La unión hace la fuerza es un dicho popular que resume que con colaboración y solidaridad se puede lograr un objetivo y esa es la base de la organización popular.
En la Ciudad de México, hay decenas de organizaciones que han luchado por los derechos sociales, políticos, culturales para las minorías. Movimientos populares de hombres, mujeres, estudiantes, indígenas, obreros, médicos, maestros han surgido y se han manifestado para buscar interlocución con el gobierno para que sus demandas sean atendidas. Ese proceso de conformación, confrontación, rebeldía, lucha, han sido un crisol del cambio social, del empoderamiento ciudadano.
Luego del terremoto de 1985 y ante la inacción del gobierno, la ciudadanía tomó el control de la ciudad. De todos lados llegaron manos para ayudar a rescatar a las personas que estaban bajo los escombros, a repartir agua, alimentos y ropa.
Solidaridad desbordada que el gobierno quiso detener pidiendo a la gente quedarse en su casa. Esta respuesta civil derivó en la Unión de Vecinos y Damnificados 19 de septiembre y el Frente del Pueblo en la Ciudad de México 1985-1999, entre otras organizaciones que lograron la reconstrucción de 80 mil viviendas.
En 1988 hubo una ruptura en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el surgimiento del PRD. Cuauhtémoc Cárdenas se postula a la presidencia tres veces. Años después, en 1997, Cárdenas se convirtió en el primer jefe de Gobierno del Distrito Federal electo y le dio a la izquierda su primer triunfo.
El viernes pasado la candidata de Morena-PT y partido Verde, Clara Brugada se reunió con organizaciones de maestros, de trabajadores del sector educativo, cultural y deportivo.
A 15 días de la elección, Brugada reconoció que hay una gran disputa por la ciudad y dijo que el 2 de junio la ciudadanía va a decidir libremente si la ciudad continúa con un gobierno progresista o que regrese la corrupción. Para evitar lo segundo, hizo un llamado a evitar la compra del voto con una jornada de 15 días de activismo.
Hay que destacar la puntualización que hizo Clara Brugada que la izquierda de Morena tiene apenas seis años gobernando. Recuperamos la ciudad, no llevamos 27 años gobernando. El cártel inmobiliario nació en la era de Mancera, señaló la candidata.
También explicó con detalle las acciones que realizó como delegada en Iztapalapa: las utopías, el acuario digital, los parques, bibliotecas, el parque de dinosaurios IztapaSauria, centros recreativos y deportivos a los que la población tiene acceso gratuito.
Como parte de sus propuestas agregó que tiene planeado construir 100 utopías en la Ciudad de México cuando llegue al gobierno y se comprometió a rehabilitar la infraestructura de las escuelas de educación básica así como equiparlas con computadoras e Internet. Esto en acuerdo con el gobierno federal.
Además dijo que va a impulsar el programa Do Re Mi Fa Sol para dotar de instrumentos musicales a las escuelas para cambiar la nota roja por la nota musical.
Aunque hay continuidad con la gestión iniciada por Claudia Sheinbaum, la propuesta de gobierno de Clara Brugada busca principalmente, replicar los programas que aplicó en Iztapalapa pero también busca atender demandas que aún no han sido atendidas. Hacer efectivos derechos como el acceso a la salud, al agua, a la educación, a la cultura y a una vida digna. Demandas de las organizaciones populares con las que se reunió y a las que prometió que su gobierno será la cosecha de las luchas históricas que han dado a lo largo de los años.
Como Brugada explicó, ella inició su participación política en la organización popular luego de que se mudó a Iztapalapa, decisión que le hizo conocer de cerca las carencias de las personas más pobres de la ciudad.
Llama la atención este llamado a los 15 días de activismo que hace Clara Brugada a las organizaciones populares. Justo hoy se llevó a cabo una concentración en el zócalo en apoyo a la candidata presidencial Xóchitl Gálvez y al candidato al gobierno de la ciudad, Santiago Taboada. Este evento se logró, no solo por la convocatoria del PRI, PAN y PRD sino también a la acción de organizaciones de la derecha, que también existen en nuestro país desde hace muchos años. Fue un evento partidista sí, pero también de ciudadanos con interés en la familia, el derecho a la vida, principalmente y que tienen otro tipo de concepción del mundo y de la sociedad.
Entre las organizaciones de derecha y las organizaciones populares hay un abismo: mientras de un lado se promueven visiones individualistas, del otro es el colectivo. Mientras se promueve el clasismo, del otro lado hay inclusión. Son dos proyectos que se contraponen, pero que están presentes, de manera muy marcada en la Ciudad de México. Son dos propuestas entre las que los electores decidirán su voto.
Estas dos visiones no son exclusivas de la Ciudad de México ni del país. Está ocurriendo también en América Latina, baste ver el caso de Argentina.
¿Qué gobierno elegirán las y los ciudadanos de la Ciudad de México? Eso lo sabremos el próximo domingo 2 de junio. Pero lo que es certero es en las elecciones del 2021 la ciudad quedó dividida entre derecha e izquierda y eso está haciendo que la contienda en la capital sea más reñida que en otros años. Veremos si el llamado a la movilización popular tiene efecto, el llamado a, ahora sí, a cosechar lo sembrado.