Debemos prevenir

Por: Bertha Alicia Galindo

Los deslaves, las inundaciones y otras afectaciones por los embates de la naturaleza no son nada nuevo en la historia de la humanidad. Lo que sí debe llamar nuestra atención es que los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez  más intensos, más devastadores y frecuentes debido al cambio climático. A esto hay que agregarle que México tiene dos largos litorales que reciben tempestades, huracanes y tormentas lo mismo en el Océano Pacífico que en el Golfo de México y una gran cantidad de pequeñas poblaciones instaladas  en zonas de riesgo que lo hacen vulnerable a estos eventos. Por lo que es inminente que nos tenemos que preparar.

Si, preparar, predecir, alertar. Este ha sido un recurrente llamado de la comunidad científica y de organizaciones de la sociedad civil para tomar medidas porque los eventos climáticos no solo dejan daños materiales, también provocan la pérdida de vidas.

Aunque esto ya se ha publicado y explicado desde hace muchos años, la realidad es que no lo hemos internalizado y cada vez que ocurre un evento meteorológico extremo, nos sorprende.

Esta temporada las lluvias han sido más copiosas que otros periodos haciendo que en muy poco tiempo se acumulen grandes cantidades agua. En las últimas semanas hemos visto noticias de inundaciones en diversos estados, incluso en la Ciudad de México y el Estado de México que han colapsado los drenajes y en algunos casos los ríos secos por meses han recuperado su caudal, pero nada se puede comparar con lo sucedido en Veracruz, fue muy grave.

El pronóstico del clima no sirve solo para saber si debemos llevar un paraguas o un abrigo. Es indispensable en la agricultura, el transporte, la producción de energía, el abasto de agua y la Protección Civil, que no solo debe ser reactiva, debe de ser de prevención.

El mejor ejemplo son los sismos. Contamos con una alerta, hacemos simulacros para preparar nuestra reacción y estos ejercicios los seguimos haciendo cada año. En el caso de los huracanes que han tocado tierra, se atiende a la población, la emergencia y se reconstruye.

Primer Simulacro Nacional 2025

En México, la Protección Civil inició luego de los sismos de 1985 con la creación del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) en mayo de 1986.

En el Sinaproc participan los tres órdenes de gobierno y organizaciones civiles y privadas y es la Coordinación Nacional de Protección Civil el órgano operativo y ejecutivo del Sistema. Además, cuenta con un Comité Científico.

El Sistema Nacional de Protección Civil ha ido mejorando, con capacitación, planes de actuación ante una emergencia, como lo es el Plan DN-III-E, simulacros, normativas y colaboración internacional.

Sin embargo, las lluvias de hace dos semanas que provocaron graves afectaciones en Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí han dejado ver que aún falta trabajar más en la prevención de estas emergencias  y una dependencia clave para ello es el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que depende de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Quiero hablar en específico de Veracruz. El reporte del SMN estaba listo el miércoles 8 a primera hora y pronosticaba lluvias de alta intensidad. La gobernadora y su equipo recibieron la información de lluvias intensas; sin embargo, no se midió la magnitud de lo que venía, porque quizá desde Veracruz puerto o desde Xalapa las cosas se veían diferentes. Aquí no se revisó el histórico, no se midió el tamaño de los ríos veracruzanos que son normalmente muy anchos, puede ser el Cazones pero lo mismo es el Río Blanco o el Papaloapan. Por lo que se tenía que prever que no sólo se trataba de lluvia intensa en el estado de Veracruz, sino el escurrimiento de las zonas montañosas que derivó en un desbordamiento del Río Cazones que en cuestión de minutos inundó la ciudad de Poza Rica.

Al momento que escribo este texto el Gobierno Federal reporta 79 personas fallecidas y 19 personas no localizadas. En Veracruz el saldo es de 35 personas fallecidas y 7 personas no localizadas. Además de las pérdidas humanas los daños materiales son incalculables, cientos de familias lo perdieron todo.

¿Qué pasó? ¿Qué falló? Se le preguntó a la presidenta en reiteradas ocasiones. En la Mañanera del Pueblo del 13 de octubre, esta fue su respuesta:

En el caso de esta zona del país: se alertó que iba a haber lluvias fuertes, pero fueron varios fenómenos que se presentaron, que generaron esta lluvia intensa que no se esperaba que fuera de esta magnitud; es decir, no había ninguna condición científica, meteorológica, que pudiera indicarnos que la lluvia iba a ser de esta magnitud.

Es cierto lo que dijo la presidenta, predecir las lluvias es una tarea difícil cuando los datos meteorológicos son limitados.

