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Israel crea “un grupo de trabajo” para evaluar las acusaciones relacionadas con Pegasus

Israel creó un equipo de alto nivel para gestionar la respuesta a las preocupaciones que suscita el software de espionaje Pegasus en el mundo. Según fuentes israelíes, el grupo evaluará las crecientes acusaciones de que el programa vendido por una empresa cibernética israelí haya sido una herramienta cómplice de abusos a escala mundial.

El gobierno de Israel formó un grupo de trabajo para gestionar las consecuencias de las revelaciones sobre el proyecto Pegasus. El equipo incluye representantes del Ministerio de Defensa, de Justicia, de Asuntos Exteriores, de la inteligencia militar y del Mossad, la agencia nacional de inteligencia.

“Este acontecimiento va más allá del ámbito del Ministerio de Defensa”, declaró una fuente israelí a la agencia Reuters, refiriéndose a las posibles repercusiones diplomáticas que podrían tener las revelaciones que hicieron medios de comunicación de presuntos abusos del software Pegasus en Francia, México, India, Marruecos e Irak.

Según la prensa israelí, el equipo gubernamental investigará así posibles “cambios de política” en materia de exportaciones cibernéticas sensibles.

Esta información se conoce mientras aumenta la presión diplomática sobre Israel por la preocupación de que el gobierno haya permitido estos abusos, al conceder licencias de exportación de Pegasus a Estados señalados de violar los derechos humanos.

Todo comenzó por un consorcio de 17 medios de comunicación que reveló el pasado domingo que clientes gubernamentales de todo el mundo habían utilizado este software de piratería informática -desarrollado y vendido por la empresa israelí NSO Group- para supuestamente atacar a activistas de derechos humanos, periodistas y abogados.

“Suposiciones erróneas y teorías no corroboradas”, según NSO group

A pesar de los señalamientos en su contra, NSO rechaza la información, afirmando que está “llena de suposiciones erróneas y teorías no corroboradas”. La empresa también se niega a confirmar o negar a qué gobiernos vende su tecnología, pero asegura que sus herramientas sólo se venden a organismos militares, de inteligencia y policiales cuidadosamente examinados. “Pegasus está destinado a ser utilizado únicamente por los organismos gubernamentales de inteligencia y de aplicación de la ley, para luchar contra el terrorismo y la delincuencia”, subraya.

Tales propósitos son también los que guían la política de exportación de Israel, declaró el ministro de Defensa Benny Gantz el martes: “Aprobamos la exportación de productos cibernéticos sólo a los gobiernos y sólo para uso legal. Los países que compran estos sistemas deben cumplir las condiciones de uso”. Pero añadió que el país estaba “estudiando” las revelaciones del proyecto Pegasus a medida que iban surgiendo.

Por otra parte, con las revelaciones, también se cuestiona si las agencias de inteligencia israelíes han podido acceder a la información recopilada por los clientes de NSO, algo que tanto Israel como la empresa de vigilancia niegan.

Enrique Peña Nieto en el centro del escándalo

Este escándalo cibernético preocupa a una multitud de periodistas, funcionarios públicos y activistas de derechos humanos. Pero hay un gobierno que parece más golpeado, y es el de México.

En efecto, la investigación destapó que funcionarios de varios países espiaron 50.000 teléfonos mediante el programa Pegasus, de los cuales 15.000 casos tomaron lugar en México, y más exactamente durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Entrando en los detalles de la investigación, el periódico británico ‘The Guardian’ informó el lunes que al menos 50 personas cercanas al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fueron potencialmente blanco de la anterior administración, después de que esta comprara Pegasus a NSO Group.

El periódico reveló que después de esa compra fueron supuestamente intervenidas las comunicaciones de activistas, periodistas y las del entonces líder opositor y actual presidente, López Obrador. También se habrían intervenido las líneas de los colaboradores de López y hasta de su cardiólogo, así como las de familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

En 2017, el expresidente Peña Nieto negó “categóricamente” espiar a periodistas y activistas, tras un reportaje que revelaba que su gobierno había intervenido el teléfono de la periodista Carmen Aristegui, entre otros.

Por su parte, el jefe de la unidad de inteligencia financiera de México, Santiago Nieto, declaró el miércoles que el actual gobierno no había firmado contratos para adquirir el programa de espionaje israelí Pegasus. “Todo esto se hizo en la administración anterior: fueron tácticas de control, intimidación y manipulación”.

En reacción a esas acusaciones contra su predecesor, Andrés Manuel López Obrador las calificó el martes de “vergonzosas”. En su rueda de prensa matutina, afirmó que en su Gobierno ya “no se espía a nadie” y descartó tomar medidas judiciales contra quienes lo espiaron.

Finalmente, la Procuraduría General de la República de México puntualizó el martes que planeaba utilizar la nueva información para su investigación, ya abierta, sobre el espionaje a personas mediante el software Pegasus.

Con información de France 24, EFE, Reuters y medios locales

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By  Alcanzando el Conocimiento

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