Por: Bertha Alicia Galindo
- La ciencia mexicana y la educación tendrán una oportunidad de oro si llega una científica a la presidencia.
- El segundo piso de la transformación será una transformación con cambios, se quedará lo que funcionó, que no son pocas cosas y se cambiará lo que no alcanzó los resultados deseados.
- Los científicos somos un ejército muy calificado que el gobierno debe aprovecharnos para participar en la solución de los problemas, de los grandes problemas nacionales.
- Es urgente hacer trabajos de investigación en esquemas colaborativos entre instituciones. No más individualismos científicos.
Este miércoles se llevó a cabo un evento que podríamos llamarlo emblemático. Enmarcado dentro de estos foros públicos denominados “Diálogos por la transformación”, un ejercicio que se viene haciendo en todas las áreas desde que Claudia Sheinbaum comenzó su precampaña y se seguirá realizando durante toda la etapa de campaña.
El 6 de marzo se dio un diálogo con las mujeres en la ciencia, un evento en la Facultad de Medicina de la UNAM que reunió a investigadoras en su mayoría y algunos investigadores que se sumaron a las invitadas a este foro en donde se expresaron propuestas para avanzar en la paridad, políticas con perspectiva de género y también, las necesidades que hay en la ciencia mexicana, un sector que tuvo pocos avances y varios tropiezos en este sexenio que está por concluir.
El escenario fue el Auditorio Dr. Raúl Fournier Villada, un espacio que en esta ocasión recibió a dos destacados investigadores del área de la salud y además, dos exalumnos brillantes como son el Dr. David Kershenobich y el mismo Juan Ramón de la Fuente, exdirector de la Facultad de Medicina y exrector de la UNAM. Ambos forman parte del equipo de la doctora Claudia Sheinbaum, como coordinador del área de salud y el segundo como coordinador de los Diálogos por la transformación respectivamente.
En este evento se habló de temas que desde varios años atrás no han sido resueltos como la brecha de género en el sector de ciencia, una situación que viven día a día las investigadoras a lo largo y ancho de país.
La doctora Carolina Sepúlveda, directora de la Facultad de Medicina de la UNAM, primera mujer en ocupar este cargo dio la bienvenida a los asistentes y en su intervención señaló puntualmente los obstáculos que enfrentan las mujeres para avanzar en su carrera científica como son el sesgo de género en la contratación, promoción y asignación de recursos para sus investigaciones. Las brechas salariales que viven las egresadas de las carreras científicas que reciben menor salario que un varón; el desequilibrio entre trabajo y vida personal en donde las mujeres tenemos una doble responsabilidad, el trabajo de la casa, atender a los hijos y la academia, además de constantes episodios de discriminación y acoso. Estas condiciones, hay que resaltarlo, no sólo lo viven las mujeres de la ciencia, se viven en todas las áreas profesionales del país.
Para concluir, la doctora Sepúlveda pidió a las y los presentes a compartir sus experiencias, conocimientos y perspectivas y agregó: “Nuestra diversidad de pensamiento y experiencia es nuestra mayor fortaleza y juntas podremos trabajar para superar obstáculos y avanzar hacia un futuro más inclusivo y equitativo en la ciencia”.
Ante un auditorio abarrotado, Juan Ramón de la Fuente subrayó que para Claudia Sheinbaum es de suma importancia el abrir espacio al diálogo como un mecanismo complementario a sus actividades de campaña.
Precisó a las científicas congregadas en la UNAM que la intención de estos diálogos ha sido desde un principio, abrir espacios con otros sectores de la sociedad que están igualmente interesados y comprometidos con el bienestar del país pero que no necesariamente tienen una militancia política cotidiana y están dedicados a sus actividades académicas, profesionales o de otra índole.
Reiteró que es muy importante crear con estos sectores, espacios de convivencia para poder interactuar a través de estos diálogos. “Muy en la idea de lo que entendía el Rector Unamuno que es dialogar, dialogar es básicamente escuchar y preguntar. Y esto ha sido el espíritu de los diálogos estamos aquí para escuchar, para preguntar, para interactuar”.
