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Lozoya acusa a expresidentes y exsecretarios de Hacienda de aceptar sobornos y negociar ilícitos

Emilio Lozoya denunció formalmente ante la Fiscalía General de la República a los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas de Gortari por presuntos ilícitos cometidos con contratos en Petróleos Mexicanos (Pemex).

En la denuncia de hechos presentada el 11 de agosto de 2020 ante la Fiscalía General de la República, y que fue filtrada ayer en internet, Lozoya acusó a Peña Nieto y a Calderón de haber favorecido a Odebrecht con contratos públicos, y a Salinas de Gortari de intervenir como comisionista y cabildero del PAN.

En la misma denuncia aseguró que en la compra de votos de legisladores para la aprobación de la reforma energética se mezclaron sobornos aportados por Odebrecht y fondos federales que fueron desviados por orden del entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Y entre los sobornados enlistó al entonces diputado del PAN Ricardo Anaya Cortés; a los ex senadores del mismo partido Francisco Javier García Cabeza de Vaca (hoy Gobernador de Tamaulipas), Francisco Domínguez Servién (actual gobernador de Querétaro), Salvador Vega Casillas (quien en el gobierno de Calderón fue secretario de la Función Pública), Ernesto Cordero Arroyo y Jorge Luis Lavalle Maury, así como al entonces legislador priísta David Penchyna Grub.

Los sobornos los entregaba, a través de terceros, en bolsas transparentes que permitían ver la denominación de los billetes y en maletas, como se vio en un video difundido esta semana en redes sociales.

Además, en la acusación por posibles actos de corrupción menciona a José Antonio Meade, ex secretario de Energía y de Hacienda, y a sus sucesores en Pemex, José Antonio González Anaya y Carlos Treviño Medina.

También acusó a Odebrecht de haber pagado sobornos a cambio de dar continuidad a la planta de Etileno XXI en Veracruz, algo que la empresa brasileña siempre había negado. En esa obra, Odebrecht está asociado con Idesa, empresa mexicana propiedad de la familia política de Javier Jiménez Espriú, quien hasta hace un mes formaba parte del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.

A lo largo de 60 páginas, Lozoya confirmó información revelada desde 2017 en investigaciones periodísticas de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), como el contrato lesivo para Pemex otorgado por el gobierno de Calderón a Odebrecht para la planta de Etileno XXI, renovado el sexenio pasado, y los sobornos pagados para financiar la campaña de Peña Nieto en 2012.

Dice ser una víctima

Lozoya se presentó ante la Fiscalía como una víctima de actos de intimidación de Peña Nieto y del exsecretario de Hacienda Luis Videgaray, para conformar una organización criminal desde el gobierno.

“Tengo muy claro que durante el tiempo que ocupé el cargo de director general de PEMEX, el Presidente de la República y el Secretario de Hacienda referidos, me instrumentaron para configurar una asociación de corte delicitivo, dirigida a enriquecerse no sólo del erario público, sino a través de la extorsión a personas físicas y jurídicas, el fraude y el engaño -como el caso de la denominada Estafa Maestra-, contraer deuda a cargo del erario público y aprovecharse económicamente de ésta en perjuicio de la Nación”, dice el documento de la denuncia, el cual fue consultado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

Fondos extranjeros para la campaña

Lozoya declaró a la Fiscalía que su trabajo como coordinador de vinculación internacional en la candidatura de Peña Nieto en 2012 fue gestionar recursos de empresas extranjeras para financiar la campaña electoral, no sólo de Odebrecht.

“Esto era así puesto que había que cubrir muchos gastos en asesores extranjeros y nacionales”.

Mencionó que lo invitaron a colaborar en ese cargo a finales de 2011, en un viaje que Peña realizó a Nueva York para participar en un foro del Consejo de las Américas.