Los eventos extremos y los cambios en los patrones climáticos han llevado a que los pronósticos del clima se fortalezcan con imágenes satelitales, con observaciones en tiempo real en estaciones meteorológicas, algoritmos, equipos de cómputo robustos que tengan capacidad de integrar distintas variables como la presión atmosférica, humedad, viento, aunado a los datos históricos de una región para dar un pronóstico de lluvias.

La pregunta que surge es ¿contamos con esa capacidad en el SMN?

La respuesta vino de la propia presidenta cuando este lunes 20 de octubre anunció los cuatro ejes para la atención de la emergencia por lluvias en cinco estados:

1 Atención de la emergencia, 2 Apoyo a familias afectadas, 3 Reconstrucción y el 4 Fortalecimiento del sistema de pronóstico meteorológico y alertamiento a la población.

Las etapas 1, 2 y 3 son obligadas y se han hecho en mayor o medida siempre ante una emergencia, pero la etapa 4 es de llamar la atención, así la explicó la presidenta:

La Coordinación Nacional de Protección Civil tiene un comité científico, pero estamos fortaleciendo ese comité científico con científicos de la UNAM, del Politécnico, del Tecnológico y de distintos centros de la Secretaría de Ciencia y Tecnología para poder, nuevamente, desarrollar acciones que nos permitan fortalecer el sistema de alertamiento, mediciones, modelos matemáticos, etcétera, etcétera. Ya se está conformando este comité científico, ya lo vamos a presentar aquí.

Segundo, el fortalecimiento de los Atlas de Riesgo por estado, por municipio.

Y el tercero, que ya lo habíamos presentado aquí, es el alertamiento digital, que ya lo está trabajando la Agencia de Transformación Digital. Se trata de que no solamente el alertamiento del Meteorológico Nacional llegue a las oficinas de los gobernadores, a las oficinas de los municipios, sino que, a través del teléfono celular, así como ya lo tenemos para sismos, pueda llegar el alertamiento directo a las comunidades.

¿Qué vio la presidenta para tomar esa decisión ahora que estuvo en territorio atendiendo a la emergencia? Es probable que vio la realidad. Vio que esta tragedia realmente se pudo prever y su discurso de inicio cambio en decir que era difícil de predecir a llegar a decir que se va a fortalecer el Sistema de Pronóstico Meteorológico y Alertamiento a la Población, así como, el Comité Científico de la Coordinación Nacional de Protección Civil.

En 2023 diversos medios publicaron que en los sexenios de Peña Nieto y de López Obrador el presupuesto para el Servicio Meteorológico Nacional tuvo bajas en su gasto de inversión: Por ejemplo en el sexenio de Peña Nieto en 2016, se asignaron al gasto de Protección Civil  153 millones de pesos y sólo se emplearon 53 millones. En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador  en 2019 se asignaron 25 mdp. En 2020  fueron 63 mdp. En 2021 se asignaron 12 mdp. En  2022  fueron 72 mdp y se ejercieron 67 mdp y en 2023  sólo se asignaron y se ejercieron 6 mdp.

En un comunicado de enero de 2025 la Conagua dio a conocer que en 2024 había invertido más de 27 millones de pesos en la red de radiosondeos atmosféricos así como la operación de estaciones meteorológicas automáticas.

¿Es suficiente esa inversión en el SMN cuando en lo que va de 2025 en México se han registrado 14 huracanes y 12 tormentas tropicales?

Los fenómenos meteorológicos extremos causan pérdidas y daños materiales cuantiosos.

En mayo pasado la presidenta Sheinbaum informó que en Acapulco ya se habían invertido 15 mil 275 millones de pesos por Otis y 6 mil 100 millones por John, en apoyos directos a la población.

Entonces se gastan miles de millones en reconstrucción y muy poco para el pronóstico.  Y con esto no digo que no se haga esa inversión, pero estamos reaccionando y no previniendo. En otras latitudes si lo están haciendo. Si están previniendo.

En enero de 2024 el gobierno chino anunció la puesta en marcha de un sistema de pronóstico del tiempo de última generación con supercomputadoras.

En pruebas realizadas, el sistema pudo proporcionar pronósticos precisos con más de ocho días de anticipación en el Sistema Global de Pronóstico de la Administración Meteorológica de China (CMA-GFS).

La comunicación oficial agrega dos puntos relevantes: 1) el sistema puede emitir advertencias de fenómenos meteorológicos convectivos fuertes ( que implican, tormentas eléctricas severas que pueden causar lluvias torrenciales, granizo, vientos fuertes y tornados) con 43 minutos de antelación y 2) El error en el pronóstico de trayectorias de tifones en el sistema, para un periodo de 24 horas, se redujo a 62 kilómetros, marcando un récord para el servicio meteorológico del país y situándolo como uno de los más avanzados del mundo.

Es aquí cuando deberíamos de reflexionar y preguntarnos como tenemos que aprovechar los avances de la ciencia y la tecnología en el mundo para lo que viene.

