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Atención en los primeros mil días de vida, una inversión para el futuro

Por: Bertha Alicia Galindo

Los cuidados en los primeros mil días de un bebé son cruciales para toda su vida. La alimentación y la atención médica que reciba determinará una salud óptima en su infancia, adolescencia o adultez o será el inicio de enfermedades crónicas como la obesidad, una problemática que va al alza en nuestro país y que conlleva a enfermedades crónico-degenerativas de alto costo como el dúo diabetes/hipertensión.

Hace unos días, como parte de los Diálogos por la Transformación, se llevó a cabo un encuentro sobre el tema Atención a los primeros mil días de vida, evento coordinado por el Dr. David Kershenobich, coordinador del eje de salud en el equipo de la Dra. Claudia Sheinbaum.

Para hablar de la atención en los primeros mil días de vida se invitó a especialistas de diversas disciplinas e instituciones, especialmente del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) que asistieron para dar su opinión sobre la situación actual de los cuidados maternos, de la atención a los recién nacidos y propuestas para diseñar una política pública de salud.

La atención en los primeros mil días no es solo un tema de salud, estna implicadas muchas otras áreas como educación, desarrollo social, salud mental, medio ambiente, violencia y equidad de género, adicciones, es un tema multifactorial y necesita un abordaje interinstitucional e intersectorial.

La atención de las mujeres embarazadas es un tema de suma importancia para el sector salud. Pero el enfoque de la atención a los primeros días de vida va más allá de un seguimiento en el embarazo, la lactancia y la vacunación de un bebé. Implica políticas y programas de salud que se deben aplicar desde tiempo atrás, antes que una mujer se embarace y el reto es implementar un programa de atención de los primeros mil días con un enfoque multidisciplinario.

Esto puede sonar complejo, pero se resume en una frase de una de las ponentes:

“No hay mayor inequidad que un niño desnutrido y enfermo que le genera desventajas desde el inicio y para toda su vida. Los mil días son los cimientos para el crecimiento de las personas y las naciones. No debemos escatimar en invertir un solo peso en atacar este problema en la próxima administración”.

Se sabe que un bebé que no es bien alimentado va a tener talla baja, puede tener un bajo rendimiento escolar, puede enfermar o tener complicaciones en su vida adulta. Esto debe llevarnos a reflexionar ¿Qué sociedad queremos dentro de 30 años? ¿Tenemos el presupuesto suficiente para garantizar que los bebés crezcan sanos?

La respuesta la dieron los expertos en este Foro: es una inversión en la sociedad del futuro y para ponerlo en cifras, un programa de esta naturaleza tiene un retorno de inversión alto: 35 dólares por cada dólar invertido.

Ahora, con tantas enfermedades crónicas, cada vez es necesario destinar más presupuesto para la atención de la diabetes y la insuficiencia renal y cada año aumenta el número de personas con estas enfermedades. Si logra revertirse esta tendencia será un gran logro para la salud pública.

Por eso no hay que perder de vista que la atención de los primeros mil días de vida no se centra solo en los bebés que ya empiezan a presentar obesidad desde los primeros meses. Hay que ir más atrás, en la situación en la que se encuentran las mujeres que están embarazadas.

Actualmente las mujeres tienen obesidad, muchas sufren hipertensión y diabetes, muchas no lo saben y cuando se embarazan, se agravan los problemas. Las causas obstétricas no infecciosas como sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes, insuficiencia renal son prácticamente la primera causa de muerte materna en nuestro país. Por esta razón, hay más de 23 mil muertes fetales en México al año y 40 por ciento de ellas están relacionados a causas maternas y por enfermedades crónicas. Los problemas de salud de la mamá alteran la formación del bebé, con repercusiones para su vida.

Punto importante en este Foro de los Diálogos por la Transformación fue el de la alimentación con leche materna, que está comprobado que es el mejor alimento para los bebés. Sin embargo, se hizo un llamado para que haya espacios de lactancia en donde se pueda llevar a cabo con las condiciones necesarias porque México tiene una tasa baja de lactancia materna. El doctor Simón Barquera del INSP alertó que la publicidad de la industria de alimentos procesados impide que aumente la lactancia materna.

Cabe recordar que las fórmulas sustitutas de la leche materna están violando las normas de publicidad y de etiquetado, contienen azúcar y sodio en altas cantidades que modifican los hábitos de alimentación de los bebés, por lo que se hizo un llamado para hacer que se apeguen a los lineamientos.

Control prenatal oportuno, el consumo de ácido fólico de las mujeres embarazadas, la nutrición de las mujeres en edad reproductiva. Garantizar el acceso a servicios de salud y trato digno a las pacientes. El derecho al agua potable y un entorno saludable fueron algunos de los puntos expuestos por los especialistas. Un registro de los bebés para dar seguimiento a su estado de salud. El desafío que significa el embarazo adolescente en donde un gran número de ellas no recibe atención médica. Garantizar el tamiz neonatal y las vacunas. Atención a la población migrante de primera infancia. Fortalecer la atención en las comunidades indígenas, atención a los bebés prematuros, aplicar tamiz auditivo a todos los recién nacidos fueron algunos de los temas a considerar para la atención en los primeros mil días de vida. Muchos elementos en esta política pública.

Luego de las intervenciones de los especialistas Juan Ramón de la Fuente, coordinador de los Diálogos por la Transformación tomó la palabra y señaló que la salud reproductiva es parte del derecho de las mujeres, son derechos humanos que deben traducirse en derechos sociales. Esto va a dar un marco jurídico, político y ético para anclar políticas públicas.

Sobre los elementos para la atención en los primeros mil días de vida declaró que, aprovechando las experiencias del pasado con éxitos y fracasos, es viable un programa nacional. Sin embargo, añadió, es necesario hacer un gran ejercicio intelectual para tratar de priorizar aquellos aspectos que dentro de un plan nacional son en primer lugar, efectivos en algunos puntos, porque a veces como académicos incurrimos en los obstáculos, dijo. No seamos tan exhaustivos, agregó.

Finalmente pidió a las y los presentes extraer los asuntos medulares, los que tienen viabilidad, los que tienen alto impacto, los que pueden hacer un cambio en el mediano y largo plazo y que no necesariamente van a ser exhaustivos. “No conozco una política pública exhaustiva”, puntualizó.

En suma, el mensaje del exrector a las y los científicos fue: ser más prácticos, trazar objetivos alcanzables y que estos sean medibles con indicadores.

La atención en los primeros mil días es una oportunidad para innovar en el sector salud, esperemos que se logre un programa nacional en donde se garantice lo mejor para las y los mexicanos del futuro.

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By Bertha Alicia Galindo

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