El ex gobernador de Puebla Mario Marín Torres permanecerá en prisión y su situación jurídica se resolverá el próximo miércoles, cuando el juez segundo de distrito en materia penal federal, con sede en Quintana Roo, Gerardo Vázquez Morales, determine si le dicta formal prisión o auto de libertad por su presunta responsabilidad en el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.
Araceli Andrade, defensora de Cacho, dijo que el juez negó el beneficio de prisión domiciliaria que pidió Marín, quien dijo sentir dolor en los riñones, tener edad avanzada y síntomas que podrían ser de Covid-19.
Ante los argumentos del priísta, señalado de brindar protección a integrantes de una red de pornografía y pederastia, el juzgador ordenó al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Cancún, que le den atención médica.
El ex mandatario fue ingresado el miércoles al Cereso, tras ser detenido en Acapulco, Guerrero. Así, fue puesto a disposición del juez federal.
Este proceso penal se desarrollará conforme al viejo sistema de justicia penal. Por ello ayer sólo se procedió a la toma de declaración preparatoria (en la cual se reservó su derecho a declarar), conoció la imputación en su contra y ante su solicitud, el plazo para que se defina su situación jurídica se amplió a 144 horas. La defensa del ex gobernador tendrá tiempo para obtener copias de la causa penal 26/2018.