Toda Italia está en aislamiento. El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, dio a conocer que extendería a toda la nación las restricciones que ya habían estado vigentes para 16 millones de personas en la “zona roja del brote”, ubicada al norte del país.
“Todos tenemos que renunciar a algo por el bien de Italia. Tenemos que hacerlo de inmediato”.
El anuncio se produjo cuando Italia informó de un gran salto en la cantidad de personas que dieron positivo para el virus: hasta 9 mil 172 casos y 463 muertes, el mayor número fuera de China.
Durante el fin de semana, se promulgaron prohibiciones generales de viaje en ciertas provincias del norte plagado de coronavirus del país.
Ahora, los 60 millones de personas en la nación estarán sujetos a restricciones radicales, las más estrictas implementadas fuera de China.
Solo se permitirá viajar fuera de las áreas donde viven las personas si pueden demostrar una necesidad relacionada con el trabajo, las condiciones de salud o las emergencias, dijo Conte.
Se espera que las medidas duren hasta el 3 de abril.
Todas las escuelas y universidades permanecerán cerradas durante ese tiempo.
En todo el país, los museos y sitios arqueológicos han cerrado, se han cancelado las bodas y se ha pedido a los restaurantes que mantengan a los clientes al menos a 3 pies de distancia.
La expansión de la cuarentena también se produjo al final de dos días caóticos de disturbios carcelarios en el país, con seis personas muriendo en una instalación en el norte.
Alrededor de 60 reos en Módena incendiaron parte de sus instalaciones en un intento de escapar, según informes locales.
ANSA/ FRANCO CAUTILLO
Allí, algunos presos irrumpieron en la enfermería y tomaron varias drogas, incluida la metadona.
Seis reclusos murieron allí, dos por sobredosis y uno por inhalación de humo. Las otras tres muertes están siendo investigadas, dijo el director del sistema penitenciario italiano Francesco Basentini en una entrevista televisiva.
En Foggia, los reclusos se subieron al techo en un intento de fuga, pero fueron frustrados por la policía armada que rodea el edificio, informó CNN.
En Bolonia, 35 prisioneros ocuparon dos secciones de una instalación y tomaron como rehenes a cuatro guardias.
Las tropas del ejército y los oficiales de la policía militar Carabinieri respondieron en vigor y evitaron que casi 500 prisioneros escaparan, según los informes.
Cuando se anunció el cierre, los médicos italianos celebraron una pequeña victoria: el primer paciente en ser diagnosticado en el país, un trabajador de Unilever de 38 años fue trasladado de cuidados intensivos y había comenzado a respirar por sí mismo.
“Desafortunadamente, solo estamos al principio”, dijo el Dr. Massimo Galli, jefe de enfermedades infecciosas en el hospital Sacco de Milán.