El exrector agregó que, de los 227 diálogos que van a la fecha, este diálogo de Mujeres en la Educación y la Ciencia era particularmente relevante porque se abordaban dos grandes temas: uno es el de los derechos de las mujeres que incluye el cuidado de su salud desde la etapa prenatal hasta su muerte y el segundo el de la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación, un sector que, desde hace varios sexenios, no ha sido prioritario.
Sobre el objetivo de los diálogos, De la Fuente precisó: “Lo que queremos es avanzar en la transformación del país, consolidar las cosas buenas que ha habido que no son pocas y que tienen una enorme repercusión hacia el futuro y examinar con rigor, aquellos aspectos que no han podido dar los resultados que todos hubiésemos querido, porque precisamente de eso se trata, de darle continuidad a un proyecto con cambios ¿Cuáles cambios? Pues los cambios que van surgiendo en buena medida de estas discusiones como la que hoy se dan aquí”.
A continuación, destaco brevemente lo dicho en las exposiciones de las y los invitados a este foro en relación a la paridad de género en el mundo de la ciencia.
El doctor David Kershenobich habló de que las mujeres científicas dentro de su formación académica siempre fueron un ejemplo como cuando viajó a Europa a estudiar con una de las mejores hepatólogas del mundo, pero dijo que lamentablemente en especialidades como la cirugía sólo el 7 por ciento son mujeres. Expuso que hay mujeres que han logrado dirigir organismos internacionales relacionados con la investigación en hepatología, gracias a que no hay diferencia de género.
Para ejemplificar lo que ocurre en el sector de la investigación médica, el doctor Kershenobich dio a conocer que, en la Academia Nacional de Medicina, el 24 % de las académicas son mujeres, lo que muestra que todavía hay necesidad de aumentar el papel de las mujeres.
Sin embargo, destacó que, por primera vez, después de 152 años, haya una mujer presidiendo la Academia Nacional de Medicina.
El doctor Kershenobich agregó que en donde se ha avanzado en la igualdad es en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” en donde, 52 por ciento de la planta de investigación está confirmado por mujeres y que se escuchan las propuestas de la comunidad para el avance de las mujeres en la ciencia:
“Nosotros en el Instituto tenemos un espacio en el que todo mundo puede poner sus opiniones en relación al papel que tienen que tener las mujeres en la ciencia”.
Para concluir su intervención el doctor Kershenobich señaló: “las mujeres son excelentes mentoras y tutoras de alumnos y eso es un aspecto que pocas veces reflexionamos”.
La doctora Rosaura Ruiz habló sobre os 100 compromisos presentados por Claudia Sheinbaum en el arranque de su campaña en el zócalo, destacando los puntos referentes a la educación y a las mujeres y pidió sumarse para que estos puntos se hagan realidad.
Norma Blázquez, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, presentó las estadísticas que reflejan que a 40 años de haberse fundado el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) no hay paridad entre hombres y mujeres en la ciencia y la brecha es mayor siempre en las categorías más altas.
Además, señaló Blázquez, tampoco hay una distribución homogénea por áreas de conocimiento, ya que las mujeres científicas de las áreas de ingeniería, ciencias fisicomatemáticas y de la tierra, son apenas el 20 por ciento a pesar de que son áreas de conocimiento de suma importancia para el país.
“Lo anterior muestra la necesidad de continuar con el análisis de las causas de estas desigualdades, que deben incluir a los mecanismos de evaluación, así como la composición de las comisiones y los criterios que regulan la entrada y el cambio de nivel en cada campo científico”, agregó la científica del CIEG.
En lo que se refiere a la licenciatura, Blázquez dio a conocer que, desde mediados de la década de los noventa, las mujeres en la UNAM representan la mitad de la matrícula estudiantil, tendencia que se ha mantenido hasta la fecha.
En lo que corresponde a los niveles altos de decisión, como son las direcciones de facultades y escuelas de la UNAM, dijo que actualmente las mujeres ya alcanzan 37 % del total. Sin embargo, en los centros, institutos, programas y campos foráneos, las directoras representan un porcentaje menor de alrededor del 25% y agregó que en fecha reciente hubo nombramientos de mujeres para ocupar altos cargos. Sin embargo, todavía en tres facultades: arquitectura, ingeniería y química, nunca ha habido una mujer directora.
