Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a los exámenes de admisión que aplican las universidades públicas para poder cursar estudios de licenciatura. Para AMLO, estos exámenes no deberían aplicarse:
“Sí, yo no estoy por los exámenes de admisión, yo pienso que todos tienen que tener la oportunidad de estudiar y que incluso si llegan con rezagos, que haya un periodo de actualización, de mejora educativa para que puedan estudiar; pero no rechazar, no estoy por esa política de rechazo. Es mil veces mejor tener a un joven estudiando que tenerlos en la calle.”
Para López Obrador la escuela se convierte en el segundo hogar cuando hay problemas en la familia
“El joven, si tiene posibilidades de estar en la escuela, se forma, se puede educar, tiene otra enseñanza, es abrazado, es protegido por los maestros, por sus mismos alumnos. Cuando no tiene esa opción ¿dónde se forma?, en la calle y puede tomar el camino de las conductas antisociales.”
AMLO dijo que lo ideal es que todos los que quieran ingresar a la universidad puedan hacerlo y que se supriman los exámenes los exámenes de admisión, que se garantice el derecho a la educación y puntualizó que la educación no es un privilegio, es un derecho del pueblo:
“El propósito de la Cuarta Transformación es garantizar a todos los jóvenes el derecho a la educación. Estamos estableciendo 1000 universidades públicas, ya se inició la constitución de 100 universidades públicas en las regiones más pobres de México, educación pública y gratuita, que el Estado asuma su responsabilidad.”
El Presidente explicó que en el periodo neoliberal el examen de admisión se utilizó como pretexto para rechazar a los jóvenes. López Obrador dijo que esto fue una constante y que era una mentira, señaló que no es que los jóvenes no pasaran el examen de admisión, sino que no había espacios porque no había presupuesto en las universidades, porque el propósito era poner la educación al mercado como si fuese una mercancía, privatizar la educación.
López Obrador señaló que esta política prevaleció por tres décadas y que se rechazaban 300 mil jóvenes por año de universidades públicas y que esto llevó a un crecimiento en la matrícula de las escuelas privadas. Sin embargo dijo, también un momento en que dejó de crecer la matrícula de las instituciones privadas porque, por muy poco que se pague de colegiatura, la mayoría de los mexicanos tiene para pagar colegiatura, es decir, los padres no tienen para pagar la colegiatura de sus hijos.
El Presidente agregó que el salario de un trabajador promedio es de cuatro, cinco mil pesos, y una colegiatura, por muy barata, son tres mil pesos mensuales por lo que se excluye a los jóvenes y no pueden estudiar, y esto afecta a los que tienen menos ingresos.
Sin embargo, el presidente aclaró que no está en contra de la educación privada:
“El que tenga para pagar una escuela privada está en su derecho de hacerlo, pero el Estado está obligado a garantizar la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares.”
El presidente también dio a conocer que en el encuentro que tuvo con Enrique Graue se comentó el tema del examen de admisión:
“Hace poco, precisamente el rector de la UNAM me visitó, me trajo una tabla sobre el nivel económico de los estudiantes de la UNAM, que son como 250 mil estudiantes, y me decía con mucha satisfacción que el 60 por ciento de los que estudian en la UNAM -que es una gran universidad, considerada la universidad pública más importante en América Latina- que el 60 por ciento eran estudiantes de familias pobres, mientras en el resto de las universidades públicas del país sólo el 35 por ciento eran estudiantes de familias pobres.
Y entonces le dije: Esto es posible porque se mantiene el pase automático, porque la UNAM tiene escuelas de nivel medio superior y el que estudia en esas escuelas tienen entrada automática a la UNAM, no tiene que presentar el examen. Entonces, yo sí estoy a favor de que se abran los espacios.”
López Obrador reiteró que la desaparición del examen de admisión es un planteamiento nuevo que es distinto al lo que han expresado los candidatos a la rectoría de la UNAM y agregó: “yo respeto la opinión de los rectores o de los aspirantes a la rectoría. Nosotros vamos a garantizar la autonomía de las universidades.”
