UNESCO y Yalitza Aparicio llaman desde México a reconocer y apoyar a docentes

De acuerdo con el Informe Mundial sobre los Docentes 2024 de la UNESCO, México ha avanzado en regular la contratación docente, el monitoreo y evaluación de los programas de formación inicial de profesores y en la capacitación de autoridades escolares sobre temas de liderazgo y gestión. Sin embargo, persisten brechas significativas para que el personal docente tenga el pleno reconocimiento y apoyo que requiere su labor transformadora.

Es vital el bienestar de las y los docentes para garantizar una formación integral a más de 35 millones de estudiantes en el país. En especial, urgen mejores condiciones de trabajo y desarrollo profesional para quienes trabajan en zonas indígenas y de mayor desigualdad. Esto deberá ser una prioridad en los próximos años para la Nueva Escuela Mexicana en su apuesta por la inclusión, la igualdad de género, la interculturalidad y el trabajo colaborativo.

Las maestras y los maestros necesitan equilibrar su carga laboral y vida personal y revitalizar su convicción de la fuerza transformadora de la educación. Requieren tiempo, herramientas y acompañamiento suficientes para una docencia renovada y pertinente que enlace el aprendizaje con los contextos comunitario, local y global.

Al respecto, Yalitza Aparicio compartió su experiencia como educara. Actriz, activista y Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO, llamó a mejorar los sistemas educativos a favor de quienes ejercen la vocación y destacó la tenacidad de profesoras y profesores en comunidades rurales, de pueblos originarios y en asentamientos poco accesibles, quienes continúan movilizándose por el Derecho a la Educación.

“Más allá de todas las carencias y muchas cosas por las que atraviesan los docentes, la sensación de poder estar frente a esos alumnos con ese deseo de aprender y que tú puedes aprender de ellos es algo que no cambias por nada”, compartió Yalitza.

Hacia el Día Mundial de las y los Docentes (5 de octubre), la UNESCO convoca a “Redefinir la docencia como una profesión colaborativa”, destacando el potencial transformador de la colaboración para el profesorado, las instituciones escolares y los sistemas educativos, respaldada por políticas, prácticas y entornos de aprendizaje que valoren el apoyo mutuo, el intercambio de conocimientos y la corresponsabilidad para que los Estados alcancen el ODS 4 “Educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida”.

También se necesita consolidar la confianza pública en los avances y logros del sistema educativo nacional, para lo cual el liderazgo distribuido es clave, pues se basa en la colaboración de todas las personas que integran a las comunidades educativas y de las instituciones, lo cual enfatiza el reciente Informe GEM para América Latina y el Caribe 2025 de la UNESCO y la OEI.

La UNESCO igualmente proporciona asesoramiento político y asistencia técnica, incluida la elaboración de herramientas y orientaciones en las dimensiones clave de su Guía para el Desarrollo de Políticas Docentes, junto con su experiencia para impulsar transformaciones globales a favor de la docencia, como lo ha realizado mediante la Recomendación OIT-UNESCO sobre la Situación del Personal Docente y la Recomendación de la UNESCO sobre la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior.

Para acompañar al magisterio, la UNESCO en México propone como parte de sus “Impulsores para transformar la educación para un desarrollo sostenible y un futuro de paz, justicia y prosperidad”: consolidar un sistema integral de formación, actualización y acompañamiento para docentes; sistematizar los mecanismos de ingreso y promoción al servicio profesional para garantizar certeza y transparencia; consolidar comunidades de práctica profesional entre maestras y maestros, entre otros temas por trabajar de aquí al 2030.

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