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Estado mexicano pide perdón a los pueblos mayas por los agravios cometidos

La ceremonia de Petición de Perdón por Agravios al Pueblo Maya, Fin de la Guerra de Castas, los presidentes de México y Guatemala, Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Eduardo Giammattei Falla, el Gobierno de México advirtió que los agravios cometidos contra las comunidades indígenas no pueden repetirse.

A nombre de las comunidades indígenas de la región, Ana Karen Dzib Poot –electa en una asamblea previa para compartir el pensamiento de la representación maya–, señaló que este acto tiene mucha importancia, pues hoy el Estado Mexicano está reconociendo su responsabilidad por los agravios cometidos contra el Pueblo Maya.

“Reconocemos la humildad y sinceridad de su Gobierno, al pedirnos perdón el día de hoy, como un acto genuino, basado en la buena fe, un paso histórico para lograr una verdadera reconciliación nacional, y que es muy importante que hagamos todo lo necesario para acabar con tanta injusticia, explotación y racismo, que mucho nos ha lastimado”, expresó.

Ante el Director General del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, refirió que “el perdón significa la recuperación de nuestra memoria histórica, hacer todo lo posible para que todos los mexicanos sepan lo que pasó aquí y lo que sufrieron nuestros antepasados. Significa reescribir y resignificar nuestra historia nacional, en la que se nos reconozca como sujeto colectivo, cuna de una civilización milenaria”.

También, dijo, significa que no se volverán a repetir situaciones como las que se vivieron desde la Colonia y que se siguen padeciendo hoy en día. “Por eso es muy importante que hagamos todo lo necesario para acabar con tanta injusticia, explotación y racismo, que mucho nos ha lastimado”.

Propuso reconocer el gran aporte del Pueblo Maya y de los pueblos originarios en la construcción de la grandeza de México, a partir de sus valores culturales, su cosmovisión ancestral y la organización comunitaria, en la que residen sus raíces y la regeneración de la patria.

Para que el acto de pedir perdón se pueda traducir en beneficios concretos para el pueblo maya, la oradora dio lectura a peticiones emanadas de las comunidades de la región, como crear una Comisión de Memoria, Reconocimiento y Justicia del Pueblo Maya, para honrar su legado; se les reconozca como sujetos colectivos y se les haga justicia.

Con el liderazgo de sus autoridades tradicionales, propusieron la elaboración de un Plan de Desarrollo del Pueblo Maya, para atender sus necesidades más apremiantes y construir un horizonte de justicia y bienestar.

Además, pidieron se reconozca su dignidad y derechos inalienables en la Constitución y leyes de México, para que nunca más se vuelvan a repetir las injusticias, la exclusión y la discriminación que han vivido hasta el día de hoy.

Historia de agravios contra el Pueblo Maya

A nombre de dignatarios, autoridades y representantes del pueblo maya, Ana Karen Dzib Poot recordó los agravios que han sufrido desde la colonización española y han perdurado en el México independiente. Los invasores trajeron despojos, guerras, epidemias, esclavitud y tragedia para nuestros pueblos, lamentó.

Precisó que desde ese tiempo, viven en una nación que los ha ignorado, oprimido y discriminado; aquí en la Península de Yucatán hemos padecido una exclusión racial, social y cultural, situación que aún perdura hasta nuestros días.

“Los Mayas hemos luchado con dignidad para no ser conquistados, y sobre todo para defender nuestra sagrada libertad, así como nuestras tierras y aguas, tal como se ha recogido en la historia oral y escrita, no así, en la historia oficial”, externó.

Narró que con esta historia de resistencia, casi 100 años después, se cumplió la profecía del caudillo Jacinto Canek escrita en 1761, ya que, el 30 de julio de 1847, en los pueblos de Tepich y Tihosuco, estalló la llamada “Guerra de Castas”, dirigida por los guerreros indígenas Cecilio Chi, Jacinto Pat y Manuel Antonio Ay, iluminados por un sentimiento de libertad y justicia.

