Estados Unidos echa pólvora a su nueva guerra con China: encontrar el origen del coronavirus. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha fijado a las agencias de inteligencia un plazo de 90 días para esclarecer la hipótesis de que la Covid-19 se haya originado tras un escape accidental de un laboratorio en Wuhan, el epicentro de la pandemia mundial en diciembre de 2019.
La orden de la administración Biden llega después de que un informe publicado en The Wall Street Journal reforzara la idea de que el virus se había generado en el Instituto de Virología de Wuhan, afirmando que tres científicos se enfermaron con síntomas similares a la Covid-19 en noviembre, un mes antes de que se informara el primer caso oficial.
Y es que aunque esta opción estaba sobre la mesa desde el 2020, EE UU no ha quedado satisfecho con la investigación de la Organización Mundial de la Salud que descartaba en marzo el accidente en el laboratorio. Así lo ha señalado este martes Andy Slavitt, uno de los asesores del Comité para hacer frente al coronavirus en EE UU. “Necesitamos llegar al fondo de esto y necesitamos una investigación completamente transparente de China. Necesitamos que la OMS nos ayude en ese asunto. No sentimos que tengamos eso ahora”, ha explicado.
Por su parte, China ha rechazado la iniciativa del Ejecutivo de Biden y ha considerado que se trata de una teoría “de conspiración creada por agencias de inteligencia estadounidenses”. Además, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, ha rechazado este lunes lque algún miembro del personal del Instituto de Virología de Wuhan se haya infectado antes de diciembre de 2019.
La exigencia desde EE UU a la OMS ha sido reforzada este martes por el secretario de Salud estadounidense, Xavier Becerra, quien ha pedido estudios “independientes y transparentes” del origen del coronavirus causante de la covid-19, durante su intervención en la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Tenemos que entender mejor la pandemia con el fin de poder responder mejor a amenazas futuras, y los estudios del origen de la covid-19 tienen que ser transparentes, basados en la ciencia y en la independencia de los expertos”, ha inisitido Becerra.
