Cualquiera que viaje a los Estados Unidos en un vuelo internacional tendrá que mostrar prueba de una prueba COVID-19 negativa dentro de los tres días antes del viaje, anunciaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades el martes. La orden entrará en vigor el 26 de enero.
El requisito se produce unas semanas después de que los CDC ordenaran que cualquier persona que vuele desde el Reino Unido debe recibir un resultado de prueba negativo dentro de las 72 horas anteriores a su vuelo. Esa orden se basó en las preocupaciones sobre una variante de coronavirus más contagiosa que se propaga por el Reino Unido. Esa variante ya está presente en Estados Unidos.
Las pruebas “pueden hacer que los viajes sean más seguros, saludables y responsables al reducir la propagación en aviones, aeropuertos y destinos”, aunque no eliminan todos los riesgos de propagación de COVID-19, dijo el director de los CDC, Robert Redfield, en un comunicado.
Las aerolíneas estadounidenses argumentan que este tipo de programa debería reemplazar las prohibiciones de viaje y otras restricciones que ahora están vigentes. Las personas que no son ciudadanos o residentes permanentes actualmente no pueden viajar a los EEUU si han estado en países como China y el Reino Unido en los 14 días anteriores a su viaje.
“Creemos que un programa bien planificado centrado en aumentar las pruebas de los viajeros a los Estados Unidos promoverá estos objetivos de una manera mucho más eficaz que las restricciones generales de viaje actualmente en vigor”, dijo Nick Calio, director ejecutivo de Airlines for America, en una carta al vicepresidente Mike Pence a principios de este mes.
Las pruebas pueden detectar a algunos viajeros infectados con el coronavirus, pero no es un sistema perfecto: alguien puede dar negativo el día antes de un viaje y luego desarrollar síntomas o contraer el virus en su camino al aeropuerto. COVID-19 también se está extendiendo a niveles récord dentro de los EEUU, cada día se notifican una media de unos 250.000 casos.
