El Presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer las acciones de la Estrategia Nacional de Lectura, un programa con el que se busca fomentar este hábito en la población de todas las edades.
AMLO compartió con los asistentes a este acto en Palacio Nacional, la importancia que ha tenido la lectura en su vida:
“Empecé a leer con los libros de texto. Empezaron a aparecer cuando inicié mis estudios en las primaria, y todo esto siempre está vinculado al noble oficio de la política. Estos libros de texto se distribuyeron por un buen presidente, Adolfo López Mateos. Cuando se tomó la decisión hubo oposición, resistencia y protestas, sin embargo se estableció la entrega gratuita de los libros de textos”.
AMLO agregó que pudo conocer a Juan Rulfo y Gabriel García Márquez y dijo que para hacer política lo ideal es tener una buena formación teórica y una muy buena experiencia de trabajo con la gente. Además de conocer la historia de México, para lo cual ha sido fundamental la lectura.
Beatriz Gutiérrez, quien presidneta del Consejo Honorífico de la Memoria Histórica de México, agregó que uno de los objetivos de la estrategia es convertir la lectura en una actividad de placer y no en un acto punitivo. Puntualizó que la lectura está encaminada a la paz, y se necesita leer para alcanzarla.
Gutiérrez Müller dijo también que hay muchos lectores en el país, pero también hay literatura barata y se necesita cambiar ese rostro. Dejar un poco el mundo materialistas e incursionar en este mundo de las letras:
Como parte de la estregaría “haremos leer a gobernadores, a presidentes municipales y artistas. Cuentos, literatura que se buscará recuperar, incluso literatura amena como la ciencia ficción”.
La Estrategia Nacional e Lectura estará bajo la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, encabezada por Eduardo Villegas Megías y consiste en invitar a realizar el servicio social de estudiantes universitarios en una biblioteca pública y está basado en tres ejes centrales: formativo, material y persuasivo, mediante los cuales se pretende un proceso de creación de hábitos de lectura.
El primer eje, formativo, agrupa las acciones que se proponen o contribuyen a formar hábitos de lectura. Ello, dado que los “hábitos de lectura, como la mayoría de nuestros hábitos, se forman durante la infancia y la adolescencia”. En este eje participan la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la red de bibliotecas.
De tal suerte que se buscara atender los tres factores que inciden en la sedimentación y refuerzo de las prácticas lectoras: población infantil, el entorno familiar y docente.
Mediante el segundo eje, denominado material, se pretende que quien tenga ganas de leer pueda hacerlo, ya sea porque conoce dónde hay una biblioteca cercana, con personal capacitado y un acervo acorde; porque tiene la posibilidad y las facilidades para adquirir los títulos de su preferencia o bien, porque las nuevas tecnologías ofrecen textos atractivos, aquí participará el Fondo de Cultura Económica o el Metro de la Ciudad de México.
“El desafío es gigantesco, no sólo por las diferencias socioeconómicas del país, sino por la complejidad religiosa, étnica y multicultural, y la asignatura pendiente es integrar en esta estrategia justamente las lenguas originarias”, enfatizó.
“El tercer eje lo llamamos persuasivo, en cuanto que tiene como meta resignificar en el imaginario colectivo el hecho mismo de la lectura. El punto es posicionar todas las ventajas del mundo escrito tanto para el buen desarrollo individual como para el conjunto social”, añadió el coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México, que contará con la participación de Canal 11 y Radio Educación, o empresas privadas como Google.
Villegas hizo un llamado a gobernadores, rectores y legisladores, así como la ciudadanía en general a sumarse a las acciones en pro de la lectura”, pues el país ha dedicado muchísimos recursos para aumentar la comprensión de textos, las pruebas nacionales e internacionales muestran muy pocos avances en términos de comprensión lectora.
Incluso, dentro de la región de Latinoamérica nos encontramos lejos de los primeros lugares, indicó al destacar sin embargo que los esfuerzos han sido insuficientes y lo seguirán siendo mientras estas acciones se lleven a cabo de manera aislada como venía sucediendo hasta tiempos recientes.
“La señal era clara en ese momento como lo es ahora, existe interés al más alto nivel por conseguir un cambio profundo en la situación de la lectura en México”, dijo.
Recordó que la Estrategia Nacional de Lectura no es un programa con un presupuesto anual y reglas de operación, sino la instancia que busca cobijar, inducir y hacer visible todas las acciones que se llevan a cabo a propósito de la lectura.
La idea que da vida a esta estrategia surge del anuncio de los 100 compromisos de gobierno que anunció el propio presidente de la República el 1 de diciembre de 2018, comentó.
Se trata, puntualizó, de conocer, analizar y aprovechar de la mejor manera los recursos públicos y privados que se destinan para que nos convirtamos en una sociedad plena en sus facultades intelectivas y creadoras.