Hace unos días, en el Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México se llevó a cabo el evento Synergy Forum, un encuentro multidisciplinario en el cual se discutieron varios temas por demás fundamentales para los años venideros. Temas muy oportunos cuando nos encontramos próximos a la llegada de un nuevo gobierno en dónde se abren posibilidades en el desarrollo y ajuste en las políticas públicas.
Algunas de las premisas y cuestionamientos sobre los que se reflexionó en Synergy Forum fueron: si seremos capaces de alimentar y cuidar a una población envejecida; la necesidad de innovar urgentemente en un mundo en donde se están agotando los recursos naturales, ¿hacia dónde nos está llevando la nueva era industrial?, ¿Qué significan los semiconductores para el futuro de México? La inteligencia artificial ¿se convertirá en algo positivo o será el acabose de la humanidad? La posibilidad de tener crecimiento económico a través de impulsar el ecosistema de academia, gobierno, empresarios y sociedad y un rico panel acerca de la problemática de un país que se está envejeciendo día con día. Sin duda preocupaciones a las que se les tiene que encontrar una solución pronta.
Y precisamente para hablar de este último tema, me voy a referir particularmente al panel “Innovación en salud: Envejecimiento y Seguridad Alimentaria” que tuvo como pregunta principal ¿Cómo pueden ayudar las políticas públicas ayudar a resolver los retos que plantea el envejecimiento? Pensando que en 2050 el envejecimiento poblacional será una bomba de tiempo y partiendo que la investigación “Reformas en materia de derechos de las personas mayores”, del Instituto Belisario Domínguez, en donde se reporta que en 2024, las personas mayores de 60 años representan el 12.9% de la población y se espera que esta proporción se incremente al 25 por ciento en el año 2050.
Javier Dávila Torres, secretario de la Mesa Directiva de la Academia Mexicana de Cirugía expuso que una de las prioridades es incrementar el presupuesto para el sector salud, porque dijo: “me ha tocado conocer muy de cerca que al Secretario de Salud entrante le dice el presidente, ah pues doctor o doctora, muchas felicidades te quedas a cargo de la Secretaria de Salud y…que Dios Te bendiga…” Esto es así, explicó Dávila porque año con año, sexenio tras sexenio, Hacienda ha ido reduciendo el presupuesto de Salud hasta llegar al punto de que el Secretario de Salud no puede hacer nada…o muy poco…y ya lo vimos en la pandemia, agregó el doctor Dávila donde se tuvieron que comprar miles de ventiladores, miles de vacunas, mascarillas y más…A esto se suma que México ya llevaba terreno avanzado en la producción de vacunas y eso quedó desmantelado y al día de hoy apenas se tiene a la vacuna Patria, pero proyectos como la vacuna que estaba haciendo el Instituto de Biotecnología de la UNAM contra COVID-19 no pudo concretarse por falta de apoyos para su desarrollo.
Otra preocupación que mencionó Javier Dávila Torres fue la bomba de tiempo que es el sistema de pensiones y jubilaciones que siempre están en números rojos y ante eso recordó un titular de Excélsior de 1948 dónde se leía que 21 millones de personas estaban prontas a su jubilación y de ahí a la fecha siguen siendo números rojos. Otro factor que señaló el doctor Dávila es el de la salud de las personas adultas mayores que ahora son más longevas pero no son sanas. “Antes, un trabajador del IMSS se jubilaba y a los 2 años moría, hoy no…hoy un trabajador se jubila y le quedan como unos 20 años, mínimo, más de vida, pero enfermo con padecimientos como diabetes, hipertensión, etc. Necesitamos una política de Estado en salud. La solución no es la réplica de muchos programas, sino de una política de Estado en Salud en dónde intervengan muchas de las Secretarías como lo vimos en la pandemia dónde intervinieron muchas secretarías como la SRE y hasta Turismo tuvo que ayudar. Es entonces que una política pública en envejecimiento debe tener una estrategia y un presupuesto, concluyó el su intervención el doctor Dávila.
