Un mundo dividido no ha podido afrontar el desafío de luchar contra la pandemia de COVID-19, dijo el sábado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y advirtió que se necesita una acción concertada para evitar que millones de personas caigan en la pobreza y el hambre.
El ex primer ministro portugués dijo que se podría haber hecho mucho más si los países hubieran trabajado juntos para combatir la enfermedad, que ha matado a más de un millón de personas.
“La pandemia de COVID-19 es un gran desafío global para toda la comunidad internacional, para el multilateralismo y para mí, como secretario general de las Naciones Unidas”, dijo Guterres a la agencia de noticias portuguesa Lusa.
“Desafortunadamente, es una prueba que, hasta ahora, la comunidad internacional está fallando”.
Dijo que si no se toman medidas coordinadas, “un virus microscópico podría empujar a millones de personas a la pobreza y al hambre, con devastadores efectos económicos en los años venideros”.
Guterres también criticó a los países por la falta de unidad al tratar de resolver otros desafíos globales, incluidos los conflictos en Afganistán, Yemen y Siria.
“Es una fuente de enorme frustración”, dijo.
Más de 39 millones de personas han sido infectadas por COVID-19, según un recuento de Reuters basado en divulgaciones oficiales.
Se han notificado infecciones en más de 210 países y territorios desde que se identificaron los primeros casos en China en diciembre de 2019.
