Por: Bertha Alicia Galindo
En este sexenio que ya está a pocos meses de llegar a su fin hay sin duda mucha efervescencia, informaciones, opiniones por lo bueno que se hizo, lo malo y lo que definitivamente no alcanzó a hacerse.
Y aunque la aprobación del presidente es alta, a pesar de estar en sus últimos meses de gobierno si habrá que revisar los claros y oscuros de su mandato. Para muchas y muchos científicos, Andrés Manuel López Obrador es el mejor presidente de la historia, por ahora sólo analizaremos un tema, el de la ciencia.
Este es uno de los temas que podría verse más oscuro que claro y que causó gran molestia e indignación: fue el trato que se le dio a las y los científicos mexicanos. Hay quienes le han llamado el sexenio negro o el sexenio del terror para la ciencia mexicana.
En diversas conversaciones con científicas y científicos de este país, lo mismo de las ciencias exactas, de las de la salud o de las ciencias sociales hay coincidencias y disidencias.
La primera coincidencia en los grupos de científicas y científicos tanto a fines a Claudia Sheinbaum como los que están cercanos a Xóchitl Gálvez coinciden en que la educación el próximo sexenio deberá ser una prioridad, que en educación básica, media y media superior sin duda habrá que hacer ajustes que se adapten a los nuevos tiempos y que encajen con las necesidades. Esa sería la coincidencia que podría ser el rasgo más positivo de ambos grupos.
La segunda coincidencia más negativa en los dos grupos, tanto en las y los seguidores de Claudia como las y los seguidores de Xóchitl Gálvez es su sentir ante lo que la ciencia mexicana ha vivido en este sexenio que fenece.
Ambos grupos señalan que las y los científicos mexicanos han sido inesperadamente maltratados, no considerados para proyectos emblemáticos donde se requería de la ciencia como el Tren Maya, no han sido parte des políticas públicas donde la ciencia es fundamental, han sido denostados, les han recortado los presupuestos a Universidades y Centros de Investigación y en el caso de algunos que ocuparon cargos en el sexenio anterior, hay desconfianza de participar otra vez en la vida política porque fueron perseguidos judicialmente, al grado de tener que librar amparos en Almoloya de Juárez. Al día de hoy, hay algunos exfuncionarios del Conacyt que era sin h, que todavía no terminan de cerrar juicios. Las pruebas nunca fueron determinantes. Al respecto, con enojo me dice alguno de estos científicos. -Esto es inadmisible, no lo habíamos vivido antes. No merecemos ser tratados así. ¿Cómo este gobierno nos pudo tratar como delincuentes o narcotraficantes? Si al contrario nuestro quehacer es crear conocimiento, compartirlo con nuestros pares, tanto de México como del mundo, compartirlo con nuestros alumnos. Educar y guiar a jóvenes estudiantes que quieren hacer una carrera científica aquí en el país o que buscará la opción de irse al extranjero. Eso es lo que hacemos, no somos delincuentes…-Me dijo.
Otro científico me comentó con preocupación: -pues habrá que preguntarles a las 2 candidatas si realmente les interesa la ciencia o no. Al presidente López Obrador parecía que le interesaba la ciencia, es más, puso en el Conahcyt a una científica ejemplar en su trabajo científico, pero a toda la comunidad que no éramos sus cercanos, nos agarró mucho odio y al día de hoy no sabemos por qué . Por eso, quisiera, dijo el científico, que las dos candidatas sean honestas, una cosa es que quieran sólo nuestro voto, pero otra es que realmente le interese a la que quede de las dos impulsar a la ciencia. Que la ciencia sale cara. Que implica presupuesto, si, lo sabemos. Pero si nos aprovecharan, si nos llamaran a participar en proyectos que puedan brindar soluciones a los grandes problemas nacionales, podríamos devolver ese dinero al gobierno con creces…podríamos ser útiles al país. Queremos ser de utilidad.
Otro más me dijo: El gobierno en turno siempre nos ha tratado como chamacos, toma tu dulce, ahí te doy un presupuestito para alguna cosilla y no me des lata…pero en este gobierno al que le teníamos mucha esperanza, por quien en su mayoría votamos toda la comunidad, fue por el presidente López Obrador…y ¿Qué recibimos a cambio? Solo recibimos a cambio una bofetada. Nos vieron y nos trataron con odio, empezando por él, con todos sus lamentables mensajes que nos mandaba desde las mañaneras: que somos la casta divina, que somos fifís, que nos creemos los sabelotodo, que somos una casta de privilegios. Puras sin razones…-dijo.
Hace unos días la candidata de la Colación Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum hizo un llamado a la comunidad científica a dejar el individualismo y a participar.
Al respecto las y los científicos reconocen que, si son muy individualistas, que son muy entregados a sus proyectos pero que si les llaman están del todo disponibles. Lo que sucede dicen, es que en este sexenio nunca los llamaron y a los que quizá los llamaron al principio para proyectos emblemáticos como el Tren Maya, al final del proyecto, sus observaciones y puntos de vista nunca fueron tomados en cuenta.
La tercera coincidencia en ambos grupos es que como científicas y científicos si les llaman para hacer participar con sus conocimientos y ser de utilidad para el país están disponibles.
Seguiremos conversando de este y otros temas en las próximas entregas.
