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Entropía

Por: Bertha Alicia Galindo

La #cienciamexicana: entre la ética y la estética

El gobierno de AMLO está a punto de cumplir seis meses. El próximo 1° de julio presentará, en el Zócalo, los avances en su gobierno, que no hay duda, se van a concentrar en las áreas de programas sociales, combate a la corrupción y economía.

Parte importante de este informe a los ciudadanos será también, el de los ahorros del gobierno en todas las áreas. Adiós! al dispendio. Desde que estaba en campaña López Obrador lo adelantó y, ya en el gobierno, sacó las tijeras (aunque otros lo describen como un rudo machetazo) para recortar todo lo que a su juicio son lujos y excesos como guardaespaldas, autos blindados, viajes, comidas y los altos sueldos de los funcionarios.

En un principio, a la Educación le quitó recursos, que después le fueron devueltos y en ciencia, también hubo ajustes. Pero esto no ha sido suficiente, también ha cancelado las asignaciones que se le daban a las asociaciones civiles, dentro de las cuales hay sociedades dedicadas a promover las vocaciones científicas, ferias, concursos y eventos académicos.

AMLO ha reiterado en cuanta ocasión puede, que México vive una transformación y que no se va a detener ¿tiene razón AMLO? ¿Acaso es otra declaración temeraria del Presidente? No, tiene razón, porque en lo que se refiere al ámbito científico hemos visto varias transformaciones, aunque no exactamente, en el sentido de la 4T.

Para poner lo que a continuación se describe en contexto, habrá que decir que  transformar,  es hacer cambiar de forma a algo o alguien o bien: Ocurre cuando una cosa, hecho o idea es convertida en otra.

Pero ¿En qué se ha transformado lo que tiene que ver con ciencia en México? Habrá que evidenciar, que algunos miembros de la comunidad científica se han transformado: de no tener voz, ahora sí hablan, de no expresar sus ideas, ahora escriben cartas al Presidente y de haber sido omisos, ahora no se les pasa naaada.

Con el ajuste que se dio al presupuesto, todo mundo puso el grito en el cielo, pero no todo fue por la ciencia, fue porque se cancelaron los seguros de gastos médicos y se redujeron los sueldos. Esto nunca antes había ocurrido. Antaño, cada vez que se anunció un recorte a la ciencia, los sueldos permanecieron sin tocarse. En este sexenio las cosas cambiaron.

Interesante es la transformación de algunos científicos, que en lugar de usar el método científico, se transformaron en videntes,  porque aseguran, que con la 4T,  la ciencia va directo a la catástrofe, aunque esto no es nuevo. También lo pronosticaron, a finales de 2016, cuando se anunció el recorte de 23% a ciencia y tecnología. Están registradas en la prensa las palabras del doctor Arturo Menchaca, Coordinador del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, quien advirtió que con el recorte vendría un apagón científico… y no se sabe en donde o a quienes les bajaron el switch, porque en apariencia las cosas siguieron su curso.

También hemos visto a científicos transformados en férreos defensores de la innovación pues han dicho a los cuatro vientos que es un error que se hayan cortado los fondos del Programa de Estímulos a la Innovación, el PEI, al que han clasificado de indispensable para detonar las patentes y la generación de empleos de calidad; sin embargo, muchos de los que se quejan, no tienen una patente, ni han consolidado una empresa.

Interesante es que se pida regresar estos fondos, que en una buena cantidad han ido a parar a grandes empresas y cuyo origen fue en la gestión de Jaime Parada Avila, quien por cierto salió de pleito con la comunidad científica, quienes, por cinco años estuvieron insistiendo al entonces presidente, Vicente Fox, que lo cambiara hasta que lo lograron. Pero bueno, regresando a los apoyos para las empresas ya nadie menciona que Jaime Parada fue quien, a través de estímulos fiscales, inició los apoyos a Volkswagen, General Motors, Toyota, Ford, Chrysler, Nissan y más, menos se recuerda el proyecto de Bimbo que desarrolló con apoyo del Conacyt: azúcar para donas que no se pegan en la envoltura. Si les gustan las donas, recuérdenlo para su próxima compra.

