Al menos 82 personas murieron ayer en un incendio en un hospital para pacientes con Covid-19 en Bagdad, drama que provocó la ira de los iraquíes y llamados a la dimisión de los responsables, en un país con un devastado sistema de salud.
El siniestro se produjo debido a que unos tanques de oxígeno estaban almacenados “sin respetar las condiciones de seguridad” en el hospital Ibn Khatib de Bagdad, explicaron fuentes médicas a la agencia de noticias Afp.
A continuación, las llamas devoraron durante horas los plafones, bajo los cuales los pacientes con ventiladores fueron brutalmente sacados de sus camas.
Duelo en Irak
En #Bagdad comenzaron los funerales por las víctimas del incendio de la UCI en un hospital, que dejó 82 muertos. La tragedia se desencadenó tras la explosión de un tanque de oxígeno en las instalaciones. /e pic.twitter.com/UrykenctQy
— DW Español (@dw_espanol) April 26, 2021
“El fuego tardó sólo tres minutos en llegar a la mayoría de los pisos”, explicó la Defensa Civil. Según el último balance del Ministerio del Interior, 82 personas murieron y 110 resultaron heridas.
Los bomberos no pudieron llegar inmediatamente al hospital, ubicado en la periferia de Bagdad.
“Sentimos una explosión. Había entre 140 y 150 personas en el hospital. Vimos el fuego y no pudimos salvar a nadie”, explicaba entre lágrimas Bakr Kazem, mientras acompañaba el féretro de su padre en Nayaf.
Un hombre que estaba visitando a su hermano relató que vio a personas saltando por las ventanas. “El fuego se extendió, como leña, saqué a mi hermano a la calle, al lado del retén. Luego volví y subí al último piso, que no se quemó. Encontré a una niña sofocada, de unos nueve años, estaba a punto de morir. La tomé sobre mis hombros y corrí hacia abajo. Muchos médicos que saltaron caían sobre los autos. Y yo seguía subiendo, tomaba a alquien y vovía a bajar”, contó Ahmed Zaki.
Amir, de 35 años, refirió haber salvado por poco a sus hermanos. “La gente se encargó de sacar a los heridos”, comentó.
La Defensa Civil explicó que el hospital no tenía un sistema de protección contra incendios y los falsos techos permitieron que el fuego se propagara a productos altamente inflamables.
“La mayoría de las víctimas murieron porque fueron desplazadas y privadas de ventiladores, y otras, asfixiadas por el humo”, añadió.
La tragedia generó una ola de indignación, después de que fuentes médicas la atribuyeron a la negligencia vinculada con frecuencia a la corrupción endémica que azota al país.