Una sonda solar construida por la Agencia Espacial Europea (ESA, por su sigla en inglés) y la NASA logró las fotos más cercanas jamás tomadas de la superficie del Sol, revelando un paisaje con miles de pequeñas “fogatas” que ofrecen pistas sobre el extremo calor de la parte más externa de su atmósfera.
“Cuando llegaron las primeras imágenes, mi primer pensamiento fue ‘esto no es posible, no pueden ser tan buenas’”, dijo David Berghmans, investigador principal de la cámara ultravioleta de la nave Solar Orbiter en el Observatorio Real de Bélgica, a los medios el jueves.
La nave, lanzada desde Florida en febrero, obtuvo las imágenes a fines de mayo usando la Cámara Ultravioleta Extrema cuando orbitaba a casi 77 millones de kilómetros de la superficie del Sol, más o menos a medio camino entre la estrella y la Tierra.
Se cree que las “fogatas” son pequeñas explosiones -llamadas nanoestallidos- y podrían explicar por qué el escudo exterior del Sol, la corona, es 300 veces más caliente que la superficie del astro. Los científicos están a la espera de más datos del resto de instrumentos de la nave para estar más seguros.
“Nunca hemos estado más cerca del Sol con una cámara y esto es solo el comienzo del largo y épico viaje del Solar Orbiter”, dijo Daniel Müller, científico del proyecto en la ESA.
Los científicos han recurrido por lo general a telescopios en la Tierra para obtener primeros planos de la superficie del Sol, pero la atmósfera terrestre limita la cantidad de luz visible necesaria para lograr vistas tan íntimas como las obtenidas por la Solar Orbiter.
La misión principal de la Solar Orbiter es examinar las regiones polares del Sol, lo que ayudará a los investigadores a entender los orígenes del viento solar, partículas cargadas que cruzan nuestro Sistema Solar y afectan a los satélites y a los aparatos electrónicos en la Tierra.