De acuerdo con el International Medical Advisory Panel de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF), durante los últimos meses se ha visto el impacto que la pandemia por COVID-19 ha tenido en los sistemas y servicios de salud, particularmente en los Servicios de Salud Sexual y Reproductiva.
La respuesta de emergencia al brote de COVID-19 puede implicar que los recursos destinados a los servicios de salud sexual y reproductiva se hayan desviado con el propósito de hacer frente a la epidemia.
Debido a esta situación, se podrían exacerbar las desigualdades existentes, así como la discriminación en contra de otros grupos vulnerables como las personas con discapacidad y aquellas en situación de pobreza extrema. Además de esto, las mujeres podrían tener un impacto en la forma en que reciben tratamiento y atención.
Según datos de la UNFPA, a nivel mundial, hasta 7 millones de embarazos no deseados podrían ocurrir si la falta de acceso a los servicios continúa durante los siguientes 6 meses.
El Dr. Said Plascencia, Director Médico Asociado de Salud Femenina de MSD, comentó que “de acuerdo con la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) es esencial proveer servicios sexuales y reproductivos, que deben ser asegurados para mujeres, al igual que para las comunidades más pobres y vulnerables, especialmente en un contexto de pandemia”.
“El acceso a la salud sexual y reproductiva es un derecho humano, por ello, los métodos de planificación familiar y autocuidado deben promoverse, y las barreras para acceder a la anticoncepción deben ser levantadas”, mencionó el Dr. Plascencia.
La salud sexual y reproductiva es un problema de salud pública que requiere atención, por lo que se debe trabajar para que todas las mujeres tengan acceso a servicios integrales de salud sexual y reproductiva, que incluya atención prenatal, perinatal y posnatal.
El acceso a la anticoncepción efectiva contribuye a que las mujeres puedan decidir cuándo embarazarse; ayuda a que las sociedades enfrenten menos problemas derivados de embarazos no deseados, por lo que la difusión de los diferentes métodos anticonceptivos por parte de los médicos a sus pacientes es deseable.