Ciencia aliada, no adversaria

Este martes la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, la doctora Claudia Sheinbaum sostuvo un encuentro con integrantes de la comunidad científica del país.

Ante ellos se comprometió a apoyar la educación en todos sus niveles, la ciencia, la tecnología, la innovación, las humanidades y la cultura.

No es el primer encuentro que sostiene Sheinbaum con la academia. Ya en otros encuentros habló de sus propuestas para impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación, así como su programa para llevar a todo el territorio nacional los programas de becas y la expansión de la Universidad Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud; sin embargo, en esta ocasión en este diálogo se habló de libertad de investigación para las y los científicos y de una ciencia que ayude en la justicia social:

“La ciencia es parte sustantiva del desarrollo y al mismo tiempo la ciencia, el desarrollo tecnológico, la innovación son parte del acceso a los derechos. Siempre vamos a pugnar por la libertad de investigación, pero también es la ciencia para poder cumplir la justicia social y también son las humanidades para poder cumplir con la justicia social”.

Sheinbaum puso como ejemplo que el problema del agua debe verse de una forma interdisciplinaria porque es un tema social, un tema tecnológico, un tema ambiental y es un tema de ingeniería. Por lo que dijo que para resolver el tema de la sequía o del acceso al agua para consumo humano o para la producción de alimentos, para la industria y el desarrollo necesitamos a las y los científicos y a las y los humanistas, señaló.

Cabe agregar que ayer lunes, la candidata Claudia Sheinbaum asistió a una reunión del Consejo Nacional Agropecuario ante quienes reconoció que el campo mexicano enfrenta retos como la sequía, la tecnificación del riego, el cambio climático y planteó el aplicar la ciencia para resolver estos problemas. Ciencia en el campo, ciencia en la salud, ciencia para la transición a las energías renovables fueron los compromisos con las y los productores del país para garantizar la autosuficiencia alimentaria.

 

Este martes, como ya lo ha expresado antes, Sheinbaum reiteró que México puede producir sus propios autos y trenes eléctricos, pero eso sólo será posible con la participación de las y los científicos y la academia a quienes pidió para sumarse a su Proyecto de Nación.

Previo a la intervención de la doctora Sheinbaum, el exrector Juan Ramón de la Fuente dirigió un mensaje en el que destacó que ya se han llevado a cabo más de 300 Diálogos por la Transformación en donde se ha interactuado tanto con simpatizantes del movimiento de la Cuarta Transformación como con quienes tienen perspectivas distintas y críticas, siempre buscando consolidar la transformación de la vida pública y ver hacia adelante.

 

De la Fuente hizo un llamado a poner por delante el humanismo mexicano, la filosofía de la 4T que pone a las personas, sin distinciones, en el centro de todas las acciones de gobierno. Asegurando que ese es el tipo de gobierno que Claudia Sheinbaum va a encabezar en el próximo sexenio y agregó que un gobierno humanista no puede dejar de lado la ciencia.

Además, dejó claro que para el proyecto de la doctora Claudia Sheinbaum las ciencias y las humanidades son dos caminos complementarios y necesarios.

“La ciencia ayuda a conocer con rigor la verdad de los fenómenos. Las humanidades a darle sentido y a entender la pertinencia de los hallazgos de la ciencia”, puntualizó.

De la Fuente reiteró que el gobierno de Claudia Sheinbaum va a estar anclado en la ciencia y que se hará ciencia básica para avanzar en el conocimiento y ciencia aplicada para utilizarla como la gran palanca de desarrollo y de la prosperidad compartida.

“Ciencia básica para avanzar en el conocimiento y ciencia aplicada como palanca del desarrollo y la prosperidad. Ciencias biológicas, físico matemáticas y humanidades y por supuesto en su momento plantearemos en donde pondremos las artes para configurar la sociedad del conocimiento que México está esperando y se merece”, agregó el coordinador de los Diálogos por la Transformación.

La sociedad del conocimiento es un objetivo planteado desde hace varios años por las instituciones rectoras de la ciencia en nuestro país y que ha quedado trunco porque no es solo garantizar el derecho a la educación, sino la transformación de la sociedad en todos los sentidos porque el conocimiento está presente en las actividades económicas, educativas, culturales y de comunicación.

Para la construcción de una sociedad del conocimiento la educación es clave y esa la impulsa el gobierno, sí, pero para su consolidación participan otros sectores de la sociedad, entre ellos los medios de comunicación que pueden contribuir a formar una sociedad informada y crítica.

Además, de ser un aprender colectivo que en muchas ocasiones no se logra porque los saberes, la información no se comparte. Hay una costumbre muy arraigada de no compartir el conocimiento. No se comparten los aciertos ni los errores para que los demás aprendan de ellos. Eso impide avanzar.

Ahora, como expuso Juan Ramón de la Fuente, se busca usar la ciencia como aliada, no como adversaria. Usar la ciencia para mejorar la salud de la población, para enfrentar el cambio climático, ciencia para avanzar en la transición energética que tanto requerimos, ciencia para resolver la crisis hídrica que nos agobia. Ciencia para alcanzar el bienestar compartido.

Punto a destacar es que Juan Ramón de la Fuente dijo que se reconoce la naturaleza crítica de la ciencia y que por eso mismo es natural que existan tensiones entre ciencia y el poder, “pero estamos no solamente preparados sino listos para sacarle provecho al espíritu crítico de la ciencia”, destacó.

“Que la ciencia se mantenga crítica y con absoluta libertad. Ciencia libre, crítica, de calidad y comprometida con la verdad, eso es lo que quiere el gobierno de Claudia Sheinbaum”.

Cada que inicia un nuevo sexenio hay llamados a ver hacia adelante, a no quedarse en la discusión de temas del pasado. Como ya lo han expresado científicas y científicos con quienes he podido charlar, ellas y ellos están dispuestos a participar y a aportar su conocimiento en la solución de los grandes problemas del país. Sin embargo, en varios persiste el efecto que tuvo rechazo del poder ejecutivo a la comunidad científica, que en primer lugar fue señalada como privilegiada pero que también tuvo voces críticas que fueron duramente señaladas por ir en contra de las políticas del gobierno actual.

Ahora se extiende una invitación por parte de la doctora Sheinbaum y su equipo para trabajar en el segundo piso de la 4T. Aunque hay un compromiso de fortalecer las instituciones del sector de la ciencia y la academia aún falta definir cómo y en qué condiciones para saber quiénes se van a sumar y quiénes no.

Considero que un punto inicial para empezar a caminar el camino de la sociedad del conocimiento sería reconocer y hablar, cuando sea el momento, de los aciertos y errores de la política científica que hubo en este sexenio. Eso va a dejar claro al sector lo que viene en el próximo gobierno. Ese será un mensaje contundente para abrir la puerta para una ciencia aliada, no adversaria.

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