México necesita innovación, pero, para ser innovadores no solo se necesita dinero, como nos lo han hecho creer ¿cómo se piden recursos si las Universidades y Centros de Investigación no modificaron sus reglamentos para poderse vincularse con la industria y la empresa? Se incumplió el plazo de ley y aquí, tampoco pasó nada. Hasta ahora, no es de conocimiento público que se haya puesto una demanda por eso.

He escuchado quejas sobre la desaparición del INADEM, un organismo dedicado a impulsar el emprendimiento, pero que, al mismo tiempo de dar apoyo a empresas de base tecnológica, entregó, a fondo perdido, apoyos para taquerías, panaderías y ópticas. Muchos de estos negocios siguen, otros, no. Del 100 por ciento del dinero que recibió el INADEM en el peñanietismo, sólo 5% de los proyectos funcionan al día de hoy.

Otro ejemplo de transformación es el que vivió Elena Alvarez Buylla a ojos de algunos de sus colegas: AMLO ha dicho en varias ocasiones que es bueno que la directora del Conacyt sea también una científica, alguien que viene de la academia, cosa que no ocurría desde hace varios sexenios y mucho menos, que el Conacyt fuera dirijo por una mujer. Sin embargo, el Dr. Antonio Lazcano declaró en una entrevista con Televisa que Elena Alvarez Buylla no representa a la comunidad científica…

Es como si la Cuarta Transformación ya transforma también a las personas acaso ¿por ser directora ya no es científica? ¿dirá lo mismo de Claudia Sheinbaum? ¿o de Blanca Jiménez de CONAGUA? o ¿de Víctor Toledo de la SEMARNAT? ¿Pensará lo mismo de muchos otros funcionarios, que hasta el año pasado formaban parte de las instituciones de ciencia? ¿Y los anteriores directores del Conacyt que tenían carrera científica dejaron de ser científicos?

En esa misma entrevista Lazcano dio a conocer que, la ciencia transforma a quien forma parte de ella, sí, lo convierte en parte de una élite…

Esta declaración no deja con muy buen sabor de boca porque, justo ese pensamiento elitista es el que ha provocado un aislamiento de la “comunidad científica” del resto de la sociedad y que la ciencia mexicana este desvinculada de resolver los problemas reales del país.

Entonces, el doctor Lazcano pertenece a una élite, pero ha dicho, en varias ocasiones que él no habla con las cúpulas y que tampoco tiene interés en hablar con AMLO… Entonces ¿cuál es su interés? Es decir ¿a quién le habla? Otra pregunta que surge antes estas declaraciones es ¿quién sí es representante de la comunidad científica? ¿Las academias? ¿El Colegio Nacional? Que por cierto, es la élite, de la élite, del cual, por cierto, es miembro Lazcano y que ahorita están muy enojados porque por poco y no les dan recursos  para el pago de la luz, del bello edificio de la calle de Donceles.

Si los recortes habían tenido efecto en la comunidad científica, el memorándum del 3 de mayo en donde se establecía que los funcionarios, tenían que pedir permiso de viajar al Presidente puso a los científicos más que verdes y hubo quien de plano dijo que se estaban afectando sus derechos humanos… Hubo muchos articulistas y hasta influencers (que poco conocen del tema) trasformados en férreos defensores de los viajes a congresos, que ya lo dije antes, son muy necesarios para el desarrollo de la ciencia y para hacer convenios o colaboraciones con pares en el extranjero. Sin embargo, pocos han hecho memoria de lo que se ha invertido en el pasado y de los beneficios que se han obtenido por estos viajes.  Por ejemplo ¿Qué ganó México con los viajes que hicieron los funcionarios de Conacyt (una gran delegación) a Alemania? Que no fue en una, sino en dos ocasiones, una a la feria en la HannoverMesse y otras más a la reunión de los Premios Nobel en Lindau. ¿Hubo convenios? ¿Inversiones? No se sabe a ciencia cierta que se logró.

