¿Cómo sería la narrativa sobre la sucesión presidencial en los medios de comunicación si el sucesor de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se llamara Claudio y no Claudia? La respuesta es simple: muy diferente.
Este martes 2 de julio la virtual presidenta electa fue cuestionada sobre la narrativa en donde analistas y opositores la califican de “copia” o “títere” de AMLO.
La respuesta de la doctora Sheinbaum fue contundente al afirmar que detrás de esas críticas se oculta la principal razón: porque es mujer.
En México a partir de que se instauró un sistema presidencialista, hace más de 100 años, la transmisión del poder se ha dado entre hombres. Esa coyuntura la hemos vivido de distintas formas. Algunas veces ha sido tersa, a veces han ocurrido rupturas. Es inédito que ese poder ahora lo reciba una mujer que además, obtuvo más votos que el mandatario al que va a suceder, el presidente AMLO.
Justo el pasado 25 de junio la propia Claudia Sheinbaum denunció que hubo una campaña sucia llena de argumentos misóginos en su contra. No solo de hombres hacia ella, otras mujeres se sumaron a esta andanada de descalificaciones, lo que es aún más cuestionable. Mujeres cuestionan la legitimidad o triunfo de otra mujer. No es raro, si vemos en la historia y en la vida cotidiana que a veces las mismas mujeres son peores contra las mismas mujeres que los hombres. Y eso se debe en mucho a que muchas mujeres no aceptan o admiten que otras mujeres triunfen en un ambiente masculino.
Sin embargo, no es la primera vez que la doctora Sheinbaum habla de esto, antes de ser candidata lo señaló en una entrevista: “Si fuera hombre, no dirían eso de es la favorita del presidente”.
Y para dejar aún más claro que este relevo presidencial es singular porque desde antes se cuestionaba su capacidad para gobernar, en la conferencia de prensa del pasado martes la doctora Claudia Sheinbaum dijo:
“Habría que preguntarse, si a quien hubieran elegido, hubiera sido un hombre de la ‘Cuarta Transformación’ ¿estarían con esta narrativa de que no va a gobernar Claudia Sheinbaum?”
Es cierto, si el ganador de la encuesta de Morena hubiera sido un hombre y un hombre fuera el virtual presidente veríamos largos análisis de su experiencia, de sus capacidades, de su sensibilidad junto con una gran expectativa de las grandes cosas que puede traer el nuevo presidente al país. La narrativa del pasado.
La realidad es distinta, por eso la futura presidenta, quien será la primera mujer en ocupar el cargo en el país a partir del 1 octubre tiene muy claro el panorama al señalar que existe “esta idea de que las mujeres no son capaces de gobernar a México” y reiteró que “es tiempo de mujeres y es tiempo de transformación”, frase que fue lema de su campaña.
Tercer bloque de gabinete
Ayer jueves 4 de julio la doctora Claudia Sheinbaum presentó al tercer bloque de su futuro gabinete. El nombramiento de Rosa Icela Rodríguez como próxima secretaria de Gobernación y la continuidad de Ariadna Montiel como secretaria de Bienestar avivó la narrativa de que AMLO está decidiendo en la conformación del gabinete de la próxima presidenta de México y de paso, críticas a las capacidades de la próxima encargada de la política interior del país.
Que dos mujeres integrantes del gabinete de AMLO pasen al gabinete de Claudia Sheinbaum no se da por una imposición, es por su eficiencia. Rosa Icela es una mujer disciplinada y vertical, cumple y cumplirá con las tareas que se le encomienden. Por su parte Ariadna ha desempeñado una función crítica de este cambio de régimen: hacer eficiente la entrega de apoyos ya establecidos en la Constitución a los adultos mayores, a las personas con discapacidad. Tiene experiencia y en este sector no se puede tener una curva de aprendizaje, se debe dar continuidad.
De nueva cuenta queda claro que es necesario trabajar mucho en la cultura política de nuestro país y demostrar que hay mujeres preparadas y capaces para conducir grandes empresas como gobernar un país u otras áreas.
La narrativa de que la futura presidenta de México no es quien está tomando las decisiones muestra que falta mucho camino por recorrer para lograr una verdadera igualdad y por eso tener a una mujer en la presidencia es una oportunidad que no se debe perder. Principalmente las mujeres deberíamos aprovechar ese impulso.
Reflexionemos que no ayuda en nada no solo en presente, sino en el futuro descalificar las capacidades para gobernar y para dirigir de las mujeres.
Reacciones a los nombramientos
Las reacciones al nombramiento del doctor David Kershenobich como próximo secretario de Salud han sido por mucho muy positivas. La salud pública es uno de los principales retos del próximo gobierno. Ayer el presidente López Obrador habló de su designación:
“Es honesto, lo sé porque ya vieron como estaban de moda los contratos con las empresas particulares para la compra de medicamentos, equipos, pues él no lo permitió en nutrición, es una gente honesta”, dijo el mandatario.
Así también muy positivos fueron considerados los nombramientos de Marcelo Ebrard como secretario de Economía y Rosaura Ruiz como secretaria de la nueva Secretaría de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación.
No tan bien recibido en algunas áreas del sector educativo fue el nombramiento de Mario Delgado como Titular de la SEP. El mensaje es claro, se elige a quien tiene las habilidades políticas y de negociación necesarias para atender y resolver los problemas con las Universidades y con sus sindicatos.
En un balance, el gabinete de la doctora Claudia Sheinbaum va a la alza en la percepción de la opinión pública, esperemos los próximos nombramientos los próximos días jueves de este mes. Recordemos que faltan cinco secretarías: Cultura, Trabajo y Previsión Social, Turismo, Defensa Nacional y Marina. También falta conocer el nombre de las o los titulares del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) y más del gabinete ampliado.
