España, Alemania, Países Bajos e Irlanda fueron los últimos países en sumarse a la lista de Estados que decidieron suspender temporalmente la administración de la vacuna británica debido a los casos de posibles coágulos en la sangre tras su aplicación en algunos pacientes. Desde Reino Unido y la misma farmacéutica, mantienen que el medicamento es “seguro”.
Varios países europeos han mostrado su temor y dudas respecto a la seguridad de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford después de detectarse algunos casos de coagulación de sangre en personas recién vacunadas. Los últimos países en sumarse a la creciente lista de suspensiones de la vacuna fueron Francia, España, Alemania, Irlanda y Países Bajos.
La suspensión temporal y cautelar se da como vía de precaución extrema ante lo que consideran que puede ser un efecto secundario grave, sin embargo no se ha logrado demostrar que la coagulación esté relacionada con la vacuna y tanto el ente regulador sanitario británico como la farmacéutica han salido en defensa de su producto.
El presidente Emmanuel Macron confirmó este 15 de marzo que Francia suspendió el uso de la vacuna en cuestión “hasta mañana por la tarde”, para darle tiempo a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de emitir una opinión.
España hizo lo propio pero anunció que el veto se extenderá por 15 días hasta que el regulador europeo se pronuncie, dijo Carolina Darias, ministra de Sanidad.
Alemania también se sumó a la lista de suspensiones temporales de las dosis de AstraZeneca, según pudo confirmar su ministro de Salud. Esto supondría un duro golpe de credibilidad para la compañía porque Alemania es la principal potencia de la Unión Europea y el país más poblado del continente.
Países Bajos suspendió la aplicación de la vacuna hasta el próximo 28 de marzo con el objetivo de aguardar a que salgan más estudios que disipen o confirmen las dudas sobre el medicamento.
Las sospechas llegaron después de que la Agencia Neerlandesa de Medicamentos (ANM) recibiera documentación de Dinamarca y Noruega, donde también se ha suspendido la aplicación de esta vacuna.
“Siempre debemos pecar de cautelosos, por lo que es aconsejable presionar el botón de pausa ahora como medida de precaución”, dijo el ministro neerlandés de Sanidad en funciones, Hugo de Jonge, según recogió la agencia de noticias EFE. A esto se sumará el seguimiento exhaustivo de todos aquellos ciudadanos que hayan recibido esta vacuna y puedan presentar síntomas.
Una situación similar vivió Irlanda, después de que su agencia de medicamento recibiera los mismos informes de Noruega y Dinamarca. En este país insular se suspendió de forma automática la vacunación de 30.000 personas por prevención, aunque aseguran que esto no afectará los ritmos de vacunación en cómputos generales.
En Irlanda se han administrado unas 110.000 dosis de AstraZeneca, lo que supone aproximadamente el 20 % del total del país.
Mientras la lista de países que apuestan por la prudencia y suspenden el medicamento se amplía, la EMA anunció que celebrará una reunión extraordinaria para tratar el tema este 18 de marzo, pero insistió en que la vacuna trae más beneficios que riesgos.
Con información de: France 24