¿Cuánto se gastó en estos viajes? Es difícil saberlo porque las compras se hacían a través de una agencia de viajes, pero no solo iban los funcionarios, también los integrantes de asociaciones civiles que con la 4T perdieron financiamiento, como el Foro Consultivo. El FCCyT, por cierto,  si tuvo mucho intercambio internacional, pero poca transparencia, no sabemos en qué quedaron los acuerdos que se firmaron con China en materia de popularización de la ciencia el año pasado, acuerdos firmados, curiosamente, solo en China, no en México.

Y también en la divulgación científica regresó el purismo, porque se hizo una dura crítica por la contratación de una persona que no tenía concluida la licenciatura como encargado del área de comunicación de la ciencia en Conacyt, pero curiosamente no hubo queja sobre quien ocupó este cargo, los seis años del el sexenio anterior. Un médico cirujano cuyo acercamiento con temas siderales fue haber sido médico de las estrellas de Televisa y luego la vida lo llevó a ocupar cargos en el IPN, el IMP y el Conacyt. No, nadie dijo nada.

Otra transformación más ha sido la de los medios. Que se han transformado en ser un espacio de información de la esfera pública a un Coliseo romano donde se han dado tremendas batallas. Es el caso de El Universal. Atrás han quedado los días en los que todo era miel sobre hojuelas entre este periódico y el Conacyt. No solo por los contratos de publicidad que recibió en años anteriores, sino por las becas que le dio el Conacyt a la Maestría de Periodismo Científico impulsada por la Fundación Ealy Ortiz en conjunto con la UNAM, maestría en la cual estaban algunos funcionarios del Conacyt.

¿Será que siguen las becas? ¿Será que no? ¿Será esto el motivo del enojo del periódico para atacar una y otra vez a la Directora del Conacyt?

Otro caso de trasformación es el Cinvestav, en donde hay muchos decepcionados de la 4T, pero no porque hayan votado por AMLO, sino porque Esteban Moctezuma ratificó por cuatro años más a José Mustre… No son pocos los investigadores de este Centro que acusan de no tener a un líder al frente de esta institución que defienda los intereses de esta comunidad… pero esto no es nuevo, en fin, apenas hay quien se da cuenta.

En la administración pública en difícil que se den cambios radicales, pero resulta que en pocos meses hemos sido testigos de otra transformación: la de los Centros de Investigación, que como en un cuento de hadas, se les acabó el encanto con el sexenio, porque, de haber sido favorecidos con altos presupuestos y proyectos, como el CIDE, de un día para otro nos enteramos que estaban en riesgo por los recortes.

Otro caso de un centro en crisis es el del INECOL, ubicado en Coatepec, Veracruz que ya no tiene dinero ni para pagar la luz y menos tiene fondos para mantener el rancho El Faunito, que era propiedad de Javier Duarte y que le fue entregado a este Centro en octubre de 2018 con fines investigativos. Desde mayo, el director Miguel Rubio (que tenía poco tiempo en el cargo) ya había declarado que no tenían dinero para mantener a el Faunito, pero no fue escuchado porque, al final de su gestión Enrique Cabrero recibió de Miguel Angel Yunes esta propiedad. Se hizo una ceremonia, un recorrido (es un lugar muy bonito), muchas fotos, pero no llegó el presupuesto para ponerlo a funcionar. Que ese espacio es ideal para instalar un Centro para el desarrollo de la industria del café y las orquídeas sonaba genial, pero todo quedó en la nota porque hace unos días Miguel Rubio anunció que el INECOL va a devolver el rancho al gobierno de Cuitláhuac García.

Pero hay de Centros a Centros porque al CIDE si le fue muy bien en el sexenio peñianietista. A finales del año pasado,  se anunció que se destinarían 160 millones de pesos para la construcción de un Centro Metropolitano en Querétaro, el CentroMET, un consorcio en donde participan el CIDESI, el CIDE, el Colegio de la Frontera Norte, el Infotec, el Centro GEO y el Instituto Mora. El edificio va a estar ubicado en el Libramiento Fray Junípero Serra, cerca del World Trade Center de Querétaro.