Fue con ese cargo que a inicios de 2012 se reunió con el entonces director de Odebrecht en México, Luis Weyll, en la cafetería El Globo ubicada en Prado Sur, en Lomas de Chapultepec, para gestionar la aportación de 6 millones de dólares para la campaña.

Weyll aceptó a aportar 4 millones de dólares, pero en los días de la campaña sólo traspasó 3 millones 150 mil. Con ese dinero, entre el 4 de mayo y el 13 de junio de 2012 se pagaron asesores electorales en el extranjero, a través de cuentas bancarias en Estados Unidos, según la relación de 11 transferencias entregada por Lozoya a la Fiscalía.

Comidas en casa de Odebrecht en Brasil

De acuerdo con Lozoya, Peña había conocido a Marcelo Odebrecht –presidente de la compañía que lleva su nombre– en abril de 2010, en un viaje a Brasil al que asistió Juan Armando Hinojosa, director del grupo Higa. El empresario ofreció una comida en su honor.

“Al término de la comida Marcelo Odebrecht y Luis Weyll le ofrecieron apoyo económico a Enrique Peña Nieto en su posible postulación como candidato a Presidente de la República en 2012. Yo fui testigo de dicha conversación, que tuvo una duración aproximada de 5-10 minutos”, declaró Lozoya.

Desde entonces, se acordó que Videgaray –quien no estaba presente– sería el contacto para recibir dicho apoyo económico.

Una vez que fue electo Presidente, Marcelo Odebrecht invitó de nuevo a Peña a una comida en su casa en Sao Paulo, Brasil.

“Esa reunión fue fundamental ya que ahí se empezó a construir una relación más directa entre el consorcio Odebrecht y el gobierno de Peña Nieto”, dijo Lozoya por escrito a la Fiscalía. “En esa reunión, además de hablar sobre la reforma energética, se habló sobre la importancia de que México continuara con el proyecto de Etileno XXI”.

Afirma que los panistas pedían US 50 millones

La denuncia de hechos asegura que los legisladores panistas exigían, en un primer momento, hasta 50 millones de dólares para dar su voto a favor de la reforma energética.

“Además, pedían cita y llevaban a contratistas cercanos a ellos para que se les dieran contratos en PEMEX. Los legisladores señalados tenían una actitud muy agresiva, ya que inclusive amenazaban con sabotear la reforma energética si no recibían sus sobornos”, menciona la denuncia.

El dinero -añadió- se daba según avanzaban las negociaciones para la reforma.

“La actitud de los panistas en obtener recursos era brutal. Por ejemplo, además de extorsionarme, presionaban y extorsionaban a los grupos gasolineros y diversos contratistas de Pemex”.

La denuncia detalla los montos que se repartieron a los legisladores: 6 millones 800 mil pesos a Ricardo Anaya, a través de un enlace identificado como Osiris Hernández, dinero que supuestamente se entregó en el estacionamiento de la Cámara de Diputados. Ochenta millones entre el 11 de diciembre de 2013 y el 2 de abril de 2014 para otros cinco legisladores de oposición involucrados.

Sobornos en Etileno XXI

A lo largo de su denuncia, Lozoya acusó que Odebrecht pagó sobornos tanto en el gobierno de Calderón como en el de Peña para garantizar el suministro de etano al proyecto Etileno XXI, ubicado en Veracruz.

“Videgaray me informó que Braskem (filial de Odebrecht) le debía dinero al grupo de Ernesto Cordero Arroyo y José Antonio Meade, funcionarios en la administración de Felipe Calderón, el cual le sería pagado por conducto de Videgaray únicamente si les garantizaban la continuidad del contrato de Etileno XXI”.

Lozoya refiere que en febrero de 2013 tuvo una reunión en su casa en Lomas de Bezares con Luis Weyll, quien le confió que “Braskem al parecer había entregado sobornos en los años 2010 y 2012, durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa, para la suscripción y aprobación del contrato Etileno XXI”. Y mencionó como beneficiarios en esas negociaciones a Cordero y a Meade.

