fbpx

La microbiota podría permitir a los viajeros espaciales mantenerse saludables en viajes largos

Pasar largos períodos de tiempo en el espacio puede causar estragos en la salud de los viajeros espaciales, incluidos los efectos negativos en el metabolismo, la salud ósea y muscular, la salud gastrointestinal, la inmunidad y la salud mental. Esto podría impedirnos realizar misiones de larga distancia, como un aterrizaje en Marte. Sin embargo, una nueva revisión en la revista de acceso abierto Frontiers in Physiology destaca que promover un microbioma intestinal saludable podría proteger a los viajeros espaciales de los rigores de los viajes espaciales. Descubrir qué microbios brindan el mayor beneficio y la mejor manera de usarlos podría ser clave para llegar al planeta rojo de una sola pieza.

Si los humanos van a caminar alguna vez sobre Marte, necesitarán soportar un largo vuelo espacial, pero los viajes espaciales pueden tener impactos negativos en la salud, limitando potencialmente hasta dónde podemos llegar. El entorno de microgravedad puede provocar la degradación muscular y la reducción de la masa ósea. Puede causar náuseas, lo que significa que a veces los viajeros espaciales luchan por comer lo suficiente (la comida espacial tampoco es tan agradable). El cambio en la dieta a bordo de una nave espacial puede alterar el microbioma intestinal y provocar más problemas de salud.

Estos factores pueden contribuir a la desnutrición y problemas gastrointestinales, como infecciones e inflamación. Los viajeros espaciales también pueden experimentar alteraciones metabólicas, incluida una disminución de la sensibilidad a la insulina. Otros problemas incluyen déficits del sistema inmunológico, enfermedades mentales y deterioro cognitivo.

Un número creciente de estudios se han centrado en los microbios intestinales y su papel en la salud relacionada con el espacio, lo que llevó a la profesora Silvia Turroni de la Universidad de Bolonia y a la profesora Martina Heer de la Universidad de Bonn a escribir esta última revisión.

Su revisión analiza una variedad de estudios que sugieren que las interrupciones en el microbioma intestinal ocurren durante los viajes espaciales. Por ejemplo, un estudio encontró que los microbiomas de los viajeros espaciales en la misma misión se volvieron más similares entre sí durante el viaje. También hubo un aumento en las bacterias asociadas con la inflamación intestinal y una disminución en aquellas con propiedades antiinflamatorias.

“Es probable que los cambios en el microbioma conduzcan a la ruptura de la relación equilibrada y compleja entre los microbios y su huésped humano, con repercusiones potencialmente graves en la funcionalidad de los sistemas corporales”, dijo Turroni.

Sin embargo, la revisión revela que manipular el microbioma intestinal puede ser una forma poderosa de mantener la salud a bordo de una nave espacial. “La literatura sugiere que las contramedidas nutricionales basadas en prebióticos y probióticos son muy prometedoras para proteger a los viajeros espaciales”, dijo Turroni.

Entonces, ¿qué implicarían estos tratamientos microbianos? Pueden ser tan simples como comidas nutricionalmente balanceadas, con mucha fibra para impulsar el metabolismo microbiano en el intestino. Otras opciones podrían ser más específicas, incluidos los suplementos microbianos, como las bacterias que secretan sustancias que estimulan el sistema inmunológico o las que sintetizan las vitaminas necesarias para el crecimiento óseo.

De hecho, existe una gran variedad de probióticos y opciones nutricionales para proteger a los viajeros espaciales de problemas específicos que puedan encontrar en el espacio. Sin embargo, todavía se requiere mucho trabajo para determinar qué tratamientos son más efectivos y cuál es la mejor manera de usarlos para cada viajero espacial.

“El bienestar del microbioma intestinal de los viajeros espaciales debería estar entre los objetivos principales de las misiones exploratorias de larga duración”, dijo Heer. “Para asegurar el éxito de la misión, no debemos pasar por alto la gran cantidad de microorganismos que residen en nuestro tracto gastrointestinal y asegurarnos de que estén en equilibrio”.

Si bien las misiones futuras a Marte sin duda buscarán evidencia de vida microbiana en el planeta rojo, esta revisión sugiere que pueden ser nuestros microbios de cosecha propia los que nos lleven allí.

Con información de: EurekaAlert

Comentarios
By  Alcanzando el Conocimiento

Related Posts