Con la finalidad de fortalecer a las empresas nacionales con base científica y tecnológica y que éstas favorezcan la independencia tecnológica y el desarrollo sustentable y sostenible de México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) firmaron este martes un convenio-marco de colaboración que permitirá la suma de esfuerzos entre el gobierno y la iniciativa privada.
Se trata de un convenio amplio y de largo aliento que tiene, entre sus objetivos, el impulsar el desarrollo de empresas mexicanas que ofrezcan soluciones a los problemas prioritarios del país, como son: abasto de agua, movilidad urbana, transición energética y productos de innovación en salud, entre otros.
La directora general del Conacyt, destacó que el convenio favorecerá el acercamiento y la colaboración sustantiva entre el sector científico y el sector empresarial. Dijo que dicha colaboración tendrá la virtud de sumar las capacidades de ambos sectores y y señaló que el convenio suscrito marca un cambio profundo en la estrategia nacional para impulsar el desarrollo tecnológico y la innovación en México.
La titular del Conacyt también recordó que, en gobiernos pasados, se aplicaron políticas en el sector CTI que recrudecieron la dependencia y la importación de tecnología: “en el sexenio anterior, México logró subir seis posiciones en el Índice de Inversión en Innovación, pero al mismo tiempo se desplomó 16 lugares el Índice de Eficiencia en Innovación”. Esto en referencia a que en el sexenio de Enrique Peña Nieto se destinaron 35 mil millones de pesos del erario a instancias y empresas privadas de todos tamaños, tanto nacionales como extranjeras, entre ellas Volkswagen, Bayer o Mabe.
Alvarez-Buylla agregó que “importar tecnología no ha sido una buena estrategia y que México debe desarrollar sus propias creaciones tecnológicas, las cuales deben estar articuladas con las necesidades del país”. También mencionó que las iniciativas que emanen del Convenio Conacyt-CCE deberán asegurar que el plusvalor permanezca en el país y que los productos de innovación tecnológica que se generen deberán repercutir en el beneficio social y el cuidado ambiental.
“Las transferencias (económicas) a las instancias privadas ya no serán tales sino que serán acuerdos de colaboración donde se establecerán condiciones para que las empresas se comprometan en invertir más en ciencia y tecnología”
La Dra. Elena Álvarez-Buylla señaló que el Conacyt, a partir de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces), ha establecido temas prioritarios para el desarrollo científico, tecnológico y de innovación en los ramos de salud, agua, transición energética y tecnología 4.0: “La apuesta es lograr, desde México, soluciones creativas y novedosas que no solamente se puedan aplicar en nuestro país, consiguiendo empresas más productivas, sino que incluso esas soluciones se puedan exportar a terceros países”, puntualizó.
Por su parte, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, celebró la firma del convenio y aseguró que el desarrollo de tecnología produce, con el tiempo, una disminución de costos para las empresas, pues “las vuelve más eficaces en sus procesos, lo que se traduce en productos más baratos”. También mencionó que la tecnología, al aumentar la productividad de las empresas, permite abrir oportunidades de empleo e impulsar el crecimiento económico del país y, con ello, combatir la pobreza.
El Lic. Salazar Lomelín pronosticó que el convenio Conacyt-CCE tendrá un impacto importante en la vida tecnológica de México, y enfatizó en la necesidad de impulsar diversos mecanismos, como son los programas de estímulos fiscales, para aumentar el interés de las empresas en invertir en ciencia, tecnología e innovación. Finalmente, dijo que se requiere crear fondos de capital de riesgo para apoyar, por ejemplo, la creación de empresas iniciales con base científica y tecnológica (startups) en todos los rincones del país.