El presidente Donald Trump está “furioso” porque Ford, Volkswagen, BMW y Honda llegaron a un acuerdo con el estado de California para reducir de manera constante la cantidad de contaminación emitida por sus nuevos automóviles, esto de acuerdo con información publicada por The New York Times. El acuerdo contradice directamente (y es una amenaza potencial) contra uno de los esfuerzos más importantes de su administración: revertir los altos estándares establecidos por la Agencia de Protección Ambiental bajo el mandato de Barack Obama .
El NTY dio a conocer que Trump convocó a otros fabricantes de automóviles como: General Motors, Fiat Chrysler y Toyota, a la Casa Blanca para presionarlos a seguir el plan de su administración.
El nuevo acuerdo con California mantiene a esos cuatro fabricantes de automóviles (y a cualquier otro que se una al pacto) a un estándar similar al establecido por la EPA de Obama. Los fabricantes de automóviles tendrían que disminuir las emisiones totales de sus flotas de vehículos nuevos hasta el año modelo 2026, lo que a su vez hará que los autos nuevos sean más eficientes en combustible. Dado que otros estados siguen el liderazgo de California en materia de regulación aérea, el acuerdo tiene el potencial de dividir el mercado si la administración Trump promulga una regla federal con estándares más bajos. El informe del NYT también menciona a Mercedes-Benz como el próximo fabricante de automóviles con más probabilidades de unirse a los otros cuatro en el pacto.
Antes de que tomara posesión, los fabricantes de automóviles presionaron a Trump para que relajara las medidas impuestas por el gobierno de Obama porque les obligaba a realizar fuertes inversiones en mejoras tecnológicas y en abril de 2018, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), propusieron de manera conjunta limitar los requisitos de ahorro de combustible a un promedio de 37 millas (50 kilómetros) por galón a partir de 2020. En el plan de Obama, el ahorro de combustible en todo el parque automotriz habría aumentado gradualmente a aproximadamente 47 millas por galón para 2025. La meta final, que era una economía de combustible promedio de más de 50 millas por galón en 2026.
Trump también se propuso revocar la Ley de Aire Limpio del estado de California que le daba capacidades para establecer normas más estrictas que las federales que le permite limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, así como poder regular la venta de vehículos eléctricos.
La administración Trump construyó su propuesta en torno a la idea de que los altos estándares de la era de Obama harían que los autos nuevos fueran más caros, lo que obligaría a los consumidores a comprar autos más antiguos o quedarse con el que ya poseen. Dado que los automóviles más antiguos son típicamente menos eficientes y no tienen las características de seguridad de los más nuevos.
Sin embargo, algunos expertos no están de acuerdo con los cálculos de la administración Trump y sostienen que cualquier ahorro potencial en el precio de etiqueta de los autos nuevos probablemente se compensaría con el aumento en el costo del combustible durante la vida útil de esos vehículos, incluso si los precios de la gasolina se mantienen bajos. Con autos menos eficientes en combustible, la reversión también podría introducir cientos de millones de toneladas métricas de CO2 en el aire y aumentar el consumo de petróleo en más de mil millones de barriles, según las propias estimaciones de la EPA.
Hoy por la mañana Trump publicó un tuit en donde dijo que le está dando a las “compañías de automóviles políticamente correctas” la opción de reducir el precio promedio de un automóvil en “más de $ 3000, al mismo tiempo que hace que los automóviles sean sustancialmente más seguros” (aunque la propuesta de la EPA y la NHTSA no tiene nada que ver con hacer que los autos nuevos sean más seguros) a cambio de “muy poco impacto en el medio ambiente”. Por último llamó a los ejecutivos automotrices “tontos”, aunque no está explícitamente claro si se refería al ejecutivos de Ford, Volkswagen, BMW y Honda.
My proposal to the politically correct Automobile Companies would lower the average price of a car to consumers by more than $3000, while at the same time making the cars substantially safer. Engines would run smoother. Very little impact on the environment! Foolish executives!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 21, 2019
Se espera que la EPA y la NHTSA revelen la versión final de la propuesta de Trump en este año, pero The New York Times informa que los miembros del personal de esas agencias están “luchando por armar un análisis científico y técnico coherente para cambiar las reglas”.