Desde la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), celebramos el reconocimiento de la Presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo sobre la necesidad de avanzar hacia un marco regulatorio nacional para los vehículos motorizados de dos y tres ruedas con una perspectiva de seguridad vial.
Desde 2024, las autoridades que integran esta Asociación han trabajado, con acompañamiento técnico del Instituto de Recursos Mundiales WRI México (Secretariado Técnico de la AMAM), en desarrollar diagnósticos y propuestas que respondan al crecimiento acelerado en muertes y lesiones graves de motociclistas, el único grupo de usuarios de la vía donde la tendencia de mortalidad ha aumentado de forma sostenida en los últimos 10 años, de acuerdo con datos de STCONAPRA. Actualmente, una de cada tres muertes por hechos de tránsito corresponde a personas que se desplazaban en motocicleta, lo cual supera por mucho al porcentaje que representan en el reparto modal. Este reto nos obliga a tomar acciones decisivas y dirigidas, con base en evidencia y mejores prácticas, en alineación con el enfoque de Sistemas Seguros reconocido en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial de México.
La seguridad vial es un ámbito que parte del reconocimiento de la corresponsabilidad para el diseño de soluciones efectivas. Los estados y municipios tenemos la responsabilidad de generar infraestructura que proteja a las personas más vulnerables de la vía, así como de establecer velocidades de circulación seguras y regular las conductas de riesgo de las personas conductoras de manera sistémica. El Gobierno Federal cuenta con la responsabilidad de asegurar que los vehículos que circulan en las calles son seguros y las normas de diseño y señalización atiendan los nuevos desafíos. Actualmente, México no cuenta con ninguna norma técnica que regule a los vehículos de dos y tres ruedas en sus elementos de seguridad o sus emisiones, como sí sucede ya con automóviles y vehículos pesados. El reto es conjunto, compartido y debe articular los diversos instrumentos de política regulatoria, desde la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial y las normas oficiales hasta las leyes estatales y reglamentos municipales.
Respaldamos el impulso a trabajar de manera coordinada por un marco regulatorio nacional que articule esfuerzos entre federación, estados, municipios y sector privado, y que permita ordenar las vialidades, promover la conducción responsable y asegurarse de que los vehículos que circulan en nuestras calles son seguros.
Desde la AMAM, contamos con experiencia técnica y territorial para aportar a la discusión sobre la regulación adecuada para atender este reto común que estamos enfrentando y estamos listos para trabajar de manera conjunta con los equipos que encabeza el secretario Marcelo Ebrard Casaubón en Secretaría de Economía, la secretaria Edna Vega Rangel Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (quien hoy preside el Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial), el secretario Jesús Antonio Esteva Medina en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y con el Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, con la finalidad de construir un proceso de regulación que coloque la vida y la salud de las personas en el centro.
El aumento en el uso de vehículos motorizados de dos y tres ruedas no tiene por qué ir aparejado de un aumento en la siniestralidad, y tenemos una oportunidad de revertir esta tendencia si actuamos de forma coordinada y con base en información técnica.