Es curioso, el anuncio se hizo casi al mismo tiempo de  cuando se estaban cerrando las maletas en el Conacyt y no fue bien visto por algunos miembros de la comunidad académica quienes contaron que en el diseño y operación de este Centro estaba involucrada una persona muy cercana al todavía director del Conacyt y que destinar recursos, de última hora, a este centro dejaba un mal sabor de boca, como el que quedó con la aplicación de los descuentos al personal del Conacyt unos días antes de que el director dejara el cargo.

Y si los centros cambiaron, con la 4T, también hay cambios en algunos científicos que fueron directivos, quienes ahora están exigiendo que se cumpla lo prometido, tal es el caso del doctor Martín Aluja, exdirector del INECOL, que en un mitin de López Obrador llevo una pancarta para exigir al presidente que cumpla con su palabra.

Pero llama la atención como se transforman las cosas y los discursos. Cuando el doctor Aluja era director del INECOL y se anunció el recorte en octubre de 2016 declaró: “Entonces tenemos que darle la vuelta, si hay recorte presupuestal muy fuerte, a mí me espantó cuando supe de cuánto era, pero ahí es cuando tienes que ser creativo”.

Pero si el tremendo recorte se iba a enfrentar con creatividad, meses antes, en la inauguración del Biomimic en 2015, Aluja era más prometedor, pues en esa ocasión ante EPN y Javier Duarte, Aluja aseguró: con su apoyo, presidente (Peña Nieto), vamos a hacer de Xalapa y Coatepec el Silicon Valley de México ¡Qué tiempos aquellos en donde todo iba viento en popa! En donde había recursos y hasta el gobernador lo llamaba amigo y el entonces director del INECOL calificaba a Duarte como visionario y generoso.

Martín Aluja no pudo cumplir con su cometido y nos dejó a medias el Silicon Valley en Veracruz, pues en 2017 dejó el cargo argumentando que ya no podía mantener un arduo ritmo de trabajo. Renuncia sorpresiva que coincidió con los problemas administrativos que enfrentó al haber despedido de manera injustificada a los científicos del INECOL en Michoacán. Ahora el doctor Aluja ha recobrado impulso y con la 4T se ha dado a la tarea de exigir recursos a la ciencia, pero la verdad no se sabe para cuál ciencia porque también ha quedado registrada otra declaración del doctor Aluja, de diciembre de 2013: “Conacyt tiene que empezar a retar a la comunidad científica mexicana a no hacer más de lo mismo” y más aún, comentó que l educación debía reinvertarse. En un evento con Duarte y rectores de universidades, les dijo que ellos solo pedían dinero…

Es curioso, cuando se ha dado uno de los cambios más trascendentales en la vida política de México es cuando la comunidad científica ha generado más resistencia. Cuando se ha hablado de que la ciencia puede ayudar a resolver los grandes problemas nacionales es cuando los representantes de la comunidad científica (las élites) han demostrado su desacuerdo. Se ha dado una guerra discursiva en donde, por un lado se asegura que la ciencia es la que puede sacar al país del atraso en el que se encuentra, pero que es errónea la visión de ciencia de quien tiene las riendas del Conacyt. Que los científicos no son una mafia, pero sí son una élite. Que el presidente está mal asesorado, pero que no tienen interés en reunirse con él… Entonces ¿qué es lo que se quiere?

Hace poco reeleí esta frase del existencialista Soren Kierkegaard en la obra Ética y Estética: “El que vive estéticamente solo ve por todas partes posibilidades, las que constituyen para él la sustancia del porvenir, mientras el que vive éticamente ve tareas por todas partes”, así parece ser el dilema de quienes hablan por la ciencia en México, hablan de las posibilidades que ofrece la ciencia, del gran porvenir,  pero pocos quieren sumarse para trabajar en el hoy”.

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By  Alcanzando el Conocimiento

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