Es necesario cambiar el modelo de ciencia, tecnología e innovación que predominó en México a lo largo del periodo neoliberal, donde el conocimiento fue considerado una mercancía, así lo plantearon renombrados académicos e investigadores durante su participación en la mesa de diálogo Innovación, financiamiento y acceso universal a la ciencia, organizada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Los conferencistas celebraron que el nuevo régimen tenga una perspectiva distinta y que se favorezca el interés colectivo, el bienestar del pueblo y el acceso democrático al conocimiento.
Al dar la bienvenida, la Dra. Aideé Orozco Hernández, directora adjunta de Desarrollo Tecnológico e Innovación del Consejo, explicó los atributos del Programa Estratégico Nacional de Tecnología e Innovación Abierta PENTA y enfatizó que el nuevo Conacyt ha emprendido un proceso de transformación del sector CTI, incorporando los principios éticos de compromiso social y ambiental.
El Dr. Benjamín Mayer Foulkes, director fundador del Instituto de Estudios Críticos, destacó la viabilidad del modelo pentahélice explicado antes por la Dra. Aideé Orozco y consideró que la inclusión de conceptos nodales como “sociedad” y “ambiente” proporcionan al esquema PENTA un balance equilibrado y positivo para el desarrollo responsable de la innovación en México. Sin embargo, consideró que el gran reto consistirá en identificar los mecanismos idóneos para poder incorporar este nuevo paradigma y que realmente sustituya al modelo que dominó en el país durante un largo periodo de tiempo.
El Mtro. Juan Manuel Martínez Louvier, director general del Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), relató que a lo largo de los últimos 30 años se registró en México un adelgazamiento dramático del sector público, mientras que se fortaleció a la iniciativa privada. Lo anterior se tradujo en una transferencia de poder que, entre otras cosas, propició que se recrudeciera la desigualdad social y el nulo aprovechamiento de los espacios de innovación científico-tecnológica con los que cuenta el país. “Si nuestras comunidades no saben siquiera el valor biológico, mineral y de producción energética que tienen, no van poder generar valor sobre ellas. Por eso es tan importante la reconversión del Conacyt, para que pueda ser el puente del Estado con sus investigadores para llevar mejores métodos, mejor ciencia y tecnología a donde es tan necesaria”, puntualizó.
En tanto, la Dra. Mercedes Guadalupe López Pérez, investigadora del CINVESTAV Irapuato, aseguró que durante el régimen anterior predominó en el Conacyt un rechazo injustificado hacia algunas líneas de investigación, lo que provocó que muchas investigadoras e investigadores buscaran alternativas de financiamiento en el sector privado.
El Dr. Ricardo Tena Núñez, profesor de posgrado en el IPN, avaló cambiar la lógica neoliberal, elitista y mercantil que predominó en el sector de CTI, por otra centrada en la calidad, la ética, el bienestar y la apropiación social el conocimiento. También sostuvo que es momento de revalorar y reposicionar el capital científico-cultural que se genera en las instituciones públicas de educación superior, así como dimensionar el rol prioritario que tienen dichas instituciones en la producción, reproducción, innovación y aplicación del conocimiento científico y tecnológico que, finalmente, es patrimonio del país.
Por su parte, la Dra. Rosa Isela Ortíz Basurto, investigadora del Instituto Tecnológico de Tepic, afirmó que México enfrenta grandes retos en el sector de CTI y recomendó dinamizar al gran aparato científico-tecnológico del país mediante nuevos mecanismos de vinculación que permitan el aprovechamiento óptimo de los recursos para, desde ese punto de partida, generar innovación. Dijo que es indispensable afinar las estrategias de generación de nuevo conocimiento, a través de la investigación básica y de frontera, y que este sirva de soporte para la solución de los grandes problemas de México.
Finalmente, el Dr. Francisco López Bárcenas, abogado y asesor en temas agrarios, destacó que México es una nación multicultural con una importante gama de culturas indígenas que, históricamente, han contribuido con sus saberes milenarios y su trabajo al sustento de la nación. En este sentido, propuso valorar y dignificar el conocimiento tradicional desde las nuevas políticas implementadas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Con información de: Conacyt, Comunicado 114
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