La sequía que afecta la entidad desde el año pasado ha provocado la muerte de 10 mil cabezas de ganado mayor (12.5 por ciento del total), informó el presidente del Comité Estatal de Fomento y Protección Pecuaria, Manuel Rangel Vázquez.
Alertó que los más de 20 mil productores de ganado bovino, caprino y ovino que hay en el estado padecen el severo estiaje, sobre todo porque no recibieron los apoyos extraordinarios de la declaratoria de desastre natural que se obtuvo a finales del año pasado para los municipios de Loreto y Comondú.
Explicó que el hato sudcaliforniano consta de más de 286 mil cabezas de ganado, de las cuales 80 mil son cabezas de ganado mayor y 12.5 por ciento de este sector pereció por falta de alimento, agua, y enfermedades provocadas por la sequía.
Comentó que los ganaderos saben que cuando se retrasan las lluvias hay que dar forraje y concentrados a las hembras y sus crías, lo que permite obtener leche para la producción de quesos y derivados, y se deja al resto del ganado libre en el agostadero para que pueda alimentarse con lo que encuentre.
Rangel Vázquez mencionó que en esta temporada hay plantas nativas que son aprovechadas por el ganado, pero cuando el estiaje se prolonga muchos animales mueren.
Recordó que por la falta de precipitaciones pluviales el año pasado se obtuvo la declaratoria de desastre por sequía para Comondú y Loreto, pero los apoyos federales no llegaron y eso agravó la crisis en el sector.
Puntualizó que a principios de este año el gobierno de Baja California Sur asignó recursos a las asociaciones ganaderas para constituir un fondo revolvente, con el cual adquirieron forraje y concentrados, lo que fue oportuno porque en el primer trimestre ambos alimentos incrementaron su precio en 100 y 35 por ciento, respectivamente.
Apuntó que, a pesar de la falta de respuesta a la declaratoria anterior, se analiza solicitar una que abarque todo el estado debido a que la sequía afecta también abrevaderos y pozos.
Con información de: La Jornada