María del Carmen García, directora general del Instituto Nacional de Geriatría (INGER) señaló que antes que nada hay que ponerse de acuerdo en cómo llamarle al envejecimiento. En su opinión lo mejor sería llamarle “envejecimiento saludable”. Hay que ser conscientes que una gran cantidad de adultos mayores son jefes de familia, ayudan en el sostenimiento de familias completas. Y esto sucede tanto en el mercado formal como informal. Debemos de pensar en que el envejecimiento no es una carga, es una oportunidad para crear políticas públicas exitosas como el crear ciudades amigables con la tercera edad, medicamentos accesibles entre otros.
Susana Castro, científica del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM dijo que no hay que asociar al envejecimiento con la inutilidad, en vez de eso, hay que entender qué pasa en nuestro cuerpo al envejecer y prevenir las situaciones que pueden pasar en nuestro cuerpo asociadas al envejecimiento, principalmente enfermedades como los cánceres, la osteoporosis, la sarcopenia porque si nosotros somos capaces de entender la biología de lo que sucede en nuestro cuerpo podremos entonces retener los procesos degenerativos como por ejemplo en el caso de padecer diabetes a edades tempranas o síndrome metabólico, ambos padecimientos determinan el envejecimiento temprano.
Susana Castro concluyó haciendo un llamado a los comunicadores, a que se interesen por la ciencia y los procesos científicos para que la sociedad los haga suyos.
Mayra Pérez, inmunóloga del IPN alentó la multidisciplinariedad, es decir, que entre más áreas se involucren en la solución de un problema, más rápido se encontrarán más y mejores soluciones, porque sólo no se llega a ningún puerto. Reconoció la capacidad del Tec de Monterrey para impulsar la innovación y dijo, en el sector público no tenemos eso como nuestro deber ser, al contrario, pareciera que hay que flagelarse. Ya un científico hace algunos años dijo que si la ciencia se vendía se estaba prostituyendo…Mayra Pérez también hizo hincapié en la necesidad de comunicar los beneficios de la ciencia a la sociedad e impulsar la innovación.
Rodrigo Ulloa, senior manager research and New Business Development de los Laboratorios Columbia, habló de la importancia de la innovación y de entenderla lo más rápido posible para disfrutar sus ventajas y puso el ejemplo de la posibilidad de comer sano y comer probióticos para tener una microbiota sana y no una microbiota enferma que acelere el envejecimiento.
Los mensajes al próximo gobierno de Claudia Sheinbaum fueron claros: en el Tec estamos listos para colaborar con soluciones, necesitamos trabajar en la llamada cuarta hélice haciendo sinergia entre academia, gobierno, iniciativa privada y sociedad. Es indispensable darle respeto y un lugar serio a la Secretaría de Salud y brindarle el presupuesto necesario para hacer políticas públicas urgentes en materia de salud que incluyan al envejecimiento y propiciar una comunicación intensa de la ciencia y sus beneficios entre científicos comunicadores y sociedad.
El cambio en la pirámide poblacional de nuestro país ha estado pronosticado desde hace varios años. Sin embargo, las políticas públicas no han cambiado de manera sustantiva. Si bien la expectativa de vida hoy en día es de 75 años y puede llegar a ser de 84 años para 2050, no implica que sea una vejez saludable sin la prevención. Una alimentación sana, ejercicio diario, cuidado del sueño, pueden asegurar una vejez en mejores condiciones. La realidad que hoy viven cientos de adultos mayores es de precariedad, de enfermedad y de desigualdad, porque el costo de vida y de los servicios de salud varían dependiendo de la entidad federativa en la que se habita.
El envejecimiento de la población no es un tema nuevo pero si un tema donde se puede aplicar la ciencia, la tecnología y la innovación para buscar soluciones a este y otros problemas. El envejecimiento tampoco es algo novedoso, pero lo que si puede serlo, es el diseño de políticas públicas que promuevan una vejez saludable. Un cuarto de la población de México tendrá más de 60 años en 2050, faltan 26 años que se pasaran como agua. Aún hay tiempo de prever.