El Gobierno de Tailandia ha prohibido la celebración de reuniones públicas a partir de este sábado en todo el país tras rebasar por vez primera los 10.000 casos en un solo día.
Se trata de un total de 10.082 nuevos casos registrados a pesar de que el país había introducido el lunes medidas adicionales de confinamiento.
También se han registrado otras 141 muertes, según el Centro de Datos sobre COVID-19, en un balance recogido por el ‘Bangkok Post’.
La prohibición de las reuniones públicas tendrá efecto inmediato y cualquier persona que la incumpla podría enfrentarse a una pena de dos años de prisión.
“Las restricciones a los movimientos no han hecho lo suficiente”, he hecho saber el primer ministro del país, Prayuth Chan Ocha en un comunicado publicado en las redes sociales. “Tendremos que considerar medidas más estrictas, de lo contrario, la situación puede escalar hasta el punto en que tendrá graves consecuencias para el sistema de salud pública”, ha añadido.
Las infecciones y muertes acumuladas de Tailandia suman ahora 391. 989 y 3.240 respectivamente. Más de 360.000 de esos casos se han producido desde principios de abril, principalmente en Bangkok.
