El mismo grupo de inteligencia militar ruso que hackeó a los demócratas en 2016 ha tratado de llevar a cabo intrusiones similares en los sistemas de computación de más de 200 organizaciones, incluidos partidos y consultores políticos, indicó Microsoft el jueves.
Los intentos de piratería informática, que tuvieron lugar durante los últimos dos meses, se dirigieron al personal de SKDKnickerbocker, con
sede en Washington, una empresa de estrategia de campaña y comunicación que trabaja con Biden y otros destacados demócratas.
“Lo que hemos visto es consistente con patrones de ataque anteriores que no sólo tienen como objetivo a candidatos y miembros de campañas, sino también a aquellos a quienes consultan en temas importantes”, dijo Tom Burt, vicepresidente de Microsoft, en una publicación en un blog.
La mayoría de los intentos de infiltración de agentes rusos, chinos e iraníes fueron frenados por el software de seguridad de Microsoft y los objetivos fueron notificados, añadió Burt. La compañía no comentaría sobre quién pudo haber sido hackeado con éxito o el impacto que habría tenido.
Microsoft no evaluó cuál adversario extranjero representa la mayor amenaza a la integridad de las elecciones presidenciales programadas en noviembre. El consenso entre expertos de ciberseguridad es que la injerencia rusa es la más grave. Funcionarios de alto rango del gobierno del presidente Donald Trump han refutado eso, aunque no han ofrecido pruebas.
“Esta es la figura de 2016, posiblemente haciendo negocios como de costumbre”, subrayó John Hultquist, director de análisis de inteligencia en la principal empresa de ciberseguridad FireEye. “Creemos que la inteligencia militar rusa sigue representando la mayor amenaza para el proceso democrático”.
La publicación de Microsoft evidencia que la inteligencia militar rusa continúa tras objetivos relacionados con las elecciones sin inmutarse por las acusaciones, sanciones y otras respuestas de Estados Unidos, señaló Hultquist. En 2016, interfirió con la campaña electoral con el fin de beneficiar a Trump, hackeando al Comité Nacional Demócrata y los correos electrónicos de John Podesta, el director de campaña de Hillary Clinton, y publicando material vergonzoso en internet, de acuerdo con lo que encontraron investigadores del Congreso y del FBI.
La misma unidad de inteligencia militar, conocida como GRU, que Microsoft identificó como la que está detrás de la actividad actual relacionada con las elecciones, también irrumpió en las bases de datos de registro de votantes en por lo menos tres estados en 2016, aunque no hay evidencia de que haya intentado interferir con la votación.
Con información de: AP