Añadió que el levantamiento fue en respuesta al cruel acto ordenado por el capitán criollo Ongay, del Ejército Mexicano, quien mandó quemar a Tepich y sus habitantes. Éste ha sido uno de los hechos más violentos que ha sufrido el Pueblo Maya desde la invasión española. Una guerra que duró más de medio siglo y que tuvo su etapa más cruel en el Porfiriato.

La guerra llevó a la muerte a miles de guerreros, mujeres, niñas, niños y ancianos, en la que fueron destruidas, saqueadas e incendiadas milpas, cosechas, animales, bosques, iglesias y lugares sagrados. El poder de los gobernantes y su ejército se ensañó cruelmente en contra del Pueblo Maya en su resistencia y rebeldía, concluyó.

Ofrenda de Perdón

En contraste a los lamentables acontecimientos que tuvieron lugar en esta región, con motivo de la Guerra de Castas, el pueblo maya a través de sus sacerdotes Higinio Kauil Pat y María Lucely Kauil Mazún, ofreció una ceremonia tradicional con la Ofrenda de Petición de perdón al pueblo Maya (k’ub óolal ti’ sa’asaj si’ipil ti’ maaya masewáalo’ob).

Cabe destacar que en la cultura maya, se practica el sincretismo religioso, que consiste en una combinación de elementos propios de la religión católica, con la religión que practicaban los mayas prehispánicos. Por ello en todas sus ceremonias principalmente en la tierra de los mayas cruzo’ob –seguidores de la cruz desde la época de la guerra de castas–, uno de los elementos primordiales es precisamente la cruz, que cobró otro significado para el pueblo maya en la guerra, pues era a través de ella, que la fuerza de los mayas no se agotaba y los guiaba.

Esta ceremonia de ofrecimiento para las y los asistentes se llevó a cabo a partir de la voluntad de quienes ofrendaron desde el corazón, con ayuda de los J-Méen (sacerdotes mayas) o los rezadores que conducen la ceremonia con plegarias en español, maya y latín, algunos de ellos en tonos de cánticos.

En tanto el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que los pueblos yaquis y mayas, para vergüenza de todos, han sido los peor tratados. Refirió que estas dos etnias resistieron y sobrevivieron al extermino, estas infamias no sólo se cometieron durante la invasión española y dominio colonial, sino también en la época del México Independiente y con mayor brutalidad en el porfiriato hace apenas 110 años.

Exclamó que el esplendor turístico y arqueológico de Quintana Roo, que causa asombro a millones de visitantes de todas las latitudes, no nos haga olvidar que aquí viven los descendientes de quienes padecieron las más inhumanas de las injusticias, la guerra de exterminio.

“Estamos aquí ofreciendo perdón, exponiendo que jamás vamos a olvidar a los pobladores del México profundo; si tuviera que decir en una frase qué es lo que busca el Gobierno que represento, les diría: por el bien de todos primero los pobres, arriba los de abajo y abajo los privilegios. En fin, nuestro compromiso es escuchar, atender y respetar a todas y a todos, pero dándole preferencia a los más necesitados, a los mayas y a los indígenas de todas las culturas de México”.

En el acto protocolario, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dio lectura a la Carta de perdón del Gobierno de México hacia el Pueblo Maya y el Presidente López Obrador entregó la Proclama de la Cruz Parlante a las comunidades mayas, para consumar este acto de perdón en la antigua Chan Santa Cruz, hoy Felipe Carrillo Puerto.

Estuvieron presentes en la ceremonia los Secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón; de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, de Marina, Joel Rafael Ojeda Durán y de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero; así como el Director General del Instituto de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes; el Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Pedro Brolo Vila; y el Secretario de la Comisión de Hechos, Procesos y Personajes Históricos de México, Zoé Robledo Aburto.

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By  Alcanzando el Conocimiento

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