El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó, por 432 votos a favor, cero en contra y una abstención, el dictamen que reforma el artículo 114 de la Ley General de Educación en materia de salud y gestión menstrual.
Se establece que corresponde de manera exclusiva a las autoridades educativas de los estados y de la Ciudad de México, promover en coordinación con las autoridades sanitarias correspondientes, la salud y gestión menstrual a través de diversas acciones, entre ellas facilitar en los planteles educativos públicos del tipo básico y medio superior, el acceso gratuito a productos tales como toallas sanitarias, tampones y/o copas menstruales, para las personas que así lo requieran.
En su régimen transitorio, señala que las obligaciones que se generen con motivo de la entrada en vigor del decreto se sujetarán a la disponibilidad presupuestaria de las entidades federativas. Se remitió al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
Continuar cerrando la brecha de desigualdad
En la fundamentación del dictamen, la presidenta de la Comisión de Educación, diputada Adela Piña Bernal, expresó que es importante incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas para así atender las necesidades diferenciadas que existen entre mujeres y hombres.
Al tiempo, expuso, de reconocer las inequidades que existen, basadas en el género como proceso de construcción social que tiene una serie de elementos distintivos, creencias, valores y actividades señaladas como propias o exclusivas, unas para las mujeres y otras para los hombres.
Indicó que la iniciativa dictaminada es una propuesta elaborada desde la perspectiva de género, que busca crear condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género desde el ámbito educativo.
Mencionó que los esfuerzos más visibles y relevantes de las mujeres se han orientado y concentrado en el combate a la violencia, que de diversos tipos y diversos ámbitos se ha ejercido sistemáticamente en contra de ellas; sin embargo, existen otros temas que también se requiere legislar con perspectiva de género, entre ellos, lo de salud y la educación.
Piña Bernal mencionó que como derecho clave, la educación ayuda a alcanzar y conocer otros derechos; por ello, resulta ser una herramienta fundamental para promover la igualdad entre hombres y mujeres.
Argumentó que este dictamen es una importante contribución para continuar cerrando la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, al abordar un tema, “que, a pesar de encontrarse estrechamente vinculado con la salud, el bienestar, la igualdad de género, la educación y el empoderamiento de niñas y mujeres adolescentes, sigue rodeado de silencio, tabúes y estigmas, además de no estar debidamente considerado en las agendas públicas de desarrollo, como es la menstruación”.
Las cifras y datos de las promoventes, expuso, permiten dimensionar los graves problemas que se generan para las mujeres al no contar con políticas públicas integrales que revierta la desigualdad que origina la gestión de la menstruación.
Por ello, consideró que la modificación que se propone en la Ley General de Educación contribuye de manera significativa para, desde el ámbito educativo, contar con dichas políticas públicas. La promoción de la salud y la gestión menstrual, dijo, se encuentra asociada con la posibilidad de que las mujeres y niñas puedan ejercer plenamente sus derechos humanos.
La diputada precisó que las reformas están orientadas al cumplimiento de diversas metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
“Estamos plenamente convencidos que promover la salud y gestión menstrual, desde el ámbito escolar, es fundamental para alcanzar la igualdad de género; un proceso fisiológico que vivimos todas las mujeres no puede representar un obstáculo para ejercer sus derechos humanos; abona a cerrar la brecha de desigualdad entre mujeres y hombres”, añadió.