Este año hubo mucha lluvia, sí. Pero no olvidemos que México tiene una crisis hídrica severa. Tenemos una línea costera de 11,122 km y vendrán más huracanes, tormentas tropicales, lluvias intensas y  nevadas.

Contar con un servicio meteorológico que pueda prevenirnos de manera oportuna es más que necesario y no solo eso, tenemos el derecho a conocer esa información para decidir cómo vamos a actuar como ciudadanos, para enfrentar un fenómeno meteorológico.

En Acapulco el huracán Otis evidenció que los materiales utilizados en los aparentes, nuevos edificios, no resistieron los vientos de 300 kilómetros por hora. Sin duda, se deben modificar las normas de construcción para eventos futuros. Lo mismo con las casas construidas en las laderas de ríos porque ya sabemos que puede ocurrir una desgracia si sube el nivel. Eso lo tendrían que tener muy claro las y los gobernadores, lo mismo las y los presidentes municipales que en aras del clientelismo electoral dejan hacer lo que sea en las respectivas localidades. Otra prioridad es también,  hacer obras que no van a ser tan visibles, pero que van a ayudar a resolver las inundaciones, como lo anunció la Jefa de Gobierno, Clara Brugada al destinar alrededor de 4 mil millones de pesos  para drenajes en la Ciudad de México, acompañado de un programa que supervisa personalmente varios días de la semanas que se llama ¡Adiós a los baches!

Pero, todo lo anteriormente dicho no está en la conversación el asunto de la prevención, de como hacer para que no vuelva a pasar. Al contrario el  desastre se ha politizado, se buscan culpables y se exacerba el “odio jarocho” contra la gobernadora de Veracruz, a quien no dejan de señalar que no previno el desastre, en lugar de hablar en cómo nos vamos a preparar para eventos futuro. En algunas poblaciones veracruzanas el enojo y la ira de la gente no ha cesado. Es el caso de la presidenta municipal de Álamo Temapache, Blanca Lilia Arrieta Pardo a quien la persiguieron con bolas de lodo.

Aún en medio de la tragedia, las  inundaciones de octubre pueden ser un parteaguas para tener un SMN que sea ejemplo de prevención. Pueden ser la gran oportunidad para que México ahora si, consolide un sistema de prevención.

En la conferencia en Palacio Nacional de este jueves 23 de octubre, la presidenta habló nuevamente del tema y reiteró que el alertamiento celular sobre el clima no depende de un pronóstico, ese es el reto:

El reto tecnológico de avisarte en el celular una vez que ya se hizo lo del sismo no es tan complejo, se podría hacer muy pronto, incluso en noviembre podría empezar a funcionar.

Sin embargo, nosotros ya conocemos: la meteorología no es una ciencia exacta, son pronósticos, es la probabilidad de lluvia. Entonces, es muy importante que el protocolo de qué mensaje mandas y cómo lo mandas esté establecido; y también cómo mejorar los pronósticos.

Vamos a estar atentos al reforzamiento del Comité Científico del Sinaproc y del reforzamiento el Servicio Meteorológico Nacional.

Sin lugar a dudas, son muchos los desafíos que vienen donde el conocimiento y la ciencia pueden ayudar a prevenir y a construir soluciones de largo plazo. Ya es hora de que se les incluya en las políticas públicas de a diario. Porqué de no ser así, entonces ¿para qué tenemos una gran masa crítica científica? Es el momento de que la ciencia y la tecnología sirvan para la sociedad. Para resolver los grandes problemas de México, pero si a la comunidad científica no se le incluye, si   pasa otro sexenio en el que no se le tome en cuenta, difícilmente tendrán la oportunidad de aportar soluciones a los grandes problemas de México.

En otro tema, ya fue aprobado el IEPS a refrescos y bebidas azucaradas en el Presupuesto de Egresos de la Federación, pero es de llamar la atención que después de que el Secretario de Salud David Kershenobich expuso en #lamañaneradelpueblo los daños que hacen a la salud tanto el consumo de azúcar como el consumo de edulcorantes, el gobierno le haya “perdonado” a la industria refresquera la mitad del impuesto a las bebidas light, sin calorías, hechas con la edulcorantes. Esta científicamente demostrado que los edulcorantes hacen daño a la microbiota intestinal y pueden causar daños a la salud a largo plazo. Pero aún así, la industria se salió con la suya y prometió reducir el azúcar normal a sus bebidas. Habrá que ver que pasa…

Luego de la emergencia por las intensas lluvias, en una región un poco más seca, en Tehuacán Puebla se inauguró la temporada del Mole de Caderas una tradición que mezcla amor por lo que brinda la tierra, la ganadería, la gastronomía ancestral y la preservación de la cultura popular de la sierra mixteca.  ¡A probarlo!

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