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Restos de un mastodonte son hallados en Puebla

Una familia que construía un horno de cal en Puebla descubrió restos óseos y un par de colmillos de un mastodonte de más de 10.000 años de antigüedad, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

 El hallazgo del par de colmillos de casi 2,5 metros y de diversos huesos de esqueleto y cráneo fue reportado al el pasado 17 de septiembre al INAH.

 Un grupo de expertos del INAH visitó el lugar para determinar la autenticidad de los restos óseos y tras una primera revisión, decidieron acordonar la zona para proceder a la extracción de todas las piezas para su estudio.

 Al revisar el lugar del hallazgo establecieron un área de 20 metros cuadrados en donde suponen que se encuentra el resto del esqueleto del mastodonte, un mamífero del género Proboscídeos pariente de los mamuts.

 En primera instancia suponen que el cráneo del mastodonte está recostado sobre uno de sus colmillos; otra teoría es que pudiera ser que el animal estuviera partido en dos por el movimiento de la tierra en el tiempo y una tercera es que podrían ser dos animales de la misma especie.

 El paleontólogo Iván Alarcón Durán, del INAH, dijo que desde que arribaron al lugar se tiene descubierta la mandíbula y una defensa (colmillo).

 “Actualmente se tiene ya descubierto una defensa más y varios huesos que probablemente estén asociados al proboscidio, preliminarmente, con las características del molar que se logran observar en la mandíbula, coinciden con un mastodonte, lo que refiere a la especie de mamut americano, es parecido al mamut pero más pequeño, pero las defensas son diferentes”, dijo.

Alarcón Durán refirió que en la zona del descubrimiento se tiene conocimiento que son parte de la fauna del Pleistoceno tardío, por lo que de confirmarse que los fósiles corresponden a un mastodonte sería un gran hallazgo, debido a que sería el segundo en la región.

Sergio Juárez Cruz, investigador arqueólogo del INAH, dio a conocer que se desconoce el tiempo que se podría tardar en desenterrar los restos.  Indicó que en caso de que la autoridad local o la población reclame las piezas se pueden entregar para que se puedan exhibir a los visitantes en lugares especiales para evitar su deterioro.  No obstante, de no ser así, quedarían a resguardo en la Colección Científica del INAH.

Con información de Agencia EFE.

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