Longevidad

Por: Bertha Alicia Galindo

La longevidad se define como una vida larga. El término, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, proviene del latín longaevĭtas, derivado de longus (largo) y aevum (tiempo, vida).

Sin embargo, esta definición está quedando corta en los tiempos actuales porque no se trata de vivir más, sino de tener una vida larga, activa y con salud, después de los 70, 80, 90 o  hasta 100 años.

Vivir más es un triunfo de la humanidad (en tiempos de la Revolución Mexicana, la esperanza de vida era de  entre 25 y 30 años). Actualmente llegar a los 80 años o más no es un escenario supuesto, sino una cotidianidad en muchos países del mundo. La esperanza de vida ha aumentado y esto debería ser tomado en cuenta a todos los niveles para tener claro que lo que hacemos ahora perfilará nuestro futuro.

Hablemos de México. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), se consideran personas mayores quienes llegan a 60 años y más.

A nivel global se estima que 64 países del planeta habrán sumado 30 por ciento de personas mayores de 60 años hacia el año 2050 (un aproximado a 2 mil millones de personas).

La esperanza de vida se ha incrementado gracias a que la medicina ha cambiado de un enfoque reactivo (de solo curar enfermedades) a un enfoque preventivo que sumado a un estilo de vida saludable dan una vida larga con una buena calidad de vida. Dan longevidad.

Es una buena noticia saber que podremos vivir más, pero la pregunta de fondo es cómo tener una larga vida en las mejores condiciones. Mantener la mente ágil, hacer ejercicio, una buena nutrición son recomendaciones generales muy oportunas, pero  vienen acompañadas de disponer de un presupuesto para mantener un estilo de vida saludable en esta etapa de la vida.

Un sector en donde la longevidad está generado cambios es en el sistema de pensiones, no solo en México, en muchas partes del mundo urge rediseñarlo.

El panorama no es muy alentador. De acuerdo con datos del INEGI publicados el 25 de agosto en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la tasa de informalidad se ubicó en 56.1 por ciento. Más de la mitad de las personas en edad productiva carece de seguridad social y prestaciones. Se vive al día. Aunque hay días buenos, también hay días de precariedad y eso lleva a tener planes para cubrir gastos del negocio, del hogar, de la escuela, entonces  ¿Cómo se puede pensar en un ahorro para el retiro? ¿Cómo pensar en tener una pensión cuando la meta es la venta al día siguiente? ¿Cómo llevar a la formalidad quien ha estado toda su vida en la informalidad?

Hace unos días, Banamex llevó a cabo en el emblemático Foro Valparaíso en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el 11° Encuentro de Educación Financiera, una iniciativa que se celebra cada dos años y que reúne a especialistas en el tema, autoridades hacendarias, analistas y creadores de contenido con el fin de reflexionar sobre los retos que México tiene al aumentar las expectativas de vida y el camino para lograr finanzas responsables.

En este encuentro se habló mucho de la importancia de la calidad de vida hoy y en el futuro con énfasis en que el retiro o la vida longeva requiere planeación, conciencia y responsabilidad.

Una gran parte de los mexicanos está envejeciendo sin protección económica. Tanto en el sector formal como en el informal. Porque una cosa es poder tener una pensión como un derecho o tener un ahorro por iniciativa propia, pero por los gastos futuros, este ahorro podría no ser suficiente.

Más que señalar una falla en el sistema laboral, el cambio en la expectativa de vida que está viviendo México es una oportunidad para hacer modificaciones a las políticas públicas para aprovechar este escenario.

Y una de esas oportunidades es sacarle ventaja  al  bono de las y los que ya no son tan jóvenes pero que tienen experiencia. A partir de los 45 o 50 años, una gran parte de los mexicanos enfrenta discriminación laboral. Ya no los contratan a pesar de tener mucha experiencia, situación que reduce el margen a una pensión ¿No se puede hacer un ajuste para que las empresas reciban incentivos al contratar a personas con mayor edad? ¿Porqué no se sugiere que tener a personas con experiencia puede ayudar a crear grupos de trabajo sólidos en estos tiempos en donde las nuevas generaciones no tienen en sus miras establecerse por largo tiempo en un empleo? Como los jóvenes de la llamada generación Z.

Para el caso de las personas en la informalidad más allá de que pagan IVA, hay estimaciones de Oxfam que señalan que empleando a las personas de 45 o más, aumentaría la recaudación en 1% del PIB.

Con la llegada de Donald Trump la economía mexicana está haciendo frente a una realidad que se quedó “congelada” por 40 años en la que el salario no creció, se abandonó la política industrial, las pensiones de miles de mexicanos fueron paupérrimas, y ahora cuando se tienen las intenciones de que las cosas cambien, México está envejeciendo y el multicitado bono demográfico está en declive, para 2030 veremos una disminución en el número de menores en nuestro país.

Este escenario global debe llevar a cambios  rápidos y de fondo para hacer frente a los retos que vienen para la sociedad mexicana.

 

Nos hace falta explorar el mercado de la economía plateada (silver economy) que abre áreas de oportunidad para innovar en las ciencias médicas, el desarrollo científico y la salud, como son: en la biotecnología, las neurociencias, la nutrición, terapias celulares, clínicas de sueño, etc.

La longevidad para México representa un área de oportunidad valiosa si se cambia el paradigma, esperemos que haya sensibilidad para aprovechar el talento y la experiencia.

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