El estado de salud del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mejora mientras es tratado por COVID-19 en un hospital militar, dijeron los médicos que lo atienden, que agregaron que podría volver a la Casa Blanca tan pronto como el lunes.
Los médicos informaron que le dieron oxígeno dos veces a Trump, el jueves y el viernes, y le han administrado dexametasona. El tranquilizador reporte médico del domingo llegó un día después de una serie de mensajes contradictorios de la Casa Blanca que causaron una gran confusión sobre el estado de salud del mandatario.
“El paciente sigue mejorando. Se ha mantenido sin fiebre desde el viernes por la mañana y sus signos vitales están estables”, dijo el doctor Sean Dooley a periodistas en el Centro Médico Militar Walter Reed, donde el mandatario está siendo tratado desde el viernes.
El mandatario también está recibiendo un tratamiento experimental, REGN-COV2 de Regeneron, con zinc, Vitamina D, melatonina y aspirinas, de acuerdo a sus médicos.
Trump difundió el sábado un vídeo de cuatro minutos en el que decía que la “verdadera prueba” sobre su estado de salud vendría en los próximos días.
“Dentro de unos días supongo que será la verdadera prueba, así que veremos qué pasa en esos próximos días”, dijo Trump mirando a cámara, luciendo un aspecto cansado y usando una chaqueta y camisa de cuello abierto.
El contagio de Trump ha dado un vuelco a la campaña electoral antes de las elecciones presidenciales de noviembre y ha puesto de relieve la gestión de la pandemia por parte del republicano, que va a la zaga de su rival demócrata Joe Biden en las encuestas de opinión.
Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el domingo mostró que Biden habría ampliado su ventaja a 10 puntos porcentuales sobre Trump a nivel nacional, un poco más de lo que ha sido en los últimos dos meses. En tanto, alrededor del 65% de los estadounidenses dijeron que el mandatario probablemente no se habría infectado si se hubiera tomado el virus más seriamente.
Trump ha minimizado repetidamente la amenaza de la pandemia, incluso cuando ha causado la muerte de más de 208.000 estadounidenses y ha golpeado con dureza a la economía del país.
“Dentro de unos días supongo que será la verdadera prueba, así que veremos qué pasa en esos próximos días”, dijo Trump mirando a cámara, luciendo un aspecto cansado y usando una chaqueta y camisa de cuello abierto.
El contagio de Trump ha dado un vuelco a la campaña electoral antes de las elecciones presidenciales de noviembre y ha puesto de relieve la gestión de la pandemia por parte del republicano, que va a la zaga de su rival demócrata Joe Biden en las encuestas de opinión.
Un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el domingo mostró que Biden habría ampliado su ventaja a 10 puntos porcentuales sobre Trump a nivel nacional, un poco más de lo que ha sido en los últimos dos meses. En tanto, alrededor del 65% de los estadounidenses dijeron que el mandatario probablemente no se habría infectado si se hubiera tomado el virus más seriamente.
Trump ha minimizado repetidamente la amenaza de la pandemia, incluso cuando ha causado la muerte de más de 208.000 estadounidenses y ha golpeado con dureza a la economía del país.
En cuestión de minutos, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, dio una valoración menos optimista, diciendo: “Los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en términos de su cuidado. No nos encontramos todavía en un camino claro hacia una recuperación completa”.
Meadows, cuyos comentarios iniciales fueron realizados a condición de que no fuera identificado, alteró su tono horas más tarde, diciendo a Reuters que Trump lo estaba haciendo “muy bien” y que “los médicos están muy contentos con sus signos vitales”.
Meadows no aclaró la discrepancia en sus comentarios. Un asesor de Trump que habló bajo condición de anonimato dijo que el presidente no estaba contento al enterarse de los comentarios iniciales de Meadows.
Funcionarios en Washington han descrito el traslado a Walter Reed como una medida de precaución y dijeron que Trump se quedaría varios días.
En cuestión de minutos, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, dio una valoración menos optimista, diciendo: “Los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en términos de su cuidado. No nos encontramos todavía en un camino claro hacia una recuperación completa”.
Meadows, cuyos comentarios iniciales fueron realizados a condición de que no fuera identificado, alteró su tono horas más tarde, diciendo a Reuters que Trump lo estaba haciendo “muy bien” y que “los médicos están muy contentos con sus signos vitales”.
Meadows no aclaró la discrepancia en sus comentarios. Un asesor de Trump que habló bajo condición de anonimato dijo que el presidente no estaba contento al enterarse de los comentarios iniciales de Meadows.
Funcionarios en Washington han descrito el traslado a Walter Reed como una medida de precaución y dijeron que Trump se quedaría varios días.
Con Trump fuera de la campaña indefinidamente, su equipo anunció la “Operación MAGA”, basada en su eslogan “Make America Great Again”, que contará con aliados de alto perfil incluyendo al vicepresidente Mike Pence y a los hijos mayores de Trump, Donald Jr. y Eric, tomando el control de la campaña en persona esta semana.
Pence, que dio negativo al virus, debatirá con la candidata demócrata a la vicepresidencia Kamala Harris el miércoles.
Biden, que evitó en gran medida las críticas directas a Trump durante un viaje de campaña a Michigan el viernes, adoptó un tono más agresivo el sábado al hablar con un sindicato de trabajadores del transporte, aunque le deseó lo mejor.
“Estoy en un pequeño aprieto, porque no quiero estar atacando al presidente y a la primera dama ahora”, dijo Biden, y añadió que esperaba que Trump y su esposa Melania, que también está enferma, se recuperaran completamente.
Biden, sin embargo, se refirió rápidamente a la respuesta de Trump a la pandemia, calificándola de “intolerable” y criticando el comentario del presidente en una entrevista este verano boreal de que “es lo que es” cuando se le preguntó sobre el número de muertos.
Otros republicanos destacados también han dado positivo en pruebas de coronavirus desde el anuncio de Trump, incluyendo a los senadores republicanos Mike Lee, Thom Tillis y Ron Johnson, el ex consejero principal de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, y el ex gobernador de Nueva Jersey Chris Christie.
Con información de: Reuters