Para concluir, la doctora Blázquez hizo un llamado para que las políticas enfocadas al desarrollo de la ciencia y tecnología con igualdad de género se consoliden como políticas de Estado a largo plazo y que sean independientes de las exigencias y los cambios de gobierno. Recomendó que estas políticas públicas estén articuladas con políticas educativas y científicas armonizadas con perspectiva de género a nivel nacional y de cada entidad del país.
En su intervención, la doctora Martha Pérez Armendáriz de la Facultad de Medicina de la UNAM habló de la presencia de las mujeres en las ciencias relacionadas a la salud: “Somos las médicas, especialistas, historiadoras, psicólogas, químicas, veterinarias, enfermeras, trabajadoras sociales, biólogas, odontólogas, biotecnólogas, inmunólogas, fisiólogas y bioquímicas, entre otras, siempre dispuestas a trabajar largas jornadas de tiempo, así como estar al frente de la primera línea de la respuesta ante la enfermedad, como ocurrió durante la pandemia del COVID -19”.
Sin embargo, señaló que ante la violencia de género, las mujeres responden con resiliencia y con políticas de acción a fin de contender a los violentadores para allanar el camino a las nuevas generaciones.
La doctora Pérez Armendáriz expuso que a pesar de la alta capacidad de trabajo y grado de especialización que tienen las mujeres, las académicas de las áreas relacionadas con la salud enfrentan sesgos de género: “en la medicina somos quienes tenemos una menor contratación y representación académica entre las facultades de esta Universidad”.
Agregó que, en el Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo, de la UNAM las mujeres están debajo de la media de la Universidad lo que resulta en un salario neto menor.
Sobre el tema de la atención de la salud de las mexicanas, que constituyen el 51.2 por ciento de la población, señaló las mujeres dan menor atención a sus propios malestares por priorizar el cuidado de otras personas y agregó que son más susceptibles a ser frenadas en los derechos a decidir sobre la maternidad, así como a procurar una atención de salud sexual y reproductiva.
La doctora Pérez expuso brevemente las acciones realizadas en la UNAM para modificar los patrones de desigualdad de género como la creación de comisiones para la igualdad de género para las dependencias de la UNAM y la consolidación de un amplio grupo científico que realiza ya investigaciones en México en las ciencias relacionadas a la salud con perspectiva de género, liderada principalmente por mujeres con un enfoque transdisciplinar.
Por su parte la doctora Esther Orozco se enfocó mucho en la educación, la educación es el centro de la transformación y es la base de un círculo virtuoso que es Educación como base de la ciencia, la tecnología y la Innovación, además de hacer un enérgico llamado a que se invierta más en ciencia.
“Usando la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación, podemos impulsar el desarrollo económico. Podemos potenciar las ventajas que tiene este país”, enfatizó.
Señaló que el mundo enfrenta desafíos múltiples y multidisciplinarios que requieren abordarse con un ciclo completo que comienza desde la educación hasta la generación de conocimiento y su aplicación. “La ciencia, la tecnología y la innovación deben conducirnos hacia el desarrollo equitativo y sustentable. El mundo está experimentando cambios, todos los sentimos todos los días, cambios trascendentes y además vertiginosos”, reiteró.
Agregó que en la lista de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México está muy abajo porque no hay financiamiento para la ciencia.
La doctora Orozco dijo que esto impacta de distintas maneras en el sector: con una baja publicación de artículos científicos, poca formación de estudiantes, se reducen las colaboraciones nacionales e internacionales, hay menor desarrollo tecnológico e innovación, hay escasas patentes y una mayor dependencia del extranjero.
Agregó que cuando no hay financiamiento el ánimo de los científicos baja: “hay una percepción de que el trabajo que realizamos es de poca utilidad, porque hay desánimo en la comunidad científica porque hay desánimo en los jóvenes para hacer carreras STEM, de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Hay menor educación en la sociedad en ciencia y tecnología”.
La doctora Orozco hizo un llamado a la comunidad científica de manera que la sociedad se vuelva a interesar en la ciencia, para lo cual es importante aumentar el gasto.