Cuando en 2014 el gobierno de Peña le confirmó la continuidad del contrato de Etileno XXI, Lozoya asegura que Odebrecht aportó otros 84 millones de pesos para repartir entre los legisladores que habían impulsado la reforma energética, aunque 32 millones de pesos fueron entregados a un representante de Luis Videgaray, quien se los habría quedado para él.

“Videgaray me dijo que él mismo gestionaría estos recursos o en su defecto los entregaría a Luis Vega Aguilar, entonces secretario de Finanzas del PRI”.

El escrito entregado a la Fiscalía asegura que por instrucciones de Videgaray el 15 de septiembre de 2014 se entregaron 4 millones 390 mil pesos a José Antonio González Anaya y 4 millones a Meade. A los pocos días, de ese mismo mes, supuestamente se dieron otros 4 millones a Carlos Treviño Medina. El dinero se habría dado en los domicilios particulares de los exfuncionarios del gobierno de Calderón.

Cobro de comisiones de Grupo Higa

Lozoya denunció que Grupo Higa -la empresa que construyó la Casa Blanca de Peña- era intermediario entre constructoras y Pemex, y a cambio cobraba una comisión de entre el 2 y el 5% del monto de los contratos.

“Dichos montos eran entregados en efectivo a Juan Armando Hinojosa (director de Higa), y este a su vez los compartía con Peña Nieto”.

Aseguró que eso lo sabe porque el propio dueño de Higa se lo contó en una reunión en sus oficinas de Pemex.

“Diciéndome que el presidente le había instruido a hacer negocios en Pemex para que él y Peña Nieto tuvieran liquidez. De hecho, mencionó especialmente que requería sumas cuantiosas porque estaba construyendo una “egoteca”. Yo no entendía qué quería decir con esto, pero más tarde entendí que se trataba del Museo del Presidente”.

Dicho museo -siempre según los dichos de Lozoya- se construyó en una casa en el Estado de México, y ahí se colocarían los regalos, reconocimientos y el historial del Presidente. En la bodega de esa finca -de la que no menciona la ubicación- supuestamente se guardaban maletas llenas de fajos de billetes.

Al dueño de Higa lo acusó de extorsionar a una empresa de servicios petroleros para que invirtiera con él en la compra de una plataforma de perforación marítima, a cambio de conseguirle una adjudicación directa en Pemex.

“En consonancia con lo anterior, Enrique Peña Nieto me preguntaba con frecuencia cómo iba el contrato para Grupo Higa”.

De hecho, Lozoya atribuye su salida de Pemex a su negativa de darle el contrato a Higa.

“El 5 de febrero de 2016 que me reuní con el Presidente para conversar sobre mi salida de Pemex, me dijo tajante: tú fuiste un obstáculo en el cumplimiento de mis instrucciones respecto de mi compadre Juan Armando”.

Las gestiones de Salinas

Lozoya aseguró que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari actuaba como cabildero ante Pemex para gestionar contratos

“El día de la entrega/recepción en Pemex, (su sucesor) José Antonio González Anaya recibió -por lo menos- 4 llamadas de Carlos Salinas de Gortari para asesorarlo con los medios de comunicación. En el marco de esas llamadas, yo pude escuchar cómo abordaban temas relativos a los proyectos que pronto encausarían”.

Al respecto -abundó Lozoya- “recuerdo que Salinas de Gortari cabildeaba a favor de los proyectos de su hijo, entre los cuales se encontraba pagarle a la empresa TRESE (sic) más de 15 millones de dólares porque Pemex le había cancelado el contrato de una plataforma marina”.

Igual que sucedió luego de distintas filtraciones parciales de la denuncia de Lozoya, varios de los aludidos negaron  los dichos del exdirector de Pemex.

Con información de: Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad

By  Alcanzando el Conocimiento

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