- Concluye un año en el que la economía mundial ha enfrentado diversos desafíos que debilitaron su ritmo de crecimiento.
- La coyuntura interna y externa ha incidido en los países en diferente magnitud.
- Para 2026 se espera una modesta mejora en la actividad económica global, aunque es muy factible que siga debilitada.
- Aunque se prevé que la inflación general mundial seguirá disminuyendo, en algunos países se mantendrá por encima de sus metas oficiales.
LA ECONOMIA MUNDIAL
Concluye un año en el que la economía mundial ha enfrentado diversos desafíos que debilitaron su ritmo de crecimiento.
Las expectativas apuntan a que, con base en los pronósticos más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía global habrá crecido 3.2% este año, lo que significa un ajuste a la baja de 0.2 puntos porcentuales respecto a su crecimiento en 2024.
Para las economías avanzadas se prevé un crecimiento de 1.6% para 2025, porcentaje inferior al 1.8% de crecimiento en 2024.
Para las economías emergentes, a pesar de que se prevé un avance de 4.2% para este año, es ligeramente menor al 4.3% registrado en 2024.
Es evidente que la coyuntura interna y externa ha incidido en los países en diferente magnitud. En este contexto, se aprecia que México ha sido uno de los más afectados, toda vez que el pronóstico de crecimiento de la economía para 2025 se ubicó en 1.0%, lo que significó una corrección a la baja equivalente a 0.4 puntos porcentuales respecto al avance que tuvo en 2024, lo que responde a una mayor preocupación por la coyuntura interna y externa que ha limitado significativamente la inversión productiva, que es el principal motor del crecimiento.
Aunque para 2026 se espera una modesta mejora en la actividad económica global, es muy factible que siga debilitada ante la incertidumbre geopolítica y las tensiones comerciales, que seguramente se extenderán hacia el próximo año.
La expansión económica mundial estaría debilitada, con expectativas de crecimiento más moderadas, por el actual contexto en el que puede seguir aumentando el proteccionismo a través de crecientes aranceles.
Asimismo, aunque se prevé que la inflación general mundial seguirá disminuyendo, en algunos países se mantendrá por encima de sus metas oficiales. Esto significa que en México permanecerá por arriba de 3.0%.
Lo preocupante es que la incertidumbre prolongada y un posible aumento de medidas proteccionistas podrían inhibir un mayor crecimiento en el mediano plazo.
Aunque para 2026 el pronóstico de crecimiento de la economía mundial es de 3.1%, es el más bajo después del repunte postpandemia.
En general, los pronósticos se muestran no tan optimistas por los elevados niveles de preocupación por la política comercial que afecta a los países.
En este entorno es fundamental que en una economía mundial que está cambiando, las autoridades de cada país estimulen la confianza mediante políticas que sean aceptadas, transparentes y sostenibles en el tiempo.
En nuestro país el compromiso es elevado y la responsabilidad, tanto del sector público, encargado de generar el mejor entorno para la inversión, como del sector privado, responsable de elevar la actividad productiva y la creación de empleo formal, es trabajar al unísono con un objetivo similar: “mejorar el nivel de vida de la población”.
Las mejores expectativas, en general, se centran en las mejores políticas para hacer frente a los problemas de comercio internacional, al tiempo de generar un ambiente en donde prive el estado de derecho y reglas claras para una mayor atracción de inversión productiva.

Con información de: CEE/CEESP