Sobre las propuestas a la doctora Claudia Sheinbaum, la doctora Orozco propuso la creación de centros de investigación en donde se promueva la visita de expertos, tecnólogos, ingenieros para participar en la solución de los problemas fundamentales del país y en donde la infraestructura sea compartida porque ya no estamos en el tiempo de que cada investigador tiene su propio microscopio o cualquier otro equipo caro.
Orozco Orozco pidió diseñar programas transdisciplinarios de largo alcance que duren años no meses. Impulsar el intercambio nacional e internacional con becas y programas. Colaborar con los países latinoamericanos. Revisar, reconfigurar y armonizar los marcos regulatorios, así como promover la cultura de liderazgo para hacer que los niños y niñas sientan y quieran ser líderes, emprendedor@s e innovador@s desde la educación básica.
“Los científicos somos un ejército muy calificado que el gobierno debe aprovecharnos para participar en la solución de los problemas, de los grandes problemas nacionales”, concluyó Orozco.
Tocó a Rosaura Ruiz el cierre del evento que no fue una relatoría, fue un llamado a las mujeres científicas a sumarse a trabajar juntas. Reiteró que las políticas de gobierno de Claudia Sheinbaum van a estar basadas en conocimiento, no como compromiso sino como una forma de trabajo que ya aplicó cuando estuvo a cargo del gobierno de la Ciudad de México.
Rosaura Ruiz destacó las palabras de Esther Orozco en lo que se refiere a la colaboración entre individuos y entre instituciones. Señaló que en estos tiempos ya no es posible que cada científico o científica tenga un equipo especializado (de alto costo algunos de ellos) para su uso exclusivo, y que no lo preste a quien lo necesita. Cabe mencionar que esta es una situación que ocurre con frecuencia incluso en una misma institución. Los equipos no se prestan, aunque de ello dependa un experimento crucial para una investigación.
Para ejemplificar los beneficios de la cooperación puso como modelo a seguir las colaboraciones en el área de la astronomía en donde astrónomos y astrónomas tienen telescopios compartidos en todo el mundo, México colabora y eso les da derecho a las y los científicos mexicanos a ir a cualquiera de esos centros de investigación. Ese es un modelo que tenemos que reivindicar, el modelo colaborativo no sólo nacional sino también internacional, señaló Ruiz Gutiérrez quien reiteró lo dicho por Claudia Sheinbaum en el zócalo, el pasado 1° de marzo, fecha del arranque de su campaña, en donde las mujeres pueden jugar un papel crucial:
“Claudia ya dijo en ese mitin, que ella quiere que México sea una potencia científica, y evidentemente que las mujeres estemos ahí”.
No obstante, reconoció que aún falta mucho por hacer para incrementar la participación de las mujeres en la ciencia: “concretamente qué hacemos, porque tenemos muchos años, como dijeron las tres ponentes, trabajando para que haya más mujeres, para que haya más ciencia, para que haya más tecnología, y bueno, ha habido algunos logros, pero nos falta muchísimo”, apuntó.
También dijo que debe haber continuidad en las políticas públicas. No solo en las en el gobierno, también en las Universidades y recordó que el programa de fortalecimiento para la participación de mujeres en la ciencia de la UNAM con plazas sólo para mujeres fue un programa que fue exitoso, pero que las siguientes administraciones le pusieron fin.
“Yo creo que tiene que haber continuidad en los proyectos, programas que son importantes y que a lo mejor pueden decir, bueno, pues el programa no es exactamente, le faltó algo, que se corrija… Yo creo que nada en la vida es perfecto”, añadió Rosaura Ruiz.
Y aseguró: “Nos hemos planteado que haya más mujeres en la ciencia, que haya mayor reconocimiento al trabajo de las mujeres, que se vea dónde están”.
Para concluir reiteró que debe haber continuidad, pero también cambios y que las mujeres son una preocupación central de Claudia Sheinbaum, no solamente las mujeres en la ciencia o en la academia, todas las mujeres de nuestro país.
Este día del diálogo de la transformación en la ciencia y la educación fue sin duda una luz en el camino para esta comunidad que este sexenio no recibió el impulso esperado y que en algunos casos fue excluida. Hoy la esperanza resurge en el sector ante la alta posibilidad de que haya una científica en la presidencia.