Li Wenliang, el oftalmólogo cuyas primeras advertencias sobre el coronavirus le valiron una reprimenda de las autoridades chinas, finalmente está recibiendo justicia, aunque a título póstumo. Las autoridades en el país se disculparon con su familia y están revocando la amonestación que le aplicaron, seis semanas después de su muerte por la enfermedad causada por el virus.
La policía de Wuhan, el epicentro de la pandemia de coronavirus, actuó “inapropiadamente” al castigar al médico que denunció el brote que ahora ha matado a más de 12 mil 500 personas todo el mundo. Estas fueron las conclusiones de una investigación ordenada por el gobierno chino.
Li Wenliang, compartió publicaciones en las redes sociales de China advirtiendo sobre la propagación de un virus similar a SARS en la ciudad Wuhan en diciembre de 2019. En enero fue reprendido por la policía por compartir esa información y por estar “difundiendo rumores”. Además, se le hizo firmar una declaración en donde se comprometía a no cometer ningún más “acciones que violan la ley”.
A principios de febrero se reportó que el médico había muerto de COVID-19. La noticia de su muerte, junto con las acusaciones de que el gobierno estaba encubriendo el brote, desencadenó una avalancha de indignación en un amplo sector de la sociedad china.
En respuesta a la demanda popular, el gobierno central envió a los investigadores dos días después para investigar las circunstancias que rodearon su reprimenda y muerte policial.
Antes de que se conociera el resultado de la investigación la policía de Wuhan emitió una declaración en donde daba a conocer que la acción disciplinaria contra Li había sido “incorrecta” y que la estaban revocando, y que “se disculpaban con su familia por el error”.
Este anuncio generó una ola de críticas en Weibo, una red social similar a Twitter, en donde la mayoría de los comentarios expresaban que una disculpa era poco y que llegaba demasiado tarde: “Ve y discúlpate frente a la tumba de la persona” y “Esta disculpa ha llegado demasiado tarde, Wenliang no puede escucharla”, fueron algunos de los comentarios.
El gobierno central de China ha tratado de dirigir las críticas sobre el mal manejo del brote del virus a los funcionarios provinciales, con varios de los principales funcionarios del Partido Comunista y de salud de la región despedidos.
El subdirector de la estación de policía de Zhongnan Road recibió un “demérito” en su registro y el oficial de guardia recibió una “advertencia administrativa”.
El Global Times, medio administrado por el estado, dijo que “enfrentar los errores y corregirlos de manera oportuna es clave para que un país y una sociedad progresen continuamente”.
“La investigación se centró en el caso de Li, que ha atraído la atención pública generalizada y, en algunos casos, ha sido altamente politizado y utilizado en ataques contra el sistema político de China, y la publicación de los hallazgos el jueves mostró el compromiso de China de descubrir la verdad, incluso cuando Sigue desconfiando de los motivos ocultos de algunas fuerzas para convertir aún más el caso en un ataque político.”
“La experiencia de Li fue dolorosa para el público chino. Reflejó la pobre respuesta de Wuhan a la epidemia en la etapa inicial y la actitud del público hacia ella. Nuestra sociedad necesita explorar continuamente las causas de la crisis y aprender de ella, lo que requiere que los chinos Reflexión colectiva de la gente que abarca mucho más que el trabajo del equipo de investigación “, señaló en un editorial.
Con información de: Agencias
